Las artistas rurales se reivindican en Sariñena: "Yo no nací siendo payasa. ¿O alguien nace siendo ingeniera?"

La actriz, bufona y payasa Patricia Coronas, natural de Grañén, ha sido una de las invitadas a la nueva jornada de inspiración organizada por Aragón Emprende en Sariñena.

En el centro, Patricia Coronas, junto a otra de las emprendedoras monegrinas, la pianista Nati Ballarín. El acto ha tenido lugar la sede comarcal de Sariñena.
En el centro, Patricia Coronas, junto a otra de las emprendedoras monegrinas, la pianista Nati Ballarín. El acto ha tenido lugar la sede comarcal de Sariñena.
P.P.A.

"¿Payasa?", "¿Y eso se estudia?" o "¿Cómo te ganarás la vida a los 40?". Patricia Coronas, natural de Grañén, es una de las muchas artistas que ha tenido que enfrentarse una y otra vez a este tipo de prejuiciosas cuestiones, que desmonta con argumentos y hechos. Tiene una amplia formación, varios reconocimientos y además, ha alcanzado la edad de la pregunta en plena ebullición profesional. De hecho, como ejemplo, la monegrina fue la elegida para conducir la última edición de los premios Simón.

La actriz, bufona y payasa, que ha elegido desarrollar su carrera desde el medio rural, ha sido este jueves una de las invitadas de las Jornadas Inspiradoras del programa EREA+, que está promovido por Aragón Emprende y que ha tenido lugar en la localidad de Sariñena. Allí ha compartido escenario con otras emprendedoras y compañeras de profesión, entre ellas, otras tres monegrinas: la artista Berta Gascón, la pianista Nati Ballarín y la pintora María José Chinestra. También han participado la ingeniera Patricia Heredia, de MiniVinci, y la actriz y poeta Bea Silvestre.

El objetivo principal de esta iniciativa, que se desarrolla en diferentes puntos de Aragón, es poner en valor el papel de las mujeres emprendedoras del medio rural como elemento esencial del desarrollo del territorio. Y este jueves lo han conseguido, a través de ejemplos inspiradores, que han demostrado su capacidad para revitalizar el medio rural de la mano de todo tipo de iniciativas como espectáculos de calle, rutas teatralizadas, talleres artísticos o conciertos de piano.

Las emprendedoras han hablado de las bondades de desarrollar su profesión en el medio rural, donde encuentran grandes espacios a precios asequibles y además, "podemos aislarnos del ruido de la ciudad", ha indicado Coronas. Pero también han hablado de limitaciones que van más allá del lugar geográfico en el que se encuentran.

La actriz y payasa ha puesto sobre la mesa muchas de las barreras que ha tenido que ir derribando en su camino. Para empezar, ha asegurado que hay que defender la propia profesión de aquellos que infravaloran el arte. "Yo no nací siendo payasa. ¿O alguien nace siendo ingeniera?", ha preguntado, poniendo en valor las horas invertidas en su formación. También aquellas que dedica a crear desde cero sus espectáculos, de la idea al montaje final, donde lo importante "es conectar con el público y generar emociones", ha dicho. "Y eso es difícil si al lado del escenario se coloca una barra de bar o se reparte chocolate", ha explicado, haciendo referencia a la necesidad de respetar el espacio y el trabajo del artista.

El coste debe reflejar además el proceso completo, incluyendo el tiempo destinado a aquellas tareas menos satisfactorias como promocionar y vender el producto o pelearse con la contabilidad. "También hay que saber de números, IVA, IRPF o después, te llevas una sorpresa", ha dicho, coincidiendo con otras de las entrevistadas en la necesidad de formarse en tareas básicas de administración. "Me hubiera ido muy bien un asesoramiento de carácter financiero cuando empecé", ha señalado.

También le ha quitado presión a aquellas a las que les falta el último empujón. "Hay muchas posibilidades de fracasar a la hora de emprender y por lo tanto, si lo aceptas desde el principio, te vuelves casi invencible", ha dicho. "O te hundes o te haces fuerte", ha señalado. A ellas, a las que quieren lanzarse y emprender, les ha lanzado un último mensaje: "Me gustaría decirles que se atrevan y que no esperen; hay muchas cosas que faltan en los pueblos y que ellas pueden aportar". "A lo largo de la historia, las personas más innovadoras fueron tachadas de locas, así que adelante con los proyectos más locos", ha añadido.

Y, precisamente, entre otros muchos testimonios, la historia de Berta Gascón, asentada en Grañén, ha permitido ratificar sus palabras. De hecho, ha confesado que fueron tildados de "locos" cuando aparecieron en el territorio y plantearon crear una residencia artística rural, a la que ahora acuden unas 200 personas al año de todo el mundo y que ha sido el punto de partida de grandes proyectos, entre ellos, MAR, una red de más de 300 mujeres artistas del medio rural.

Para Gascón, además de aportar entretenimiento, crítica y reflexión, el arte llevado al medio rural "contribuye a la revitalización de los pueblos y además, ayuda a mantenerlos vivos". La actividad se ha cerrado con Nati Ballarín al piano y la poesía de Bea Silvestre.

Las jornadas se enmarcan en el programa EREA+ que está financiado por los Fondos de Cohesión Territorial del Ministerio para la Transición Ecológica y Reto Demográfico e impulsado por el Gobierno de Aragón a través de la Fundación Aragón Emprende.

Comentarios
Debes estar registrado para poder visualizar los comentarios Regístrate gratis Iniciar sesión