En vacaciones

El truco para sobrevivir a los excesos del verano está en la organización

El nutricionista zaragozano Raúl Luzón explica las claves para mantener una vida sana en vacaciones.

El alcohol es uno de los excesos que más afectan a la nutrición.
El alcohol es uno de los excesos que más afectan a la nutrición.
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Las vacaciones llaman a cenas interminables, fritos y helados, cervezas en la playa... y después a la desesperación de tratar de conciliar una vida sana con estos estos excesos nutricionales que, a la larga, pasan factura. 

Pero esta conciliación no debe convertirse nunca en una carga y no debemos dejar que sea un impedimento para disfrutar de las merecidas vacaciones. Para evitar sentimientos de culpa y poder relajarnos, es necesario contar con tres aptitudes importantes: ser crítico, ser organizado y apostar por ocasionalidad. El nutricionista Raúl Luzón nos los explica así.

"Las vacaciones y la recuperación de la vida social y la libertad pueden volverse en nuestra contra pero con una buena toma de conciencia se puede encontrar la escapatoria a estos dilemas", señala.

Ser crítico y organizado

Ser critico y consciente en lo que se refiere a la alimentación permite diseccionar una carta de un restaurante con tan solo hacernos varias preguntas: ¿busco una opción saludable? ¿qué haría mi nutricionista? ¿cómo elijo?

Lo que hay que buscar, sobre todo en vacaciones, es disfrutar. Pero hay que saber que elegir determinadas opciones de una manera reiterativa puede alejarte de tus objetivos deportivos y corporales.

Por eso, si se quiere apostar por una opción saludable, lo mejor es elegir platos que tengan vegetales, en los que estén presenten las proteínas y las grasas de calidad y optar siempre por el agua para hidratarse.

Además, la organización dará la clave final para poder mantener esta opción saludable. "Si somos previsores, sabemos que vamos a encontrarnos allá donde vayamos y por tanto, no tendremos que solventar la papeleta sobre la marcha" razona Raúl. Para poder organizarse correctamente también es útil pensar en el lugar al que se va a ir a cenar o comer: aquellos lugares dónde las opciones saludables primen darán la posibilidad de que el éxito se multiplique.

Pero, ¿cómo elegir? "Traducimos lo explicado en varios platos", apunta Raúl: optar por ensaladas (con la salsa aparte si no quieres que se convierta en "un atentado nutricional"), pescados a la brasa con guarnición, platos de curados de la tierra, tortillas de bacalao, de patata, de gambas...una buena pieza de carne del Pirineo, escalivada, hummus con crudités, sepia a la plancha... Todas estas opciones serían saludables.

¿Qué pasa con el alcohol?

Es aquí donde entra la llamada ocasionalidad. El alcohol puede afectar a la dieta, al subir de peso e incluso al descanso además de ser dañino para el organismo pero, por otro lado, es una bebidas con gran aceptación social.

¿Existen problemas al consumirlo de manera habitual? "Desde mi punto de vista no, no hay que agobiarse" confiesa este nutricionista. Por eso lo importante es plantearse este consumo habitual (que puede ser una celebración puntual, aunque esta percepción puede variar entre una persona y otra). El alcohol no aporta beneficio alguno así que "merece la pena pensárselo dos veces y apartarlo de las rutinas cotidianas", explica Raúl.

Si se consiguen conjugar correctamente estas tres aptitudes y enfocar las cosas con positividad y no como una imposición, seguramente crecerán las posibilidades de salir airoso de las comidas de verano y las cañitas en la playa sin perder todo lo conseguido durante el año.

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