Alhaja: Zaragoza estrena una puerta a la joyería mediterránea

La zaragozana Irene Rodrigo y la sevillana María Borrero inauguran un 'showroom' con sus creaciones con un pie en el joyero de la abuela y otro en la contemporaneidad.

Irene Rodrígo (izquierda) y María Borrero, creadoras de Alhaja Cult Store.
Irene Rodrígo (izquierda) y María Borrero, creadoras de Alhaja Cult Store, en su nuevo 'showroom' en Zaragoza.
Guillermo Mestre

La historia de Alhaja Cult Store comienza hace tres años. Cuando la zaragozana Irene Rodrigo y la sevillana María Borrero unieron sus gustos forjados en numerosos viajes y experiencias viviendo en distintos países. Lo hicieron con esta marca que sincretiza las variadas formas de la joyería mediterránea con un pie puesto en el joyero de la abuela y otro en las tendencias y estéticas contemporáneas.

Con tienda 'online' y presencia en tiendas seleccionadas de Estados Unidos, Francia, Taiwán o Corea, la firma hace un camino de vuelta a casa, en concreto a la de una de ellas, Irene, para abrir un 'showroom' en el corazón de la capital aragonesa, en la calle San Andrés del Casco Histórico.

El cuidado espacio busca servir de escaparate de la marca a la vez que de 'cuartel general' para su equipo. No es una tienda al uso, habrá que pedir cita a través del correo electrónico que se muestra en la cristalera, pero sí una puerta abierta a lo presencial, a que la clientela pueda probarse y tocar unas piezas que apuestan precisamente por lo orgánico.

"Nos gusta que en nuestra joyas se note lo artesanal, que tengan un aspecto que recuerde a las de nuestras abuelas, para nosotras, en la imperfección hay perfección", cuenta Borrero.

A estas alturas, Alhaja tiene tres claros puntales. Si atendemos al producto estrella son los anillos con mensaje, aros y sellos con palabras del acervo mediterráneo, en español o en italiano, pero que son fácilmente entendibles para un público internacional. 

En cuanto a los materiales, la perla es uno de los distintivos de Alhaja. Un clásico de la joyería que en su caso les sirve de puente entre la tradición y la modernidad que ellas transitan. Las perlas que Inés y María trabajan son irregulares, las llamadas barrocas, en varios tamaños y formatos. Desde complementadas con otras piezas o como argumento principal en collares tipo 'chocker' que, por cierto, tienen un gran éxito entre el público masculino. Con vocación 'no género', Alhaja fue precursora a la hora de situar la perla como tendencia entre los ornamentos para hombre.

Como tercer eje de la marca aparecen los amuletos, que representan esa cultura mediterránea que preside sus diseños. Colgantes y pendientes revisitan estos talismanes cuyo origen es lo mismo religioso que esotérico: desde la mano de Fátima a el ojo turco pasando por el escarabajo egipcio, así hasta completar una colección que ahora se compone de nueve piezas diferentes. Todas pueden comprarse como colgante o bien combinarse con otras cadenas o collares de la marca o añadirse a alguno que ya tengamos.

Además de estas creaciones singulares con vocación intemporal y fácilmente combinables para el día a día, en Alhaja también ofrecen joyería 'fondo de armario' como aretes de todas los tamaños.

En la última colección, pensando en ocasiones más especiales, han lanzado una línea de pequeñas piedras trabajadas con la técnica del crochet.

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