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Un libro coral documenta y exalta "ese viaje maravilloso que se llama 'Andalán'"

Julia López-Madrazo coordina en el Paraninfo la presentación del volumen que celebra los 50 años del periódico que fundaron Labordeta y Eloy Fernández

Aún no había llegado Lola Campos; en la imagen, Carlos Forcadell, Mariano Anós, Julia López-Madrazo y Juana de Grandes.
Aún no había llegado Lola Campos; en la imagen, Carlos Forcadell, Mariano Anós, Julia López-Madrazo y Juana de Grandes.
José Miguel Marco.

“Casi no me creo: yo formé parte de ese proyecto maravilloso que se llama ‘Andalán’”, dijo Julia López-Madrazo, tras citar a Shakespeare, en la presentación del libro ‘Historia del periódico ‘Andalán’ 1972-1987’ (IFC, 2023), cuyo editor es el historiador Carlos Forcadell Álvarez, responsable de la Institución ‘Fernando el Católico’. Fue Julia, periodista y locutora de ‘Alrededor del reloj’, en Radio Popular con Plácido Serrano, quien bautizó a uno de los fundadores de la publicación, José Antonio Labordeta (1935-2010), como ‘El Abuelo’ “como recurso literario en la ‘Guía Cultural de Andalán’, para marcar distancia entre su trabajo y el de sus colegas de recitales y conciertos”. El otro fundador, recordado y llorado, fue Eloy Fernández Clemente (1942-2022).

Julia condujo el acto, emocionante, en la abarrotada sala Pilar Sinués del Paraninfo de la Universidad de Zaragoza, y con presentaciones fue dando la palabra a sus cuatro invitados: Carlos Forcadell, Juana de Grandes, Lola Campos y Mariano Anós. Forcadell, “hombre discreto, pero intelectual de una pieza”, pronunció un completo discurso de contexto que venía a ampliar una cita de la propia López Madrazo: “Hablar de lo que sucedió en 1972, fecha del nacimiento del periódico ‘Andalán’ en LíAinsa, requiere el análisis histórico desde el Aragón de los últimos años de aquel lejano franquismo cuya evolución, entonces, era más que incierta”.

López Madrazo entonó una suerte de ‘mea culpa’ al ceder el micrófono a Juana de Grandes, profesora de clásica y viuda de Labordeta. “¡Éramos unos pelmazos! Nos plantábamos todos en casa de Labordeta a hacer la revolución o el ‘Andalán’ en su cuarto de estar”. Juana leyó un precioso texto de una página donde explica los orígenes, la amistad de Eloy y José Antonio, y la importancia de algunos compañeros de viaje como Guillermo Fatás. Contó cómo se hacía el periódico, las discusiones y las visiones, y la presentación del proyecto en L’Aínsa, “para mí es un momento especial, un momento cumbre. Eloy estaba exultante, feliz, con una alegría contagiosa”. 

“Fuimos felices porque teníamos pocos años, mucha pasión y mucha prisa por vivir en una democracia plena”, dijo Julia López-Madrazo.

Recordó también cuando detuvieron a Eloy y lo llevaron encarcelado. “José Antonio decía que lo iban buscando y así era”, apuntó. Pese a todo, dijo, “siguieron adelante contra viento y marea, denunciando, haciendo humor y creando un nuevo pensamiento que era social, político e ideológico sobre Aragón, España y el mundo. Pero como decía José Antonio Labordeta las banderas a veces se rompen ye so ocurrió con ‘Andalán’; José Antonio tenía sus banderas rotas y ‘Andalán’ y el PSA fueron dos de sus banderas rotas por las que más sufrió y a las que más amó”.

El libro de la Institución 'Fernando el Católico'; a la derecha la mesa de invitados y la sala Pilar Sinués, llena del todo.
El libro de la Institución 'Fernando el Católico'; a la derecha la mesa de invitados y la sala Pilar Sinués, llena del todo.
José Miguel Marco.

Lola Campos, que fue directora de la publicación, la única mujer, hizo una defensa apasionada de su auténtica vocación, el periodismo, y recordó la importancia que había tenido ‘Andalán’ como escuela de jóvenes periodistas que luego pasarían a HERALDO, ‘El día de Aragón’ y otros medios. Y ya de paso, Lola y Julia recordaron “a linotipistas, maquetistas y trabajadores de los talleres editoriales de ‘El Noticiero’, de Talleres Cometa (el buen José Luis con su paciencia…), de ‘El Día de Aragón, que nos editaban los ejemplares hasta que alcanzamos la democracia”; algunos estaban en el Paraninfo, como Roberto Pardos, Florencio Nogués y Luis Buera. 

En ese instante, también se recordó otro refugio o santuario de ‘Andalán’: Casa Emilio y a Emilio Lacambra. Como dato curioso, ya en 1986, 'Andalán' tituló en portada 'El futuro es mujer', y dedicada sus 'Galeradas' a Ana María Navales y Soledad Puértolas, y abordaba a varias mujeres: Marisol Navarro, Merche Gallizo, Pilar Maldonado y Librería de Mujeres.

Juana de Grandes contó cómo se hacía el periódico, las discusiones y las visiones, y la presentación del proyecto en L’Aínsa, “para mí es un momento especial, un momento cumbre. Eloy estaba exultante, feliz, con una alegría contagiosa”

Mariano Anós, que llegaba a casi todo, incluso a terciar algunas polémicas literarias con Rosendo Tello, fue calificado por su anfitriona como un “renacentista”. Pintaba, escribía, hacía teatro, reseñaba poesía, etc. Recordó a su amigo Javier Delgado, tan presente en ‘Andalán’ durante años, y dijo que luego había seguido otro camino: trabajó con Nuria Espert, más tarde con Tábano y al final fundó el Teatro de la Ribera. Puso el cierre con unos poemas de 1981, dedicados a la isla de Mikonos. Julia López Madrazo, que reparó en “cuánto, cuánto hemos trabajado”, quiso recordar a otro colaborador ‘andalanero de la primerísima época’ como Emilio Gastón, que decía: “Y seguiré la lucha en subjuntivo. / Como si pudiera o pudiese...”. Agregó ella de su cosecha: “Y ahí seguimos todos nosotros, peleando y sin perder el sentido de la indignación”.

Había más de un centenar de personas, se vendieron todos los ejemplares que llevó la librería Cálamo, y el acto fue un motivo de reencuentro, de cariño y de celebración. Otra frase de la presentadora podría sintetizar la reunión de amigos: “Fuimos felices porque teníamos pocos años, mucha pasión y mucha prisa por vivir en una democracia plena”.

El libro se va a las 400 páginas y aborda numerosos aspectos de esos quince años con la mirada de especialistas jóvenes. Se ofrecen dos entrevistas, con Guillermo Fatás y Santiago Marraco, firmadas por Miguel Ángel Ruiz Carnicer (la primera) y Luis Germán y Pilar de la Vega. Tras el prólogo de Forcadell, ‘El tiempo de Andalán: el presente del pasado’, firman distintos textos Ana Asión, Carlos Domper y Nicolás Sesma, Pablo Marín Somoano, José Ángel Rupérez y Víctor Viñuales, Sandra Blasco Lisa, María Jesús Luna Serreta, María Ángeles Naval, Ignacio Periró, Jesús Pedro Lorente, Julio Gracia Lana, Fernando Sanz Ferreruela y Francisco Javier Lázaro Sebastián, Anabel Bonsón Aventín, e Iván Romero. El libro está lleno de curiosidades y sorpresas de historia, sociología, literatura, artes escénicas, arte (conmueve una página de Santiago Lagunas, que glosa la muerte de Fermín Aguayo), cómic, cine o la canción popular aragonesa.

Aspecto general de la mesa de invitados; a la izquierda, Julia López-Madrazo lee su presentación.
Aspecto general de la mesa de invitados; a la izquierda, Julia López-Madrazo lee su presentación.
José Miguel Marco.
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