Magdalena Lasala: “La poesía es puente que conecta la experiencia humana con la memoria del mundo”

La escritora publica un nuevo poemario, ‘El amor, la vida y Tú’, centrado en los temas eternos de la existencia y basado en el ritmo

Magdalena Lasala, en el Patio de la Infanta de Ibercaja.
Magdalena Lasala, en el Patio de la Infanta de Ibercaja.
Guillermo Mestre

El amor, en el fondo y en la superficie, es el gran tema de su poesía. ¿Qué busca ahí, qué matices, qué emociones, qué imágenes a través de su libro ‘El amor, la vida y Tú’, que publica Olifante?

‘El Amor, La Vida y Tú’, está construido como un viaje por tres etapas como conceptos esenciales para mí, Vida, Muerte y Amor, que planteo como un eterno ciclo de búsqueda, experimentación y resurrección, para seguir preguntando y encontrar la respuesta en un solo nombre, un ‘Tú’ que concentra la explicación, el origen, el símbolo y destino del viaje iniciático inevitable y anhelado a la vez, que es el conocimiento.

¿Qué ha sido más determinante en ese poemario, ‘el Cantar de los cantares’ o ‘El amor, las mujeres y la vida’, de Benedetti, y qué te habrían dado los dos?

‘El Cantar de los Cantares’ es referente eterno, misterio, irreverencia, esoterismo inconfesable y estudio inacabable, todo a la vez para mí, sí… Pero en este poemario, su título ‘El Amor, La Vida y Tú’, título juega a completar una trilogía con el título ‘El amor, las mujeres y la vida’, del poeta Mario Benedetti (que admiro profundamente) que a su vez replicaba el título de la obra ‘El amor, las mujeres y la muerte’, del filósofo Arthur Schopenhauer, que marcó un sentido del pensamiento llamado a ser provocación para abrir otras puertas.

Este es uno de sus libros más obsesivos, en cuanto a la temática y a los poemas, y a la vez más libres: juega mucho, con la forma, con los versos, con las repeticiones, con los énfasis, con las enumeraciones. Desde el punto de vista formal y de la experimentación, ¿que quería hacer?

Ritmo. La base formal de los poemas es el ritmo interno, jugar con el verso que no parece verso, incidir en símbolos, imágenes y conceptos que se concentran en palabras que son una vibración especial, un algo que conecta el interior del alma con la respuesta que se halla a nuestro alcance, aunque no podemos reconocerla todavía.

El libro aborda de la plenitud del amor, pero también de las sombras. ¿En cuáles quería incidir: cierta imposibilidad, la pérdida, la ausencia, esa casa a la que no será fácil regresar?

La vivencia del amor pleno es un viaje iniciático del alma hacia el conocimiento y la trascendencia. Todas las emociones, experiencias, detalles, ya sean luces o sombras, forman parte de lo que debe ser descubierto para comprender los misterios que envuelve la existencia. Parto de elementos comunes, reconocibles o incluso cotidianos para entrever esa otra lectura de la realidad que nos permite superarla, e incluso entenderla como necesaria para realizar nuestra misión existencial.

Da la sensación de que el amor de los sujetos poéticos tiene mucho de clandestinidad. ¿Es eso también un estímulo de la pasión o solo es un recurso literario?

La verdadera poesía para un lector es como un “espejo que siempre dice la verdad”…, la verdad del uno-mismo de quien hace ese poema suyo, y donde proyecta su propia experiencia, su propia búsqueda, su propia fantasía, su propio descubrimiento. La poesía es puente que conecta la experiencia humana con la memoria del mundo, donde está todo. Y el poeta es ese barquero que viaja de una a otra orilla y pone en comunicación las dos dimensiones de nos habitan. No me planteo recursos literarios en poesía, sólo dejar fluir esa posibilidad de conexión entre dimensiones que posee de natura el poeta.

El libro tiene tres partes. ¿Podría concretarlas un poco más?

El amor es el concepto que amalgama las preguntas imposibles de una existencia que no siempre se comprende, y es a la vez el motivo, el viaje, la meta y el secreto hallado. La vida es lo inexorable, la dimensión mortal que vive el tiempo, el espacio y la caducidad como el entorno donde se desarrolla la experiencia de las emociones que deben ser trascendidas para ser comprendidas. ‘Tú’ es un concepto único y total que concentra el sentimiento donde todos nos encontramos, y nos reconocemos. Un ‘Tú’ poético que es en sí mismo un punto de partida, el mismo viaje y el hallazgo al final de lo vivido. Todos tenemos un ‘Tú’ donde podemos sintetizar los misterios que estamos destinados a comprender. Y la poesía es el lenguaje que nos permite esa comunión.

En la primera parte hay un poema central o totalizador: ‘Amarte’. ¿Es una celebración y a la vez un inventario de las paradojas del amor? “Amarte sin nada más, sin distancia y sin tocarte (…) amarte sin más, amarte sin preguntas y sin respuestas”.

Este poema es la expresión del viaje y el deslumbramiento por descubrir la meta y el secreto a la vez. Es la concentración de lo experimentado al tiempo que se estaba anhelando.

En la segunda parte escribe: “yo / viendo la marca de mi beso / en tu piel”. ¿Cuál es el lugar del cuerpo, de la voluptuosidad y del deseo en el libro?

Partir de lo concreto a lo indefinido, llegar a la sugerencia como inspiración de lo que cada cual debe descubrir o percibir…, es mi misión. El poeta sólo es un intermediario entre la vivencia de lo corporal y la trascendencia que aguarda al que lee el poema.

¿Cómo entiende ese ‘Tú’ poético, qué es: es el amante, la poesía misma, el lenguaje, la necesidad de la confidencia, la presencia de una ausencia?

La tercera parte del poemario, ese ‘Tú’ final, es lo que explica, concentra y justifica el viaje emprendido desde el amor y la vida, como una necesidad de comprender metafísicamente.

"El poeta sólo es un intermediario entre la vivencia de lo corporal y la trascendencia que aguarda al que lee el poema"

“Te amo amor vulnerado de amor”. Hay muchos juegos de palabras así. ¿Es el amor el juego más fascinante e inacabable de la vida?

Es en realidad lo único que puede explicar y compensar la existencia.

Hay un poco de melancolía, de despedida..“Nos envuelven imágenes indelebles de un reencuentro final”. Y a en otro poema: “Un largo beso al otro lado del umbral del mediodía nos sigue esperando”. ¿Ha cambiado en algo, con la modernidad, la realidad virtual y la IA, nuestra sentimentalidad, nuestra percepción del amor?

No puedo saberlo, no estudio la IA. En este poemario hablo de conceptos vivos, carnales y trascendentales a la vez, el amor, la vida, la muerte, y el otro como espejo del descubrimiento turbador y extraordinario al mismo tiempo. Son conceptos muy humanos todavía.

Anuncia un cambio en su lírica. ¿Hacia dónde?

Estoy en constante investigación en las formas de la poesía; es un universo fascinante. Ahora me interesa la estructura clásica, siento que me está esperando el enigma no descubierto todavía en mi palabra poética.

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