aragón es extraordinario

Madre e hija a la (veloz) carrera en Lobera D’Onsella

Presen Puyal y su hija Lorena Plano son el orgullo de esta localidad de las Altas Cinco Villas; además de competir con éxito como atletas de fondo, se involucran en las actividades lúdicas y deportivas del pueblo

Presen Puyal es atleta, y muy buena; puestos a ser, también es de Isuerre, localidad de la Bal D’Onsella, un tesoro colectivo de las Altas Cinco Villas que sigue siendo poco explorado y hasta desconocido (ahora menos, pero todavía) para el común de los aragoneses. Está orgullosísima de su ligazón a Lobera D’Onsella, pueblo vecino a tiro de piedra poderoso (cinco kilómetros, buen tiro sería) que siente como propio su familia, pero lo deja claro. “Me encanta Lobera, pero las cosas como son –sonríe– yo soy de Isuerre. Vivimos en Zaragoza, aunque en el pueblo pasamos y hemos pasado largas temporadas, sobre todo en verano”.

Su hija Lorena Plano Puyal (el nombre de su padre, fan y fotógrafo de ambas, es Pascual) también ejerce de atleta muy buena. En lo del atletismo hubo influencia biunívoca entre las dos. “Mi madre solía salir a correr algún día a la semana en plan tranquilo, al trote, y realmente fue eso lo que me influyó a probar. Ella me animó a apuntarme con ocho años a la escuela deportiva de mi colegio, la Agrupación Deportiva Pirineos del Sagrado Corazón de Jesús. No he dejado de correr desde entonces. También practiqué algo de natación y un año de baile, pero ya no he probado más deportes”.

Presen se animó. “Yo corría y le daba también a la bici; cuando apunté a Lorena a atletismo, su entrenador Jesús Romero me sugirió correr con un grupo que se había formado allá; cuando ella empezó a entrenar en la Universidad con gente más mayor, empecé a tomármelo un poco más en serio. Al principio no quería competir, simplemente me iba marcando objetivos con el entrenador, pero acabé haciéndolo”.

Lorena tiene un recuerdo grabado de los últimos años: su victoria en la 10K de Zaragoza en 2018, con tan solo 20 años de edad. “Preparaba pista, porque corría 3.000 obstáculos y 5.000, pero la hice porque también participaba mi madre, y así corríamos juntas. Ganar fue muy bonito, y el reconocimiento también; en el pueblo me habían visto en Aragón Televisión y estaban muy orgullosos. Ese mismo año fui cuarta de España sub-23 en 5.000, además”.

Vídeo de las atletas Lorena Plano y Presen Puyal en Lobera D'Onsella en 'Aragón es extraordinario'

Medicina para el alma

Los últimos dos años, Lorena ha corrido un poco menos… y no, no es por la pandemia. “Estaba cursando tercero y cuarto de Medicina, que son quizá los años más duros de la carrera. Tuve que rebajar el ritmo de entrenamientos y viajes que implican las competiciones, necesitaba centrarme un poco más en los estudios. En quinto, el curso que acabé este verano, he retomado los entrenamientos a un nivel alto; no como antes, porque tengo claro que mi futuro no está en ser atleta profesional sino en la profesión médica, pero trato de compaginar las dos cosas que más me gustan. Alguna vez llamaron de clubes de fuera, pero prefería estar en el mío, el Zenit. También es el club de mi madre, que tiene varios títulos aragoneses de cross, por cierto”.

Presen guarda un gran recuerdo de la VII Carrera del Ebro, disputada en 2013, donde se llevó el triunfo. “Fue una alegría inesperada; cuando llegué a la meta y vi que era primera… aquella carrera me marcó. También las carreras que he ganado en Luesia y Longás, en nuestra zona. Estuve en el nacional de trail en 2019, y quedé primera en mayores de 45. Me acaban de caer los 50, por cierto”, ríe. “Antes hacía más cross, y me gustan las 10K. Como aquí tenemos tanta montaña, que me encanta, empecé a correr trail y es una gozada, aunque la primera carrera no me gustó, eso de parar y andar a tramos. Aquí se puede entrenar subiendo a la sierra de Santo Domingo, es un lujo. Con el kilómetro vertical aún no nos hemos atrevido ninguna de las dos, ya veremos”. Lorena apostilla que “se lo he dicho alguna vez, porque mi madre sube muy bien, tiene mucha fuerza: está pendiente”. Literalmente, además.

“Hemos tenido la suerte de entrenar con Isabel Macías muchos años”

En cuanto a los sueños de ambas en el atletismo, no son precisamente grandilocuentes, lo que no quita para que se trate de objetivos mucho más ambiciosos de lo que parece. A Lorena le gustaría “probar una media maratón de trail, pero tampoco quiero marcarme metas muy altas, mejor ir día a día y lo que venga, ya vendrá”. Presen aún aterriza más la cuestión, pues cree que “no lesionarse es el mayor sueño, puedes seguir corriendo y disfrutando. Sí es verdad que a veces me da pena no haber empezado antes”.

Lorena entrena con Pepe Mareca, ilustre del fondo aragonés, y se atreve a analizar las carreras de larga distancia desde el punto de vista médico. “El ejercicio es bueno siempre a nivel cardiovascular, pero lo importante es que cada cual vea hasta dónde puede llegar su cuerpo. Quizá para una persona sea mejor andar 10 kilómetros al día y no correr. Lo que pasa es que a nivel psicológico correr te da equilibrio, se libera la tensión, desconectas… es importante”. “Al acabar un buen entrenamiento te sientes de maravilla –apunta Presen– y como parte del día a día es bonito”.

Ni madre ni hija son de idolatrar gente, pero hay un nombre en el que coinciden como objeto de admiración: la mediofondista Isabel Macías Chow, una de las mejores atletas aragonesas de todos los tiempos. Lorena la veía con ojos de emoción infantil cuando empezó a competir y, al mismo tiempo, era testigo de los éxitos que cosechaba Isabel. “Hemos tenido la suerte de entrenar con ella muchos años; ha sido subcampeona de Europa, ha ido a los Juegos Olímpicos… una referencia importante”.

Presen corrobora ese juicio. “Verla entrenar siempre ha sido un espectáculo; además, tuvo un camino muy duro y es un ejemplo de sacrificio en pos de una ilusión”. Además, citan a otras dos estrellas locales. “Carlos Mayo es un fenómeno –dice Lorena– que también estudia Medicina, e hizo una gran carrera en los Juegos hace poco más de un mes. Eso anima, si él puede quizá yo también –ríe– y no me olvido de Toni Abadía, otro que entrena con Mareca como Carlos y nosotras, es muy bueno. Este año ha tenido problemas físicos y no pudo ir a Tokio, pero ya está a punto de volver a competir”.

En cuanto a Lobera, madre e hija recalcan que “en el pueblo todo el mundo nos apoya, desde la gente que nos pregunta cómo vamos al vernos entrenar hasta la respuesta al grupo de gimnasia que hemos montado en verano. Hemos practicado dos veces a la semana con quienes se animaron; es un pueblo muy deportista, les metíamos caña y respondían bien”. “Durante la cuarentena en Zaragoza –concluye Presen– hicimos rutinas de ejercicios por vídeo, y nos alternábamos Lorena, mi hijo David y yo ante la cámara. Mi marido, que se encarga de las redes, los iba colgando: fue un modo de colaborar con el pueblo haciendo algo diferente, variando exigencias para adaptarnos a todos”.

Artículo incluido en la serie 'Aragón es Extraordinario'.

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