El próximo mes de abril arrancará el curso ‘Dinamización verde de la actividad hortofrutícola’, una iniciativa pionera con la que se pretende formar a personas desempleadas en las técnicas de cultivo que se usan para poner en marcha proyectos de hortofruticultura sostenible. Una propuesta con la que se quiere fomentar el empleo en este tipo de agricultura, más respetuosa con el medio ambiente.

La actividad, que se desarrollará bajo la convocatoria de subvenciones del Programa Empleaverde 2017 de la Fundación Biodiversidad, cuenta con la coordinación del sindicato UPA Aragón y la colaboración de los ayuntamientos de Fuentes de Ebro (Zaragoza) y Cuntis (Pontevedra).

Ambos municipios compartirán experiencias conforme vaya avanzando este proyecto, que se llevará a cabo de forma simultánea en las dos localidades para formar a 440 desempleados en técnicas de cultivo hortofrutícola sostenible (180 de ellas en la localidad de Fuentes de Ebro y en la comarca de Ribera Baja del Ebro).

Sinergias entre territorios

«Aunque en un principio parece que son dos zonas que no tienen nada en común, lo cierto es que ambos lugares son áreas despobladas donde la falta de oportunidades, contactos e infraestructuras de formación es un problema particularmente acuciante para sus habitantes. Con este proyecto queremos apostar por el sector agroalimentario porque tiene mucha importancia dentro de la estructura económica, el equilibrio territorial y la gestión del territorio de las zonas rurales especialmente», indica José Manuel Roche, secretario general de UPA en Aragón.

Con un presupuesto que supera los 99.000 euros, de los cuales aportará más de 67.000 la Fundación Diversidad, alrededor de 27.000 el Ayuntamiento de Cuntis y casi 5.000 UPA Aragón, el proyecto se ofertará en modalidad presencial (120 horas), impartido por profesores expertos en estos temas; y también en la versión de curso a distancia, a través de una plataforma de teleformación.

Las prácticas, en el caso de Aragón, se llevarán a cabo en huertos que han facilitado vecinos de la localidad de Fuentes de Ebro para que estos alumnos puedan aprender las técnicas fundamentales para el cultivo de productos tan conocidos como la propia cebolla de Fuentes, la borraja, la acelga o los pepinos, por citar alimentos que antes era muy frecuente plantar en estas tierras.

Empleo

Según los organizadores, se trata de un proyecto sostenible, que busca fomentar el empleo y asentar población en estos núcleos rurales. De hecho, confían en que el 20% de los alumnos que se matriculen en esta propuesta puedan emprender en un futuro próximo y poner en marcha sus propios huertos.

«Un joven agricultor que quiera iniciarse en este mundo lo tiene más fácil si empieza con proyectos hortofrutícolas, porque requieren mucha menos inversión económica que si hablamos, por ejemplo, de agricultura de secano. El coste de la maquinaria que demandan es menor y el terreno que necesitan para hacerlo funcionar también es infinitamente menor que cuando se plantean apostar por el cereal», matiza Roche.

Además, está prevista la creación de una base de datos con los participantes en estos cursos de formación que estará disponible para los ofertantes de empleos relacionados con la temática del proyecto.

Más información en el Suplemento Heraldo del Campo