Salud
Cómo preparar tu piel en cinco pasos para disfrutar del verano (¡y lucir un moreno duradero!)
El sol puede causar daños en nuestro cuerpo y, por ello, debemos ofrecerle unos cuidados especiales.
Tomar el sol es, sin ninguna duda, uno de los placeres del verano. Sentir los rayos en la piel, mientras estamos tumbados junto a una piscina, en la orilla de playa o en una toalla en nuestro balcón tiene grandes beneficios para nuestra salud. Nos sube los niveles de vitamina D, ayuda a mejorar el estado de ánimo y, además, nos permite lucir un color bronceado que consigue que el guapo se nos suba (aún más). Sin embargo, hacer con poca responsabilidad nos puede pasar mucha factura, pudiendo provocar manchas cutáneas, quemaduras de diverso grado o, incluso y a la larga, cáncer de piel.
Por ello, es fundamental poner en práctica los consejos para tomar el son sin riesgos y lucir un moreno saludable que, además, sea duradero. Pero, para lograrlo, no bastan con no estar bajo sus rayos durante las horas de más incidencia, ponerse protección solar cada cierto tiempo o disfrutar de alimentos que favorecen el bronceado. Antes de cada sesión hay que poner nuestra piel a punto con una rutina de acción total que ayude a prevenir, hidratar y nutrir nuestra dermis, desde la cara hasta los empeines, durante todo el verano.
Cómo lucir una piel perfecta este verano
- Exfoliar dos veces a la semana. Con ayuda de un guante de crin que potencie su efecto, hay que aplicarse mínimo dos veces por semana un exfoliante facial y corporal con el que eliminar las células muertas y las impurezas al tiempo que se promueve una mejor regeneración. De este modo, será más difícil quemarse y también pelarse.
- Limpieza de cara y cuerpo a diario. Aunque debería formar parte de nuestra rutina de higiene diaria, en verano, limpiarse la cara adecuadamente es aún más importante. Haciendo uso de cepillos eléctricos, como este de Beurer con una rebaja del 20%, ayudaremos a que la suciedad no obstruya nuestros poros, permitiéndoles una mejor oxigenación y una reducción de la grasa cutánea que tiende a multiplicarse cuando suben las temperaturas.
- Hidratación profunda después de la ducha. Después de la ducha y antes de aplicar la protección solar es importante continuar y potenciar nuestra rutina de hidratación habitual. Para ello, lo más recomendable es optar por productos que incluyen aceites vegetales de argán o aloe vera que, además de cumplir su función, calman la piel irritada.
- Especial atención zonas sensibles. Los 'jade roller' se han convertido en objetos indispensables en cualquier neceser, pero, en verano, su acción cobra aún más importancia. Hay zonas que, a la hora de protegerlas del sol, pasan más desapercibidas, como las ojeras, las aletas de la nariz y los párpados y, sin embargo, también pueden quemarse. El masaje de esta herramienta combinado con nuestra crema habitual nos ayudará a conseguir que esas zonas tengan la hidratación adecuada.
- Crema solar con el maquillaje. El sudor es el enemigo número 1 del maquillaje, por lo que salir a la calle en verano se convierte en toda una odisea. Por eso, debemos optar por un maquillaje que incluya crema solar para evitar un exceso de sudoración, a la vez que nos protege y sin renunciar a la luminosidad natural de nuestro rostro. Las de tipo BB Cream, como esta de Garnier que está disponible en varios tonos, son ideales para evitar el exceso de sudor y la posible aparición de granitos.
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