Estela Rasal, directora del Festival Internacional de Cine de Huesca : "Crecí de golpe con la muerte de mi amiga Eva"

Productora, actriz, directora y gestora cultural, desde 2023 dirige el Festival Internacional de Cine de Huesca, que entre el 7 y el 15 de junio celebra su 52 edición.

Estela Rasal, con 17 años, en Murillo de Gállego en 1992.
Estela Rasal, con 17 años, en Murillo de Gállego en 1992.
E. R.

Barcelona, 1975. Productora, actriz, directora y gestora cultural. Estela Rasal vive en Huesca, con raíces en Murillo de Gállego. Premio Simón en 2018 a la Dirección de Producción. Desde 2023 dirige el Festival Internacional de Cine de Huesca, que entre el 7 y el 15 de junio celebra su 52 edición.

¿Recuerda su infancia como una época feliz?Sí, inmensamente feliz.

¿Qué le hizo reír por primera vez?No recuerdo exactamente la primera vez porque me he reído mucho siempre. Quizás con alguna de las historias mágicas que me contaba mi abuelo materno.

¿Y llorar?La muerte de una de mis amigas, Eva, con 9 años. Crecí de golpe.

¿Qué era en el patio del colegio?La empollona, je, je.

¿Se sentía rara, especial, diferente?Muchas veces. Recuerdo querer ser ‘normal’.

¿Recibió algún castigo que le dejara huella?Las acelgas que no quise comer y las tuve que merendar, cenar y casi desayunar.

¿Qué es lo que más le gustaba hacer cuando no estudiaba?Bailar, charlar con mis amigas, escribir historias.

¿Tenía algún complejo que le amargara?Mi nariz.

¿Cuál fue la calle de su infancia?El barrio de San José de Huesca y las calles de mi pueblo, Murillo de Gállego.

¿Qué es lo que más y lo que menos le gustaba de Huesca y de Murillo de Gállego?Lo que más, el parque Miguel Servet de Huesca y la plaza de Murillo de Gállego, con todas sus actividades y rincones de encuentro. Lo que menos me gustaba eran algunas calles oscuras. Me daban pánico.

"Me sentía muy frustrada frente a lo que yo consideraba injusticias"

¿Cuál es el episodio de su infancia o adolescencia que con más frecuencia vuelve a su memoria?Cuando salíamos del cole y el primer día de instituto, esa mezcla de emoción y de miedo a la vez. Era como salir a escena.

¿Echa de menos haber hecho algo en su infancia?No, creo que todo fue como tenía que ser.

¿Tenía mucha conciencia política?Más bien tenía una conciencia humana, social. Me sentía muy frustrada frente a lo que yo consideraba injusticias.

¿Qué imagen tenía de Felipe González?Un señor andaluz con mucha labia.

¿Era religiosa?En ciertos momentos lo fui. Luego tuve una época existencial dura y esto me llevó a ser más espiritual que religiosa.

¿De qué modo le hizo sufrir el sentido del pecado, la sensación de mala conciencia?Nos educaron en un entorno de cultura judeocristiana que te hace sentir culpable todo el tiempo. Había tantas cosas curiosas, excitantes, que eran 'pecado'... No fui consciente de lo perjudicial del tema hasta que fui adulta.

¿Qué obsesión, fobia o filia forjó claramente en esos años?Empecé a tener ciertas supersticiones. Aún me duran algunas, como no pasar por debajo de una escalera.

"Crecí de golpe con la muerte de mi amiga Eva"

¿Hasta qué punto influía en su conducta el peso del 'qué dirán'?Cuando vives en una ciudad pequeña donde todos nos conocemos, lo quieras o no te influye, así que aprendes a tener tu jardín secreto.

¿Cuál fue su primer contacto con la muerte? ¿Pensaba a menudo en ella? ¿Le angustiaba o le provocaba algún tipo de tormento?La muerte de mi abuelo cuando tenía 6 años, luego mi amiga Eva a los 9. Ahí empezaron a despuntar ciertos comportamientos hipocondríacos.

¿Cómo ganó su primer dinero?Montábamos un puesto en casa con mi hermana mediana y vendíamos masajes o revendíamos el periódico a mis padres. Éramos unas 
'comerciantas'.

¿Hizo alguna locura o disparate que le guste recordar?Con 6 o 7 años me enfadé y me fui de casa, pero solo di vueltas a la manzana porque no me dejaban cruzar la carretera. Así que volví y nadie se había enterado, fue una rebeldía anónima, ¡ja, ja, ja!

¿Cuál fue la primera estrella de cine que le fascinó?Katharine Hepburn.

¿Y la primera persona que, en la vida real, le provocó una emoción inolvidable?Mi abuelo materno, sus historias desde su cama, sus ojos inquietos y esa energía desbordante a pesar de estar enfermo. No me despegaba de él, no podía dejar de escucharle.

¿Cuál fue la primera canción que memorizó?'Van tres noches que no duermo'…

¿Qué libros o películas le deslumbraron?'E.T', es la primera película que vi el cine. Fue tan emocionante. 'San Manuel Bueno Mártir', de Miguel de Unamuno, lo leí en una tarde con 15 o 16 años y me fascinó.

¿Había alguna persona que conociera –que no fuera de su familia– a la que admirara de un modo especial?En mi adolescencia, a un profesor de Física y Química con un tremendo y contagioso espíritu crítico.

¿Qué personalidad nacional o internacional fue para usted una referencia poderosa?Tenía diversas referencias, sobre todo del mundo del cine y de la música, pero ninguna 'poderosa'.

"La herencia de mis padres fue darnos la oportunidad de viajar y de estudiar; ha sido la mejor herencia posible"

¿Quiénes fueron sus grandes amistades? ¿Cuál es el recuerdo más poderoso que le ha quedado de ellas?Conservo todavía grandes amistades que comenzaron en el colegio. Luego se fueron sumando otras en el instituto, en la universidad y en el resto de la vida. Somos pedacitos de una historia común.

De todo lo que le enseñaron sus padres, ¿qué es lo que caló en usted con más fuerza?Que el conocimiento y las experiencias vividas siempre serían para mí y que el resto de cosas van y vienen. La herencia de mis padres fue darnos la oportunidad de viajar y de estudiar; ha sido la mejor herencia posible.

¿Qué o quién le desató la vocación que le ha marcado?Unas extraescolares en el instituto Ramón y Cajal con Angelita ''La Gata' y Pedro Oliván.

¿En qué momento pensó a qué dedicar su vida?Lo sigo pensando, lo único fijo es el cambio.

¿Hay algún defecto o debilidad que detectara en su infancia y que aún no ha logrado superar?La falta de paciencia es mi cruz, desde niña.

¿Cuál fue su gran alegría? ¿Y la gran tristeza?La gran alegría, el día que llegaron mis hermanas. Dos grandes tristezas: la muerte de mi abuelo y la de mi amiga Eva.

Si pudiera viajar en el tiempo y regresar a sus primeros años durante un día, ¿a cuál volvería?A un día cualquiera en la granja, con mis padres, con mi perra Suli, el olor a parra y los bocadillos que preparaba mi madre al volver a casa.

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