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A nueve de cada diez enfermeros les supera el estrés por la pandemia

El Sindicato de Enfermería ha realizado encuestas a un total de 11.645 enfermeros, evidenciando que la pandemia ha empeorado su salud física y mental.

Una enfermera con un paciente en el hospital de Cascais.
PEDRO NUNES

Casi nueve de cada diez enfermeros se sienten estresados o superados por la sobrecarga y la tensión laboral sufrida durante la pandemia, siete de cada diez sufre el síndrome profesional del “quemado”, y la ansiedad, el temor o la angustia afecta a la práctica totalidad de estos profesionales.

Estos son algunos resultados de la macroencuesta realizada por el Sindicato de Enfermería, SATSE, a un total de 11.645 enfermeras y enfermeros de todas las autonomías durante el pasado mes de febrero, que evidencian que la pandemia ha supuesto un "notable empeoramiento" de su salud física y psicológica.

Según el estudio, en los últimos meses ha crecido en 13 puntos la sensación de estar quemado con el trabajo, pasando de un 56 % a un 69 % de los profesionales encuestados, mientras que el estrés ha aumentado de un 78 % a más de un 88 %, diez puntos más.

De igual manera, el sentimiento de agotamiento emocional también se dispara al pasar de un 75 % a más de un 88 % de las enfermeras y enfermeros consultados.

La encuesta también se interesa por los principales síntomas que aseguran padecer como consecuencia de su trabajo, tanto a nivel físico (tensión muscular, alteraciones del apetito o del sueño problemas sexuales), como psicológico (nerviosismo, ansiedad, irritabilidad o dificultad en la concentración).

De acuerdo con el estudio, el 92 % de los profesionales declaran tener alteraciones del sueño, un 83 % alteraciones del apetito y más del 57 % problemas sexuales.

Otros problemas relacionados con la tensión es que a casi un 80 % de los profesionales encuestados les ha disminuido la memoria y cerca de un 88 % tiene dificultad a la hora de concentrarse.

Con estos datos, SATSE concluye que la pandemia ha pasado una "clara factura a la salud física, psicológica y emocional de las enfermeras y enfermeros" y advierte que esta grave situación de estrés y sufrimiento no puede prolongarse “ni un minuto más”.

Por ello, exige a los gobiernos estatal y de las distintas autonomías que, con carácter urgente, pongan en marcha medidas estructurales de recursos y medios para acabar con esta "insoportable situación".