"En invierno se baja mucho la guardia", dice Sofía Yuste, directora de centro medico estético Gloria Pereda. La especialista describe cómo en torno al cuidado de la piel en verano existe ya mucha concienciación, gracias a numerosas campañas que previenen, sobre todo, de los peligros de desarrollar cáncer de piel. 

Si bien el frío no produce efectos tan graves, sí que resulta claramente nocivo para la epidermis. "El frío altera la barrera cutánea y la deshidrata, de manera que se queda tirante y mucho más sensible, hasta el punto de que puede picar o escocer", explica Miriam Chueca, quien regenta la cuenta de Instagram @cosmetica_a_prueba. Temperaturas extremas, como las de estos días, pueden incluso provocar rosáceas o dermatitis, que podrían tener remedio con un poco de prevención.

"Así como hay una idea extendida de que hay que preparar la piel para el verano, no sucede lo propio de cara al mal tiempo", sostiene Sofía. "Mucha gente viene al centro cuando el daño está hecho, con cutis tirantes, pelados o con algún escozor". "Los daños del sol se suelen ver enseguida cuando nos quemamos o nos salen manchas, pero los del frío tardan más en visualizarse, ese puede ser otro de los motivos por el que se tiene menos presente".

A juicio de Sofía, Aragón en general y en particular Zaragoza tiene algunas ventajas desde el punto de vista del cuidado de la piel: "No hay ciudades tan contaminadas como Madrid, pero el clima es un problema, porque es extremo. En el caso de la capital aragonesa, hay que añadirle el cierzo, que reseca aún más la piel".

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Ana Lostao, directora de Estética Lostao, añade otro factor agresor, para ella de los más importantes: "Los cambios bruscos de temperatura. Tenemos que darnos cuenta de que estos días podemos pasar de bajo cero a 20 grados al entrar en una casa y eso es fatal para la piel".

Las tres expertas, además, inciden mucho en la necesidad de cuidar también en estas fechas los labios ("los grandes olvidados") y las manos. Y también en que en invierno "hay que usar igualmente protección solar. Siempre, los 365 días del año", insisten.

Consejos para cuidar el rostro en invierno

Pero, ¿cómo preparar la piel para estos fríos y, una vez entrados en el rigor invernal, mantener un cutis sano?

"Hay que poner el foco en la limpieza", dice Miriam Chueca. Para Sofía Yuste, esta condición es imprescindible para que cualquier tratamiento posterior funcione: "Si la piel no está en condiciones, es tirar el dinero. Si llegas en enero a un centro de estética con la piel cabreada por el frío, no se puede aplicar ningún cuidado posterior".

Independientemente de la conveniencia de una limpieza profunda y profesional cada comienzo de temporada, Miriam Chueca da algunos consejos para la diaria, en casa: "Es mejor no aplicar agua caliente en la cara y, a ser posible, que se limpie el rostro específicamente, fuera de la ducha, con temperaturas más tibias. Mejor con limpiadores suaves y secando sin frotar, con toquecitos".

Una vez limpiada la piel, llega el tratamiento diario, que en invierno ha de subir varios escalones en cuanto componentes grasos de los productos.

Qué cremas son las mejores en invierno

"Es como cuando pones aceite sobre el agua y esta no se evapora", ilustra muy gráficamente Ana Lostao, quien señala que el objetivo número uno en invierno ha de ser el de mantener bien hidratada la piel. Hasta el punto de que llega a recomendar un humidificador en casa.

Las expertas hacen lista de los componentes de las cremas ideales para el frío: ceramidas (sobre todo, por su potencial como función barrera), ácido hialurónico, vitamina D o niacinamidas, entre otros. Para el cuerpo, urea o pantenol.

Lostao sugiere un truco para enriquecer las cremas en invierno: "A las que usemos habitualmente se les puede añadir algún aceite esencial, por ejemplo de rosa mosqueta, para hacerlas más untuosas, como manera de adaptar cremas que en esta época se quedan cortas". Porque Lostao recalca: "En invierno son fundamentales cremas con un extra de grasa". "Hay muchas gamas de precios -explica Yuste-, porque lo que normalmente encarece una crema son los componentes antiedad".

En cuanto a los labios, las tres profesionales coinciden en que hay que poner más atención y que, incluso, señala Yuste, "suele ser la primera parte del rostro que da señales cuando hace frío". Lostao hace hincapié en el caso de los niños: "Debemos vigilar que tengan siempre los labios secos, porque tienden más a sacar la lengua. En invierno se ven las zonas peribucales de los niños muy rojas". Lo mismo aconseja con las manos: "En invierno siempre bien secas". Y añade otra parte del cuerpo que merece la pena hidratar en invierno: las orejas.