Adriana Abenia: "'Sálvame' me lo dio todo y me lo quitó todo"

La presentadora zaragozana se desnuda emocional y profesionalmente en 'La vida ahora', un diario sin tapujos en el que repasa un momento delicado de su vida cuya superación quiere compartir. 

Adriana Abenia con su libro 'La vida ahora'.
Adriana Abenia con su libro 'La vida ahora'.
H. A.

Adriana Abenia se ha desnudado emocional y profesionalmente, que durante un tiempo vino a ser lo mismo, en 'La vida ahora', un libro que discurre entre lo autobiográfico y la superación de una experiencia traumática que la presentadora zaragozana busca compartir con los lectores como herramienta. A partir de aquello, sucedido mientras trabaja en 'Sálvame', Abenia hace repaso de sus debilidades y fortalezas sin pelos en la lengua. 

Por las páginas del libro, ya a la venta y que presentará en la capital aragonesa el próximo 21 de diciembre, pasan nombres muy conocidos del mundo de la televisión como Paolo Vasile, Jorge Javier Vázquez,  Florentino Fernández o Carlota Corredera. Pero sobre todo se da cuenta de una transformación personal, casi íntima: "Escribiendo este libro he dejado mucho a la intemperie de mí y todo el mundo puede conocer mis puntos flacos, pero ahora soy la suficientemente fuerte para que no me afecte", dice.

¿Por qué ha escrito 'La vida ahora'?Dudé en si llevarlo a cabo o no y fue mi marido el que me empujó, porque de lo contrario no me habría metido en esto. Pero estoy súper contenta, es como haberme quitado una carga increíble.

¿Y por qué ahora?Sentí que los años habían resuelto todo y creo que mucha gente se puede sentir identificada conmigo en una sociedad en la que vivimos en un continuo jet lag, a una velocidad que no corresponde. 'La vida ahora' es un viaje a las curvas de mi vida.

Adriana Abenia, en una foto reciente.
Adriana Abenia, en una foto reciente.
Silvia de la Fuente

La narración parte de un momento muy concreto, un 7 de octubre de 2010, cuando trabajaba para 'Sálvame'.Rescato un trozo de mi vida que se complicó por no cuidarme y por no frenarme, por no tener consciencia de mí misma. Por no pensar ni reflexionar. Cuando además te gobierna un trabajo que te gusta puede ser venenoso, porque por el camino olvidas lo importante. Olvidé mi casa, mi familia, mi novio, mi salud, mi ciudad. Muchas cosas.

"'La vida ahora' es un viaje a las curvas de mi vida".

"Es un libro llorado de principio a fin, lo escribí como si fuera un diario, como si nadie más lo fuera a leer".​

En el libro aparecen nombres muy concretos: Paolo Vasile, Jorge Javier Vázquez, Florentino Fernández...El libro está escrito sin censurar nada y sin evaluar a nadie. Me valgo de nombres y momentos para que la gente entienda las circunstancias por las que estaba pasando, porque es un libro para cerrar heridas pero no para abrirlas. De ahí que a veces también haya protegido el nombre de ciertas personas.

¿Por qué ha omitido esos nombres?Probablemente para que no se liara (risas).

Pero los que nombra no son unos cualquiera...A estas alturas de mi vida en la que casi estás de vuelta no tengo nada que perder. Al contrario, me resulta liberador. Es un libro llorado de principio a fin, lo escribí como si fuera un diario, como si nadie más lo fuera a leer. Pero también en el fondo de mi corazón sé que también es lo que me hubiera gustado tener cuando empecé en esto de la tele, sumida en el caos. Mucha gente se va a sentir muy cerca de mí.

"Terminé el libro el mismo día y a la misma hora en la que terminaba 'Sálvame'.

​"He dado el cante en más de una ocasión"

¿Teme que se le cierren puertas profesionales?
No, no. Después de 13 años de éxito no tengo miedo de nada. En todo caso, estoy a ver qué pasa. A ver qué puede remover. Pero ese no era el objetivo, lo que buscaba era explicar lo que me sucedió en su día, cuando era esquiva a hablar de un programa ('Sálvame') en el que pasé los mejores y peores momentos de mi vida. Me lo dio todo y me lo quitó todo. Muchas veces he rellenado el puzzle con mentiras y creo que va siendo hora de que la gente sepa que nuestras vidas no son perfectas, las de nadie. Que en ese momento tuve que callar para que nadie supiera lo que me sucedió, un problema grave que me llevó al hospital por culpa de no poner límites. Porque el programa no me cuidó, pero yo no supe frenar a tiempo. Muchas veces el cuerpo susurra y, si no le haces caso, grita.

El libro está actualizado. Recoge el final de 'Sálvame'Ironías de la vida: terminé el libro el mismo día y a la misma hora en la que terminaba 'Sálvame'.

¿Le hizo eso replantearse algo de lo escrito?No, pero es curioso como la historia comienza en 'Sálvame' y termina ahí.

Da la impresión de que usted explota su físico de manera poco común.He dado el cante en más de una ocasión (risas). Mi físico me ha condicionado. Me abrió las puertas de la tele porque la imagen es muy importante y negarlo sería absurdo, pero luego tuve que demostrar mucho más. Mucho más que esa imagen de chica rubia con una sonrisa en la boca. Soy una persona alegre pero bien es cierto que me inicié en la tele con un personaje porque me costaba mucho abordar el momento televisivo siendo yo misma. Hasta que decidí desprenderme de él cuando ya ni siquiera sabía cuál era la diferencia entre el personaje y la persona.

¿Lo sabe ahora?Ahora sí. La madurez es eso. Sumar experiencias y no labrar lo que tú eres en torno al juicio ajeno, muchas veces mensajes tóxicos. Ahora me escucho por encima de todo el mundo.

"Antes tenía la sensación de que por ir más deprisa iba a llegar antes y es al contrario".

​"Volver a Zaragoza era recobrar parte de lo que yo era"

¿Se ve una 'rara avis' dentro del mundillo televisivo?Antes era muy ambiciosa y competitiva, es una cuestión de educación. He cometido muchos errores en ese sentido. Siempre he sentido que tenía que estar demostrando a la gente mi valía y, de hecho, buscaba la validación externa. Probablemente mis inicios en televisión también están relacionados con eso. Pero he de reconocer que la tele me fascina. Tal vez por todo eso me vi abocada a una situación que nunca imaginé y que hubiera sido incapaz de escribir hasta hace muy poco tiempo. Muchas personas cercanas ni siquiera saben lo que hay dentro de este libro, se van a enterar leyéndolo.

¿Se puede ser una estrella televisiva con el freno puesto?Antes tenía la sensación de que por ir más deprisa iba a llegar antes y es al contrario: igual no llegas nunca. A veces hay que parar y si aquel 7 de octubre mi vida no se hubiera ido al garete no sé cómo habría terminado. Me daba entonces la sensación de que todo el mundo iba disfrazado de lobo feroz. Que te dan consejos en su propio beneficio porque tú no eres más que un producto mientras la audiencia te quiera. Por eso yo siempre he tenido una maleta preparada en la calle y un piso comprado en Zaragoza, que es el sitio que amo.

Hablando de su ciudad, en el libro Zaragoza aparece de manera recurrente.Zaragoza era un refugio como lo era la casa de mi abuela,. Aunque estaba en Madrid, nada lejos, al volver era recobrar parte de lo que yo era, de cuando estaba instalada en una rutina que me hacía bien. De repente todo eso cambió. Necesito mantener ese vínculo con mi ciudad natal, es super importante, con mis amigos de toda la vida, que siguen siendo los mismos.

En el libro habla de decir no, pero en su mundo, tan competitivo, eso puede suponer que se olviden de una.Los síes han sido importantes, sobre todo cuando comencé, pero son los noes los que me han llevado mucho más lejos. Labrar lo que tú eres, limitar lo que estás dispuesta a hacer y qué no.

'La vida ahora' se presenta como en dos partes. Empieza con sus debilidades pero acaba con sus fortalezas.
Lo mejor del libro es que sin ser yo experta doy las herramientas con las que he vuelto a ser la Adriana que era. Diferente pero fuerte. La verdad es que fue muy duro, muy duro. Pero por eso lo pongo a disposición de la gente, de los que sienten que la vida no se corresponde con lo que buscan.

¿Se ha quedado ancha?Mucho.

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