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María José 'Imberbeauty', influencer de belleza: "El Instagram me lo hice para vigilar a mis hijos"

Superada la barrera de los cuarenta, madre de tres adolescentes y una gracia natural, triunfa en redes probando en su propia piel trucos de belleza virales.

María José Imbernón, 'imberbeauty' en las redes sociales.
María José Imbernón, 'imberbeauty' en las redes sociales.
R. C.

"Me atrevo con todo, nenas", reza en su perfil de Instagram. Y es cierto, porque María José Imbernón, 'imberbeauty' en las redes sociales, se dedica a probar los trucos de belleza más virales del momento para ver si son tan buenos como parecen, aunque ello implique hacerse pecas con un colador o rizarse el pelo llenándose la cabeza de lápices.

Esta 'influencer' por accidente que recibe a sus fieles con su ya famoso "mirad, nenas2, ha llegado al éxito gracias a su salero, a sus expresiones con acento murciano (2¡Vaya barrizal se ha hecho esta zagala en la cara!") y a su naturalidad, mostrándose tal cual es en un mundo de artificio y postureo. A pesar de que en un año ha conseguido más seguidores que muchas 'influencers' consagradas (tiene vídeos con millones de visualizaciones, 241.000 seguidores en Instagram y 622.000 en TikTok), esta madre de tres hijos que vive en El Palmar, la misma pedanía murciana que Carlos Alcaraz, no ha abandonado su trabajo en una lavandería.

Usted, que prueba cualquier cosa, es capaz de ponerse las aceitunas del vermú en la cara si le dicen que tienen un efecto maravilloso.

Mientras que no haga daño a la piel, yo lo pruebo todo.

¿Cómo empezó?

Pues mira, yo no tenía TikTok, y el Instagram me lo hice para vigilar a mis hijos, aunque nunca me aceptaron [risas]. Pero mi hijo llevaba mucho tiempo diciéndome "mamá, por favor, vamos a hacer un TikTok, que tú eres muy graciosa", y yo siempre lo mandaba a tomar viento, hasta que el año pasado me operaron y, como estaba aburrida en casa, le dije 2bueno, venga, pues vamos a hacer un TikTok". La primera semana ya vimos que teníamos un montón de seguidores, así que dijimos 2¡coño! ¡Pues si esto parece que le gusta a la gente!". Y aquí estoy un año después.

Entre sus 'nenas', como usted llama a sus seguidoras, hay gente conocida.

Sí, sí. Y hay gente que no sabía ni quién era, y mis hijos diciéndome que si me sigue esta y que si me sigue la otra, y yo "ah, vale". Somos una comunidad superbonica.

Se deja un dinerillo en comprar productos de cosmética para probarlos.

La verdad es que sí. Al principio lo hacía con lo que tenía en casa, porque el maquillaje me ha gustado toda la vida; después, con lo que he ido consiguiendo del TikTok. Es poco, pero algo te pagan, así que lo invierto en comprar las cosas que me hacen falta para los vídeos nuevos.

Pero hay marcas que empiezan a mandarle productos para que los promocione. Ya es 'influencer' de verdad.

Sí, nena, sí [risas]. Y, mientras sea de maquillaje, todo lo promociono porque todo me gusta.

Su secreto es la naturalidad.

Tengo clarísimo que lo que más ha llamado la atención de mí es eso: mi forma de contar las cosas. Y que salgo como me pille vestida o como me pille peinada.

Pero algún retoquillo estético se ha hecho. ¿No teme que sus 'nenas' piensen que está perdiendo esa naturalidad?

A mí no me preocupa porque hago lo que hubiese hecho antes si hubiera podido. Me hubiera encantado hacerme cosas, pero no me las he hecho nunca porque no he tenido dinero, esa es la pura verdad. Si ahora me llaman y me dicen «venga, que te regalo las cejas», pues salgo zumbando, no me lo pienso.

¿Qué porcentaje de esos trucos funciona?

Pues la gran mayoría, ¿eh? Porque hay algunos que me pongo a hacerlos pensando que es mentira, pero luego digo "¡anda, pero si es verdad!".

Como el de rizarse el pelo con el gel lubricante.

Ese es el mejor, que se te queda el pelo superchulo. Fíjate si se me quedó bien que no me lo lavé después. ¡Si es que olía bien y todo! Y suave, suave, nena, de verdad. Pero no lo uso por lo caro que sale.

El vestido de novia

La popularidad le ha pillado con 43 años.

Mira, el otro día se lo dije a mi madre: "Mamá, ¿tú te crees que yo ahora a mis 43 años, con tres hijos adolescentes, me voy a poner a hacer la tonta?". Qué va. Yo soy quien soy y ya está. Yo soy la María José, la que vive aquí, en El Palmar. A mí el título de 'influencer' me lo han puesto, yo no me lo he puesto. No me considero una 'influencer' para nada, sino que me mola un montón lo que hago, me río un montón, pero yo me considero la misma persona. A mí no se me va a ir la cabeza con 43 años. Eso espero [risas].

Seguro que era usted la graciosa de la clase.

Siempre he hecho mucho ruido. En la calle me dicen que soy el bicho que le picó al tren. Si una amiga está triste me viene a buscar a mí. Siempre he sido así.

Su marido tiene que estar alucinado.

Mi marido se lo pasa bomba conmigo. El otro día me puse mi vestido de novia porque hacemos 25 años, y le dije a mis nenas "Anda, nenas, ayudadme a convencer a mi Miguel, que no se quiere casar porque le da vergüenza". ¡Bueno, bueno! No te puedes imaginar la que se lio con el vídeo. Mi marido se parte de risa, pero es que, como yo siempre he sido así, pues la gente que me conoce está viendo lo que ha visto tantos años de mí.

¿Le entró el vestido de novia?

Me entró, pero en qué me vi para quitármelo. Me tuvo que ayudar mi hijo (risas).

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