Sociedad

CONSUMO 

Tú también compras cosas que nunca utilizas (y más en rebajas)

Resistirse a la tentación es complicado, pero hay razones que nos llevan a acumular más de lo que necesitamos.

Los aragoneses gastan una media de 304 euros en las rebajas de invierno.
Freepik

No puedes evitarlo: cuando llega la época de rebajas, no puedes resistirte a pasear por los comercios en busca de los mejores chollos. Las tiendas tampoco te lo van a poner fácil, ya que te incitarán a caer en la tentación de llevarte algo nuevo a tu casa con ciertas estrategias. Sin embargo, cuando abres tu armario para guardar tu nueva adquisición, te das cuenta de que ya tienes cosas que no has utilizado nunca. Y no solo te pasa con la ropa. Y es que por mucho que queramos hacer caso a Marie Kondo, todos compramos cosas que no necesitamos y hay motivos que demuestran por qué lo hacemos. 

Los motivos que nos llevan a comprar cosas que nunca usaremos 

  • El efecto Diderot 

    Cuando compramos una cosa nueva, se produce un efecto llamada que nos invita a adquirir otros artículos, aunque no los necesitemos. Eso se explica por el efecto Diderot. Por ejemplo, cuando compras un mueble nuevo y lo instalas en casa, los que tienes alrededor te parecen anticuados y poco atractivos, por lo que sientes que debes adquirir unos nuevos. Por ello, en las tiendas se muestran cerca productos relacionados.

    1
  • Estrategias de márquetin 

    Los profesionales de márquetin saben a la perfección cómo deben hacer su trabajo para que no puedas resistirte a comprar ciertos productos. Seguro que alguna vez te ha pasado que al ver un artículo has pensado "¿cómo he podido vivir sin esto hasta ahora?". Por ello, no solo los supermercados consiguen que compres lo que ellos quieren. Las ofertas 2x1, los días con descuentos especiales y las cartillas de puntos son solo algunas de las estrategias para hacerte picar. En estos casos, lo recomendable es pensar sí comprarías el producto si no estuviera de oferta.

    2
  • Una imagen social 

    Hay ocasiones en las que compramos para fomentar nuestra identidad y, también, para sorprender a los demás. Con según que adquisiciones, se transmite un estatus o posición concreto. Por ello, hay veces en las que se compra para poder enseñar. También pueden darse motivos de autoestima, ya que el poder elegir, probar y, finalmente, poseer un artículo refuerzas tu seguridad.

    3