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El Geoparque de los Pirineos, mil kilómetros de senderos para BTT y 30 itinerarios para caminar
Es uno de los 140 espacios naturales de este tipo que hay en el mundo. De los 14 españoles, dos están en Aragón, el de Sobrarbe y el del Maestrazgo.
De los 15 geoparques reconocidos por la Unesco que hay en España, dos están en Aragón, y son el de Sobrarbe y el del Maestrazgo. En todo el mundo, solo 140 espacios naturales ostentan este título, repartidos en 38 países. Tiene en común que son zonas geográficas unificadas donde sitios y paisajes de importancia geológica internacional son administrados según un concepto global de protección, de educación y de desarrollo sostenible.
Identificar el Geoparque del Pirineo es fácil, ya que abarca toda la comarca del Sobrarbe. El territorio al completo es, en pleno corazón de la cordillera pirenaica, el único espacio de estas características de la cadena montañosa.
Recorrerlo da para muchos días y se pueden realizar diversas actividades para acercarse de una forma u otra a la riqueza natural de este entorno de excepción. Por todo el territorio, cuya extensión es de 2.200 kilómetros cuadrados, hay trazadas rutas para caminar (30 itinerarios) y otras para hacer en BTT (mil kilómetros de senderos). Para facilitar la visita y hacerse una idea general del potencial del geoparque, también se sugieren una serie de recorridos a pie de carretera, que permiten desplazarse de un punto a otro en coche.
Aunque se puede visitar por libre, conviene dejarse guiar e informar por los expertos del Centro de Visitantes, situado en el castillo de Aínsa. Cada cierto tiempo, desde este espacio se organizan actividades especiales, que enseñan la riqueza del entorno bajo algún pretexto.
Estos días se está desarrollando un programa de estas características, con motivo de la celebración de la Semana de los Geoparques Europeos 2021. Desde el pasado lunes se organizan actividades, como charlas, exposiciones o concursos, para dar a conocer la labor que se desarrolla en este enclave del Pirineo aragonés.
La celebración es simultánea en 81 territorios de toda Europa y, en el caso del Sobrarbe, las propuestas se prolongarán hasta el próximo 6 de junio. Para los siguientes fines de semana se han organizado dos salidas geológicas de campo. Una será este sábado, a la cueva Forato d’a Sierra, en Gallisué, de la mano de la Asociación Científico Espeleológica de Cotiella. La otra actividad es un recorrido por la Faja Pardina, en el entorno de Añisclo, prevista para el 5 de junio.
La actividad de este sábado, para la que las plazas ya están completas, consiste en un recorrido de 60 metros por el interior de la citada cueva de la mano de un espeleólogo. El Forato d’a Sierra es una pequeña cavidad con gran riqueza interior. Destacan también las pinturas rupestres que alberga y el hallazgo de huesos de osos, sarrios y bucardos. En su interior habitan murciélagos, artrópodos, hongos y líquenes.
La segunda propuesta llevará a los andarines a atravesar el estrecho sendero que permite alcanzar una vista aérea del barranco de la Pardina, un cañón afluente del de Añisclo. A lo largo del recorrido se apreciará el efecto que los bruscos cambios de clima tienen en las rocas, así como fallas, ríos de roca o pruebas del paso de glaciares. El recorrido es de 10 kilómetros por un sendero de alta montaña con algunos tramos aéreos.
30 rutas para recorrer a pie
Para conocer y entender mejor el patrimonio geológico de Sobrarbe, el geoparque dispone de una red de geo-rutas para recorrer el espacio a pie. En total son 30 itinerarios autoguiados que permiten visitar los enclaves geológicos más singulares de la comarca. Todas están balizadas y, en la mayoría de los casos, se aprovechan sendas de pequeño recorrido (PR) o de gran recorrido (GR). De todas estas rutas, once se localizan en el Parque Nacional de Ordesa y Monte Perdido, incluido en el territorio del Geoparque Sobrarbe-Pirineos, y cuatro son transfronterizas.
Mil kilómetros de senderos BTT
Quienes prefieran la bici a caminar, el Geoparque de los Pirineos también se puede recorrer en BTT. En su vasta extensión, hay más de 1.000 kilómetros de senderos homologados en los que se han trazado 13 rutas señalizadas para bicicleta de montaña.
Están clasificadas según el nivel de dificultad, con colores que van del verde (las más fáciles) al negro (las de mayor exigencia). Al abarcar tantos kilómetros, los itinerarios pasan por terrenos y ambientes naturales diferentes y algunas rutas tienen variantes, para que el ciclista escoja la opción que mejor se adapte a su nivel. Además, a lo largo del recorrido, se encontrarán con 52 puntos estratégicos donde se puede descansar y, casi sin esfuerzo, adentrarse en los misterios del pasado que han dejado huella en las rocas.
