CINE. OCIO Y CULTURA
Las hermanas Labordeta fundan Apolonia Producciones y filman una película de ficción
El cortometraje 'Los armarios no se vacían solos' es una obra sin melodrama sobre el duelo y la pérdida de seres querido, la ecología y la soledad
Las hermanas Ana, Ángela y Paula Labordeta De Grandes acaban de crear una productora, Apolonia Producciones (a la que se suma Carmela del Campo, hija de Ángela y sobrina de Ana y Paula), y con ella han realizado ya el rodaje de su primer proyecto de ficción: el cortometraje ‘Los armarios no se vacían solos’. Las tres han intervenido en la idea y luego cada una asume una tarea: la escritora Ángela Labordeta es responsable de la escritura del guión; Ana Labordeta es la protagonista, Diana, y tiene una antagonista en la joven Malena Casado, Violeta; Paula es la directora. Las cuatro se han rodeado de muchos colaboradores que habían participado en el documental ‘Labordeta. Un hombre sin más’ y “han empujado todos en la misma dirección”: José Carlos Ruiz y Jon Arteagabeitia, de Morroskos, en la imagen; Ana Bruned, en maquillaje y vestuario; Santiago del Campo en la música, etc.
“En fin. Es un equipo inmenso que se atreve y se tira a la piscina junto a nosotros sin preguntar ni dónde ni por qué. De repente nos encontramos completamente cobijadas, flanqueadas por todos los lados, y eso nos produce una seguridad que nos deja lanzarnos a hacer este proyecto”, añade Paula, que considera que “las amistades son importantísimas para ‘Los armarios no se vacían solos’ y para hacer películas… Ahí está Vanessa del Camerino de Kokô, que nos dejó desordenarle toda la tienda y aguantó con paciencia, y Paloma Polo, que nos cedió la casa de la protagonista con una generosidad absoluta”.
La hija menor de José Antonio Labordeta y Juana de Grandes ahonda en el argumento y en la intencionalidad del relato: “Lo que queremos contar en la película es algo tan duro, tan complicado, pero a la vez tan normal, como la pérdida de un ser querido. Puede ser tu padre, un hijo, tu pareja…y abordamos esa soledad en la que una persona, de repente, de un día para otro, se encuentra metido. Cada uno aceptamos esa pérdida de una manera diferente. En ese caos, el personaje central, una mujer madura se mete en sí misma, en un agujero del cual ni quiere ni puede salir ni desea que la saquen”. La directora matiza que todo lo intentan contar “con sencillez, sin melodramas. Con mucha realidad”.
Paula ha trabajado de operadora de cámara y también ha sido directora de series documentales -con sus hermanas, sin ir más lejos, hizo '20 del XX' para Aragón Televisión- y de la película sobre su padre que rodó con Gaizka Urresti, que logró el premio Goya. ¿Cómo ha afrontado el paso a la ficción? “Cada nuevo proyecto al que te enfrentas da vértigo. Tienes que dar el salto a un papel en blanco, primero, y luego a un plano vacío. Y por supuesto da más vértigo porque documentales yo había hecho muchos, pero esta es una obra de ficción, de entre quince a veinte minutos, y es la primera que hago, y además en solitario desde la dirección. Y el vértigo es mayor”.
Ángela Labordeta abunda un poco más en su tarea: darle vida un puñado de ideas sobre la muerte, la ausencia. “Lo primero que plantea el guión es el proceso del duelo, que en este caso lleva aparejada la edad, la dureza de la enfermedad. Cuando fallece su pareja, la protagonista no quiere saber nada del mundo ni de nadie, pero la vida sigue”.
Claro que sigue. Y recibe en su casa a una sobrina. Como podría presumirse saltan algunas chispas. “Sí, hay un enfrentamiento generacional. El corto se plantea cómo es el duelo de cada una de ellas, sin melodrama. Hay alguna escena tensa y fuerte, hay silencios. Creo que Paula ha tenido muy buen gusto a la hora de enfocar todas las escenas y de desarrollarlas. Está haciendo una cosa muy interesante, un trabajo de actrices: las citadas Ana y Malena, pero también María José Moreno, etc.”, agrega la autora de ‘Rapitán’ y ‘Funambulista’, y señala que “básicamente, las productoras somos las tres, y contamos con el apoyo de mi hija Carmela. El libreto es muy femenino y todas aportamos matices y puntos de vista aunque lo haya escrito yo. Es una historia que es universal, que nos afecta a todos y que creo que gustará”.
Para la actriz Ana Labordeta, con un amplio bagaje a sus espaldas, este proyecto está siendo un regalo. Lo llevaba desde hacía mucho tiempo en su cabeza y en su corazón. “Es un sueño perseguido durante mucho tiempo que, por fin, se ha hecho realidad. Trabajar con mis hermanas, mi sobrina Carmela y ese equipo que nos ha acompañado con su profesionalidad, cariño y entusiasmo es la experiencia profesional más enriquecedora y bella de mi vida”, confiesa. Y reconoce que la historia, la emoción, la tensión y la necesidad de avanzar le tocan muy adentro.
El cortometraje ya está en proceso de montaje y edición, cuenta con el apoyo de Aragón Televisión -ahora es Natalia Martínez quien ha asumido la tarea de tender puentes con el cine aragonés- y se estrenará en 2024. Luego, cuenta Paula, iniciará esa travesía tan gozosa y llena de sorpresas de ir de festival en festival.
