BALLET. OCIO Y CULTURA
Ana Continente: “Vivo en un estado creativo constante y mi implicación con la danza es máxima”
La bailarina y coreógrafa zaragozana gana el premio Santa Isabel de Portugal de Danza con ‘Claroscuro de Artemisia’, que tiene música de Pilar Almalé.
La bailarina y coreógrafa Ana Continente y la instrumentista y compositora Pilar Almalé acaban de ganar el primer premio Santa Isabel de Portugal al mejor espectáculo de Danza 2023 con ‘Claroscuro de Artemisia’, centrado en la figura de la pintora Artemisia Gentileschi (Roma, 1593-Nápoles, 1653). El galardón está dotado con 6.000 euros. “Estoy muy orgullosa de este reconocimiento que tanta alegría ha traído a mi vida”, dice Ana Continente sobre este montaje que su compañía había estrenado el 10 de noviembre de 2021 en el ‘Festival Mujeres a Escena’ en el Teatro de las Esquinas, de Zaragoza, y que luego se presentó en otros lugares. Ana Continente es bailarina y actriz (ha trabajado con El Silbo Vulnerado y Teatro del Alba, entre otras compañías), se formó en Eurora y con Emilia Baylo, y ahora tiene escuela y compañía propias.
¿En qué consiste el espectáculo?
‘Claroscuro’ de Artemisia es una fantasía escénica que fusiona danza, música y teatro para adentrarse en la figura y la obra de Artemisia Gentileschi, maestra pintora italiana del Barroco. En una ficción creativa justificamos como sincrodestino el nombre de esta artista con la diosa griega Artemisia: “No hay nombre que no esté predestinado”. Llamarse Artemisia marcó el rumbo de esta mujer artista con la fuerza, el poder y la libertad. La diosa de la virginidad da nombre a una mujer que fue violada siendo virgen todavía. Sufrió por ello la humillación social y la tortura que se le ejecutó para declarar la inocencia del violador, que insólitamente, fue acusado culpable.
¿Qué le atrapó de la personalidad de esta mujer, tan célebre ya, y expuesta en el Museo del Prado?
Marcada por la fuerza de la victoria y la tragedia, transforma las profundas oscuridades en arte con su deslumbrante pasión y su talento infinito. Artemisia pintó a sus personajes femeninos con el coraje y la fuerza física que los misóginos de la época trataron de negar. Pintó interpretando la acción con una teatralidad y un dramatismo expresivos que rápidamente la hicieron destacar y triunfar como pintora. Abrió caminos en la interpretación: heroínas, mujeres que renacen del drama, mujeres capaces de cambiar el mundo generado por los hombres.
A veces, por su verismo, parece una pintora del desgarro y la violencia. ¿Qué quería hacer con su función?
Concebí la dramaturgia tras un año de documentación(que coincidió con la pandemia y la postpandemia). Como artista quería compartir belleza y poesía, y ponerme al servicio de una historia fascinante y transmitir luz e ilusión al mundo exterior, pues todo nace de tu universo interno cuando concibes una historia para ser contada. La historia de Artemisia Gentileschi es un ejemplo que fortalece el alma y nos contagia esperanza y poder. Ella transformó el dolor y el sufrimiento en algo sublime a través de su talento y de su gran dedicación al arte.
¿En qué medida es clave para usted su condición de mujer?
Artemisia quería transmitir una verdad que actualmente grita a través de muchas disciplinas artísticas: las vivencias y logros de una mujer artista que, a pesar de ser omitidos o borrados por la Historia, lograron sobrevivir hasta la actualidad, es decir, la fuerza de la verdad. Quise resaltar la historia de mujeres que vivieron del Arte e incluso lo modificaron con su buen hacer, con su talento y gran sensibilidad. Quise dar a conocer la obra de esta gran pintora que es de una fuerza transgresora, incluso. Pilar Almalé y yo nos sentimos reflejadas en nuestros recorridos profesionales y personales con este inspirador y querido ser: la gran Artemisia Gentileschi.
Su grandeza y su maestría ha sido reconocida en los últimos años sin tapujo alguno. ¿En qué momento está Ana Continente con tantos años de profesión y aún joven a sus espaldas?
Vivo ahora mismo con la creencia de que lo mejor está por venir. No olvidemos que tengo una Escuela y una Compañía activa. Con todo el trabajo de investigación y experimentación en danza teatro que llevo realizando hace tantos años experimento una constante renovación y evolución en mi manera de expresar la danza. Sigo aprendiendo con entusiasmo, sigo descubriendo. Vivo en un estado creativo constante y mi implicación con la danza es máxima.
Lleva muchos años en el oficio. ¿Cómo le responde el cuerpo?
Mi cuerpo sigue disponible para estar al servicio que todo este proceso exige. Y, eso sí, me cuido muchísimo. Algo muy importante es que soy muy feliz, bailo para ser feliz y desde ahí todo funciona. He de resaltar que tengo muy buena genética, mis padres son mayores y siguen al pie del cañón. Mi padre a sus 90 años todavía va a labrar con su tractor y mi madre es un terremoto andante. Heredé de ellos la gratitud y la ilusión por vivir.
¿Cuál es la participación de la intérprete, compositora y cantante Pilar Almalé en ‘Claroscuro de Artemisia’?
Pilar Almalé es una gran artista. Joven, talentosa y ambiciosa en el buen sentido de la palabra. Fue ella quien me habló de Artemisia Gentileschi. En escena es una gran compañera y una fuente de inspiración constante. Pilar toca viola de gamba en directo, ha hecho los arreglos y la composición musical del espectáculo. Trabaja como actriz, pues interpreta texto en italiano y en español. Este espectáculo exigía texto para su total compresión, así que escribí un texto para Pilar también. Somos dos artistas multidisciplinares.
¿Qué le dice esa nueva vertiente de la danza en la calle? Se baila en cualquier sitio y eso se ha registrado en vídeo y en cine documental. ¿Se ha popularizado, ha perdido solemnidad?
El arte ha de llegar al público, pues su esencia es ser compartido y, a cuanta más gente pueda llegar mejor, así se dimensionará esta máxima que le da pleno sentido: comunicar. Ahora bien, se haga Danza en la calle o en teatros, sala, auditorios ha de hacerse con la máxima calidad y compromiso. La profesionalidad ha de ser defendida pase lo que pase y sea dónde sea. Nuestro peor enemigo es la falta de profesionalidad en las propuestas que puedan ser programadas.
