La candidatura de la jota pasará su primera prueba de fuego en la Unesco el próximo 30 de junio

Es la fecha límite para que la organización pida información complementaria. El proceso durará como mínimo casi dos años

Una pareja termina su actuación en el Certamen Oficial de Jota de las Fiestas del Pilar.
Una pareja termina su actuación en el Certamen Oficial de Jota de las Fiestas del Pilar.
Francisco Jiménez

Se acabó el año 0 y ha empezado el año 1. El Ministerio de Cultura tiene un cronograma sobre los distintos pasos dentro del proceso para incluir un bien en la Lista Representativa del Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad, y todo lo que se ha hecho hasta ahora en la candidatura de la jota corresponde al año 0. El 2 de abril a las 17.00 horas se cerró el plazo de admisión de candidaturas (la de la jota se presentó telemática y presencialmente el pasado día 26) y empezó el año 1.

Y, ahora, la fecha de referencia marcada en el calendario es la del próximo 30 de junio. Es el último día que tiene la Unesco para poner objeciones o, si considera que una propuesta está incompleta, pedir información complementaria al estado que la ha presentado. Si esto no sucede, el camino se allanará bastante hasta que a finales de 2025 la Unesco se pronuncie sobre si considera que la jota tiene méritos y requerimientos suficientes para ser considerada Patrimonio de la Humanidad. Si la institución pide más información, el proceso se complicará.

De momento, las partes implicadas en el proceso mantienen una serena cautela. Desde la DGA se subrayaba este miércoles que el asunto está ahora "en manos de la Unesco", al tiempo que se se aseguraba que en otra candidatura presentada en las últimas horas, la de las alfombras florales de Corpus Christi, "es lógico que afecte a Aragón, que tiene manifestaciones muy importantes de este tipo". Se aludía así a las tradicionales alfombras florales de Tamarite de Litera, Jaca, Fraga, Barbastro, Zaidín, Monzón, Rivas, Daroca, Aguaviva e Híjar.

En la Academia de las Artes del Folklore y la Jota también mantenían la calma. Su presidente, Carmelo Artiaga, aseguraba estar convencido de que la jota será Patrimonio Inmaterial de la Humanidad.  "De una forma u otra, sí, sin duda. Pero no pensemos que va a salir adelante a la primera y sin dificultades. Puede que no sea así y habrá que estar preparados para ello. El expediente en el que se ha trabajado durante los últimos meses tienen que estudiarlo en la Unesco. Pensemos que el del flamenco lo rechazaron en tres ocasiones antes de la declaración. O que se rechazó el que presentó Brasil con sus carnavales porque en la Unesco no veían qué tenía que ver el carnaval de Río con el de Bahía. Cuando se presentó la candidatura de las tamboradas se devolvió también porque se juzgó que era muy amplia y había que acotarla. La Unesco es estricta en sus planteamientos".

Carmelo Artiaga: "No pensemos que la candidatura va a salir a la primera y sin dificultades. Puede que no sea así y habrá que estar preparados para ello".

Figura clave en el proceso ha sido el toledano Julio César Valle, licenciado en Historia del Arte y especialista en la gestión del Patrimonio Cultural Inmaterial en España y América Latina. Él fue el elegido por el Ministerio de Cultura para redactar el expediente de solicitud, aunque matiza que a partir de ahora su papel es más secundario y el grueso del trabajo recaerá en el ministerio.

"La Unesco es muy exigente y no me gusta crear falsas expectativas, por eso no suelo hablar de fechas –aseguraba ayer–. Lo importante es que la candidatura vaya dando pasos. Que a partir de ahora y hasta el 30 de junio la Unesco pida información complementaria no es algo necesariamente malo, puede indicar simplemente que la jota genera curiosidad e interés. A veces los caminos de una candidatura son inescrutables".

Valle ve bastantes más fortalezas que debilidades en la candidatura. "Dentro de lo que es el patrimonio cultural inmaterial, la Unesco tiene tres listas, la representativa, la de elementos en riesgo de desaparecer y la de buenas prácticas –añade–. Todo el mundo quiere entrar en la primera, pero a mi juicio la más importante es la tercera, la de las buenas prácticas. La jota tiene muy buena salud, no ya tanto porque haya mucha gente practicándola, sino porque se ha desarrollado, está muy presente en el contexto cultural español... Y eso se debe a cientos de colectivos que, a lo largo y ancho del país, trabajan día a día por mantenerla viva. Cualquier grupo folclórico, por pequeño que sea, tiene una pequeña escuela para contribuir a renovarse. Ese caracter muy vivo de la jota ha hecho que 15 autonomías se hayan sumado a la candidatura".

Julio César Valle: "La jota es el baile español por excelencia, es un lenguaje entendido y compartido en todo el país"

Esta última circunstancia le hace avalar que la jota aragonesa no haya ido en solitario en la candidatura. "Es que la jota es el baile español por excelencia, es un lenguaje entendido y compartido en todo el país, algo que no ocurre, por ejemplo, con el flamenco. Su nivel de representatividad es equiparable al del fado en Portugal. Alguien de la comarca de Los Jarales de Córdoba puede bailar perfectamente en un grupo de jota aragonesa. Y, aun existiendo un sustrato común, hay diversidad".

La pelota está ahora en el tejado de la Unesco. "El expediente es equilibrado, coherente, está bien hecho", defiende Carmelo Artiaga. Pero toca esperar. "Yo soy muy positivo -concluye Julio César Valle–. Se ha puesto todo el empeño y se ha trabajado mucho en la candidatura, que surgió por iniciativa de Aragón y de la Academia de las Artes del Folklore y de la Jota, pero que ha sido una candidatura evolutiva, a la que se han indo sumando autonomías. A mi juicio, reúne muchos de los requisitos que exige la Unesco para la declaración, pero quedan pasos que dar. El trabajo está hecho y lo tienen encima de la mesa".

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