Historias de síes y noes a la fusión de Don Benito y Villanueva de la Serena

Alrededor de 30.170 ciudadanos de Don Benito y cerca de 21.370 de Villanueva de la Serena, dos municipios pacenses cuyos perímetros territoriales cuesta distinguir, están llamados este domingo a una consulta popular para conocer si quieren fusionarse.

Urnas para la consulta popular de este domingo.
Urnas para la consulta popular de este domingo.
EP

Si algo define a la jornada previa a un referéndum o consulta popular, como la de este domingo en Don Benito y Villanueva de la Serena para su posible fusión, es la normalidad; es un día más en el que la gente, de forma mayoritaria, ya tiene decidido su voto y solo, como mucho, intenta cuadrar la mejor hora para acudir a votar dentro de su agenda dominical, si fuera el caso.

Alrededor de 30.170 ciudadanos de Don Benito y cerca de 21.370 de Villanueva de la Serena, dos municipios pacenses cuyos perímetros territoriales se entrelazan y cuesta distinguir, están llamados este domingo a una consulta popular para conocer si quieren fusionarse -no sería hasta 2027- o mantener sus respectivos localismos.

Aunque esta jornada previa se vive en ambos municipios con normalidad, se percibe cierto "cosquilleo" entre los electores. "Nací aquí -en Don Benito- y me moriré, si Dios quiere y me da salud, en otro municipio y sin salir del mismo pueblo. A ver cómo se come esto", afirma Manuel, quien mañana votará con un "sí".

"Rivalidad siempre ha habido entre los dos pueblos y creo que se mantendrá a pesar de que nos unamos", añade Juan. Ambos comparten un aperitivo en la terraza de un bar de Don Benito, a menos de 24 horas de que se abran las urnas. "Yo no tengo nada que pensar; votaré por la mañana y luego me iré a comer con mi hija. Salga lo que salga -en alusión al resultado-, el lunes haré lo mismo... venir al bar", remarca entre risas.

Con bastantes menos años, José Enrique, ataviado con chándal y zapatillas de deporte, es de los que piensa que la cita con las urnas de mañana será "algo pa' la historia". "Se han unido todos los políticos para respaldar un proyecto que nos beneficia a todos, a los de aquí -Villanueva de la Serena- y a los de enfrente -Don Benito- y yo me pregunto por qué estos políticos no buscan este acuerdo para todo".

"Ellos sabrán... algo hay que no nos cuentan", afirma con cara pensativa. "Mañana más, me voy", añade a la vez que enfila una avenida para seguir con su carrera matinal. Es indudable que la consulta está en cualquier conversación que surja en bares, comercios y en los propios hogares.

"Menos mi abuelo, todos iremos a votar. No es que no pueda, es que no quiere. Dice que para lo que le queda en el convento, pues que se ... dentro. Ya me entiendes", explica sin muchos más detalles Juan Antonio. "Yo no te cuento mi voto, aunque lo tengo claro, no vaya a ser que salga otra cosa -apunta- y me señalen con el dedo".

En Don Benito, el propietario de un bar apuesta por el no. Además de poner carteles pidiendo el voto negativo, ha instalado un váter para "depositar" votos. Frente a este establecimiento camina Lidia Nieto. "Yo votaré no; yo no me uno. Los alcaldes de los dos municipios lo han hecho fatal" en su gestión municipal y esta propuesta de fusión no será una excepción. "Además, creo que esto sólo beneficia a los de Villanueva", apunta.

En el mercadillo de Villanueva de la Serena, donde se ha instalado un espacio informativo de apoyo a la fusión, esta consulta está en boca de todos. Se mezclan las conversaciones de la compra diaria con "esto de ir a votar", dice un comerciante.

"La unión es lo mejor. Es para bien y se podrá pedir más dinero", sostiene Leonardo, un catalán que estos días está en Villanueva. A su lado, Lupe cree que la fusión es una oportunidad para las generaciones que vienen". "Hay que tener la mente abierta", remarca.

"Creo que saldrá un sí, incluido el mío, pero me preocupa el nombre que tendrá" el futuro municipio. "Tiene que ser neutro, ni para ellos -los de Villanueva- ni para nosotros -los dombenitenses-, pero a la vez tiene que hacernos sentir de aquí. Está complicado. Espero que haya otra votación para elegirlo", sostiene Pilar, de "casi sesenta años" de edad. Su deseo no verá la luz, pues los alcaldes ya han anunciado que no habrá una consulta para decidir la denominación del futuro municipio.

Pedro, que esta mañana ha salido de casa a comprar "varias cosas que me hacen falta", votará con "un no rotundo". "Soy de aquí y quiero seguir siendo de aquí", en referencia a Villanueva. "No entiendo que ahora, de golpe y porrazo, nos quieran unir con ellos -señala al fondo de la calle refiriéndose a Don Benito- por las ocurrencias de turno". "Además, cuando me muera, ¿dónde me enterrarán, allá o aquí? No, no, que no, que así estamos bien".

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