Tercer Milenio

En colaboración con ITA

despoblación y cambio climático

El arquitecto de Boltaña Jorge López propone un análisis proactivo de la despoblación que aprende de los errores

El investigador, que ha vuelto a vivir en su pueblo tras colaborar varios años con Norman Foster en Madrid, tiene hasta marzo una exposición en el Ayuntamiento de la capital española

El joven arquitecto boltañés Jorge López Conde.
El joven arquitecto boltañés Jorge López Conde.
Paula Caballero

Jorge López Conde es arquitecto, natural de Boltaña, ha trabajado cinco años en la Fundación Norman Foster de Madrid y quiere cambiar el presente y el futuro desde su pueblo, al que ha vuelto para hacer base y desde el cual reivindica que otro mundo es posible, con la arquitectura como herramienta desbrozadora de incredulidades y reticencias. Para eso ha desarrollado y desarrolla una aproximación a la investigación que recuerda a la película 'Cortocircuito' y aquél robot Número 5 ávido de datos, que devoraba informes y almanaques sin cesar. El elemento humano que aporta el altoaragonés a la metáfora hace que ese análisis de datos, también equiparable a la 'Deep Blue' ajedrecista con la que no pudo Kasparov hace un cuarto de siglo, porque aprendía de sus errores y abarcaba millones de variables), derive en soluciones y propuestas que aúnan la ilusión con la eficacia, extrapolables a diversas realidades locales gracias a su ataque a denaominadores comunes de la problemática rural. 

“En Boltaña empezó todo, allí me crié hasta los 12 años -explica Jorge López- y  soy hijo y nieto de la despoblación. Mi abuelo Ricardo Conde Martín fue alcalde de Boltaña, y veterinario. En el Sobrarbe hubo una situación crítica que duró décadas, y la idea clara era irse a la ciudad, como alternativa preferente de futuro; ahora lo rural es el laboratorio de un gran cambio económico y social, sin que esto signifique una idealización de la vida en el pueblo, que obviamente también tiene sus contras. Desde la perspectiva de la arquitectura he ido efectuando un análisis y planteando soluciones con una óptica más global, y diferentes soluciones”.

Jorge estudió Arquitectura en la Politécnica de Madrid. “Mi padre, Julián López Galán, también es arquitecto, vivió la catalogación de todo el patrimonio arquitectónico del Alto Aragón, y también la nueva forma de vida de lo rural, desde las cooperativas de vivienda a las viviendas de protección oficial. Siendo de Boltaña nunca había vivido allá, pero al acabar la carrera regresó para colaborar con su pueblo, poniendo estudio de arquitectura. Luego nos marchamos a Zaragoza, porque el trabajo de mi padre así lo exigía, y más tarde ya me vine a estudiar a Madrid, sin perder mi lazo con Boltaña; en el confinamiento volví a vivir en el pueblo y en los últimos meses he enfocado mi trabajo en volcar el conocimiento adquirido en la universidad y a la vera de Norman Foster en proyectos que puedan mejorar mi tierra natal”.

Perspectiva global, aplicación local

El trabajo de Jorge López en la Fundación Norman Foster de Madrid el último lustro ha sido de ámbito planetario. “Allí me involucré en proyectos muy ambiciosos, de futuro, en sintonía con con las agendas mundiales. Éramos un equipo pequeño; dirigí el departamento de Diseño y Tecnología. Sin embargo, me parece esencial aplicar esos criterios a problemas locales para buscar respuestas a problemas multiescalares como los que trae la despoblación.

El estudio de Jorge López incluye el modelo de red neuronal, que no es habitual en el análisis contra la despoblación. Este modelo analítico se parece al del cerebro humano: recibe información de diversas procedencias, experiencias y realidades y las interrelaciona, ponderando los resultados de esa interacción y haciendo predicciones. Por ejemplo, se estudian varios casos de despoblación en un territorio, el abandono de campos de cultivo, el fin de la ganadería, los intentos repobladores con nuevos residentes, el desarrollo de otras áreas de emprendimiento, las reglas del juego administrativas, las características del entorno... y se hacen predicciones sobre el futuro de ese territorio. Las variaciones en alguno de estos parámetros o la llegada de nuevas variables va afinando esas predicciones, hasta llegar a anticipar situaciones y depurar soluciones para problemas futuros.

“Empleo las redes neuronales para introducir datos y poner una base analítica sólida; en el caso del estudio que hemos completado, ‘Observatorio de la Despoblación y visión a largo plazo de los unicornios rurales en España’, se estudiaron millones de búsquedas y se trabajaron 18.000 artículos sobre despoblación y cambio climático de los últimos 10 años, un marco de trabajo que desembocó en 12 narrativas diferentes gracias a una red neuronal, que trabaja en interrelación como un cerebro humano y aprende de las contingencias; de ahí se identifican más de 200 soluciones, ideas, empresas y start-ups de España que están enfocadas en innovar en el entorno rural, luchar contra la despoblación y el cambio climático”.

Las 12 narrativas en el estudio de Jorge López spbre la despoblación.
Las 12 narrativas en el estudio de Jorge López spbre la despoblación.
EL FUTURO

Jorge López cree que la perspectiva de la arquitectura en este contexto empieza por la no imposición del modelo de la ciudad en el entorno rural. “La RAE define a ciudad como lo opuesto a lo rural, y no me gusta la idea de construir en base a opuestos; me parece más acertado llegar a acuerdos, a reequilibrios, como están haciendo las materializaciones ya en marcha de de esas 200 soluciones. En la serie ‘Aragón Pueblo a Pueblo’ de HERALDO, que está dentro de los artículos empleados en la confección de la red neuronal del estudio, se ve que cada pueblo tiene su problemática y que, al mismo tiempo, hay muchos problemas compartidos por muchos pueblos. Volviendo a vivir en Boltaña he ido hablando con el actual alcalde y hemos identificado modelos que funcionan en otros sitios, muy básicos en algunos casos, para ver si podrían funcionar en nuestro pueblo”.

La desconfianza

El discurso científico sobre los cambios necesarios en el entorno rural se recibe a veces con desconfianza en los propios pueblos. "Mucha teoría, poca práctica" es el sustrato de ese sentimiento. “Claro, yo soy de pueblo, conozco esa realidad. También sé que la Ronda de Boltaña puede convivir con una propuesta de música electrónica en el mismo entorno, y que esa convivencia es riqueza para la cultura local. Hay un proyecto de comunidad energética en Boltaña que analiza el ejemplo de la levantada en Biescas, en el valle de al lado; las buenas ideas son adaptables a contextos similares. En el cuidado rural de personas mayores se observa un cambio de paradigma en el País Vasco, que ya tiene también ejemplos en Aragón, y que se basa en aprender de los errores. También hay que tener en cuenta la legislación, que a veces no va a la misma velocidad de los nuevos proyectos y acaba abocándolos al freno o el fracaso. En el planeamiento de agenda urbana me parece fundamental establecer foros comunes entre instituciones para trabajar en común, sin obstáculos.

Esas 200 soluciones tienen ejemplos palmarios, como Apadrina Un Olivo en las localidades turolenses de Oliete y Alacón. “No es un ejemplo disruptivo, pero sí innovador. Otra línea eficaz es la asesoría a las alcaldías para la resolución de problemas cotidianos a corto y medio plazo, conectándoles con la institución público-privada Circe, con central en Zaragoza y delegaciones en Madrid y Bruselas, que acompaña las acciones de cambio”.

El estudio de Jorge López

El trabajo se compone de dos partes, unas narrativas prospectivas (producto del análisis de millones de búsquedas y radiografías) que generan un catálogo ordenado de conclusiones y visiones de futuro, y una base de datos local, que proporciona inteligencia de mercado sobre nuevas empresas que trabajan en estos ámbitos, vinculadas a los compromisos ineludibles para la lucha contra el cambio climático. El arquitecto boltañés lo ha desarrollado con una beca de la European Climate Foundation y sus conclusiones quieren ser una herramienta para la administración en la lucha contra estas dos lacras de plena actualidad.

Además del estudio, Jorge López Conde está de actualidad porque acaba de estrenar en el espacio Centrocentro del Ayuntamiento de Madrid una exposición: ‘La Ciudad del Futuro: de la huerta a la mesa, compuesta por más de medio centenar de piezas entre pintura, objetos decorativos, maquetas y mobiliario, procedentes de diversas instituciones: Archivo General de la Villa de Madrid, Archivo y Biblioteca del Patronato de la Alhambra y Generalife, Centre Pompidou, Fundación Le Corbusier, Museo Arqueológico Nacional, Museo de Historia de Madrid, Museo de la Alhambra, Museo Nacional del Prado, Museo de Zaragoza y Real Jardín Botánico, entre otras.

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