letras españolas. ocio y cultura

Mayte Uceda: "Mis personajes son mis maestros de vida y aprendo con ellos"

La autora asturiana fue la invitada del ciclo 'Martes de libros' de Ibercaja y conversó con José Luis Melero de su novela 'El maestro de azúcar'

MAYTE UCEDA, ESCRITORA EN EL CENTRO DE ZARAGOZA 23-01-2024 FOTO FRANCISCO JIMENEZ [[[FOTOGRAFOS]]]
Mayte Uceda, invitada de 'Martes de libros', conversó con el escritor, bibliófilo y columnista de 'El maestro de azúcar' (Planeta).
Francisco Jiménez.

«No me interesaba mucho la novela histórica, pero he llegado a ella un poco por azar. Me gusta contar historias con buena documentación, abordar psicologías, aventuras un poco románticas. Con motivo de mi novela anterior, ‘El guardián de la marea’, centrada en el correo trasatlántico Valvanera, que naufragó en 1919, investigando investigando (para mí la documentación es decisiva), me encontré con varias cartas donde un joven les escribía a sus padres desde Cuba, les decía que estaba muy solo y les pedía que le buscasen una mujer buena y trabajadora que quisiera hacerle compañía. Pensé que aquí había una novela», explica Mayte Uceda, que presentó ‘El maestro de azúcar’ (Planeta, 2024) con el bibliófilo y escritor José Luis Melero en los ‘Martes de libros’, que organiza la Fundación Ibercaja.

¿Ahí empezó todo?

Sí. Arranco con la historia paralela de dos mujeres: Mar, hija de médico, y Paulina, una viuda joven que acepta casarse con Víctor, ‘el maestro de azúcar’. Mar se va con su padre y tiene una ilusión: querría ser médico, y será su enfermera, entonces no estudiaban las mujeres. Y Paulina se enfrenta a un mundo inesperado. Todo sucede entre 1895 y 1898.

Un mundo exuberante, tropical, entretejido de conflictos y…

Sí, convulso y violento, desolado, lleno de enfermedades. Poblado por hombres, sobre todo. Se decía que allí había 40.000 blancos y la mitad, mujeres; y de ellas, el 50 % eran mayores de 40 años y estaban solteras.

¿Y eso, por qué?

Porque no se interrelacionaban. Los tenderos y los comerciantes salían de sus establecimientos a ofrecerles sus productos a sus propios carruajes. Eso explica también su aislamiento y su soltería. En cambio las criollas, las indígenas y las mujeres de origen africano iban por las callas como si nada. Amaban la vida.

"Mar y su padre y Paulina se trasladan a una plantación, ‘ingenio’ los llaman allí, en Dos Hermanos y se enfrentan a un mundo brutal, de muchas tensiones de todo tipo: sociales, raciales, religiosas e incluso idiomáticas"

Sigamos.

Mar y su padre y Paulina se trasladan a una plantación, ‘ingenio’ los llaman allí, en Dos Hermanos y se enfrentan a un mundo brutal, de muchas tensiones de todo tipo: sociales, raciales, religiosas e incluso idiomáticas. Y aquel es un lugar con cantina, con colmados, con iglesia, con epidemias de todo tipo, y está gobernado por las campanas de la iglesia.

Las dos mujeres son muy distintas en casi todo. ¿Lo quiso así?

Desde luego. Mar no se resigna y se rebela, como hará el propio Víctor, ‘el maestro de azúcar’, pero Paulina se resigna. La rebeldía y la resistencia a la brutalidad y la injusticia, dos temas capitales del libro, no van con ella. Quiere disfrutar de su nueva oportunidad.

¿Qué es lo que le importa más, la imaginación o la crónica?

He trabajado mucho, he invertido casi dos años en esta novela. Investigar es importante, te da poso, te permite saber muchas cosas. Y, teniendo en cuenta que es una novela de ficción, también hago crónica. Retrato una época.

¡Y vaya crónica! ¿Es consciente de que la colonización española queda bastante malparada?

Fue así, pero España, por lo regular, lo ha ocultado o no ha asumido sus contradicciones. Las condiciones eran duras, adversas, se había abolido la esclavitud, pero aún era como un tren que pasaba a una gran velocidad. España no ha sido sincera con su pasado colonialista en Cuba: no sé si por vergüenza, complejo de culpa. He aprendido una cosa…

MAYTE UCEDA, ESCRITORA EN EL CENTRO DE ZARAGOZA 23-01-2024 FOTO FRANCISCO JIMENEZ [[[FOTOGRAFOS]]]
Mayte Uceda disfruta mucho en el proceso de investigación y documentación.
Francisco Jiménez.

Díganos.

No quiero ni juzgar ni justificar el pasado ni interpretarlo con los criterios del presente. Hay otro aspecto que para mí es importante: escribo de un período crítico, Cuba se está jugando su independencia, el colonialismo tiene muchas contradicciones, el ambiente es hostil, pero yo intento que la novela abra caminos a la esperanza. Creo que tiene mucha luz.

En un sentido metafórico, ¿qué quiere contar?

Coincido con José Saramago, que dijo algo que tengo muy presente: «Mis personajes son mis maestros de vida». Me sucede eso exactamente. Aprendo de ellos y con ellos.

¿Deciden los personajes por sí solos, la arrastran, quiere decir?

Yo los creo, pero cuando los dejo por ahí, parecen llamarme. Y allá voy: los redondeo, les doy nuevas historias y los quiero.

"Disfruto mucho leyendo a otros autores como Isabel Allende y, muy especialmente, a Galdós. Pienso en sus ‘Episodios nacionales’ o en libros como ‘Fortunata y Jacinta’, ‘Misericordia’ o ‘Gloria’"

Ha dicho que ha leído a autores cubana de la época.

Sí varios. Me resulta muy interesante ver cómo hablaban, giros, diálogos, curiosidades. Y eso ha sido importante para la novela. Pero también he leído a autores de ahora como Pedro Juan Gutiérrez y su ‘Trilogía sucia de La Habana’. Disfruto mucho leyendo a otros autores como Isabel Allende y, muy especialmente, a Galdós. Pienso en sus ‘Episodios nacionales’ o en libros como ‘Fortunata y Jacinta’, ‘Misericordia’ o ‘Gloria’. Ahora vivo en Cudillero y me dedico solo a escribir. Me encanta este oficio: ¡lo disfruto tanto!

El espejo le devuelve una fondo difuminado. La colonización española en Cuba también tuvo sus períodos borrosos.
El espejo le devuelve un fondo difuminado. La colonización española en Cuba también tuvo sus períodos borrosos.
Francisco Jiménez.
Comentarios
Debes estar registrado para poder visualizar los comentarios Regístrate gratis Iniciar sesión