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Fernando Arrabal: "Digo, con Cervantes, que el fracaso muestra lo que el triunfo oculta"


El escritor, artista y ajedrecista, de 91 años, residente en París, explica las claves de su novela: ‘Un gozo para siempre’ (Libros del innombrable).

Fernando Arrabal en una de sus visitas a Huesca y Zaragoza, en 2008.
Fernando Arrabal en una de sus visitas a Huesca y Zaragoza, en 2008.
Javier Blasco.

Fernando Arrabal (Melilla, 1932) publica una novela muy libre y autobiográfica que contiene un viaje a los lugares de la memoria y a la vez un inventario de amigos, de hechos, de pasiones: ‘Un gozo para siempre’ (Libros del Innombrable. Zaragoza, 2023). Nos responde desde París y lo hace a su modo: con ingenio, con sorpresa y con respuestas que son un recurso dialéctico y metafórico, pero también una interpelación al lector y en el fondo una contestación contundente.

A los 91 años, señor Arrabal, ¿le apena que la vida sea tan corta?

Incluso ¿cuando llega a ser como una fotocopia de una fotocopia?

¿Tiene la sensación de que le falta algo por hacer, que habría querido hacer algo que no ha hecho?

Me parece que nunca oí a los que mandan pedir a su gente que acrecienten los principios.

Pensando en Ramón y Cajal, por un instante, y en uno de sus libros más famosos, ¿cómo se ve el mundo a los 90+I años? ¿Qué imagen, qué metáfora le viene a la mente?

El chipirón ¿es más apto que la ballena para constatar su insignificancia?

¿Cuál sería el ‘gozo para siempre’: la memoria, la creación (en su caso: la escritura, el arte, el ajedrez, la ciencia), la amistad, el surrealismo o el sexo?

Todo tiempo. ¿Cuándo el instante estuvo colmado de lo que pudo ser?

¿Qué cree que pensaría Mercedes Unceta, su maestra de párvulos, si pudiese saber qué decisiva ha sido en su vida? ¿Es ella, más que su padre muerto, el auténtico fantasma de su vida?

Es ella quien me enseñó a estar siempre y a ser humildemente quién soy; cuando los párvulos de Ciudad Rodrigo hubiéramos querido comprender que si el caballo de Troya hubiera sido un ratón ¿hubiera pasado inadvertido?

Uno de los retratos con trazos y dibujos que adornan este libro y que se expuso en la galería Canyon.
Uno de los retratos con trazos y dibujos que adornan este libro y que se expuso en la galería Canyon.
Libros del Innombrable.

Alude a ello en su novela ‘Un gozo para siempre’. ¿Ha dejado usted alguna vez de jugar a ser Dios?

Ni siquiera cuando los loros para justificarse ¿aprenden a hablar?

Volviendo a Mercedes Unceta. ¿En qué consiste ser un sabio o en qué consiste la sabiduría?

Me pregunto si para la madre, gracias a la ciencia, ¿Dios creó el acuario antes que los peces?

¿Cuál sería el balance de los recuerdos y las sensaciones que le proponía en la carta encontrada, esa que da origen a la novela, su maestra de párvulos?

Los párvulos mirobrigenses [el poblado prerromano de Ciudad Rodrigo] ¿vivíamos como si el bonsái de Newton hubiera descubierto la gravitación universal?

¿Por qué ha elegido a la joven Odile, de 25 años, médica, y no muy conocedora de su mundo, como guía para el viaje en ese regreso real y literario a España?

En el garito Destino ¿la ruleta es rusa?

A pesar de que lleva muchos años en París, desde finales de los años 50, parece que no puede desembarazarse de España. ¿Siguen siendo la niñez y la adolescencia su mejor paraíso?

Tan buenos recuerdos de los polis (¡pobre de mí!) y del samaritano carcelero … ¿incluso el más lascivo de los porqueros trataba de vestir la verdad desnuda?

¿Qué era más duro el régimen de Franco o sus cárceles?

¿Éramos  todos como Pavlov? Antes del mismo perro ¿salivábamos?

En el libro hay alguien que dice que el cine es lo mejor que ha hecho Fernando Arrabal. Esas siete películas y algunos cortos. ¿Qué piensa usted? ¿Qué ha intentado hacer en cine con sus siete películas?

Lo que estoy haciendo, lo que hice y lo que haga ¿será siempre y consustancialmente poesía?

"En Méjico almorzando Buñuel y yo solos, lo que había preparado magnífica-y-españolamente su enigmática y francesa esposa, me dijo: “Tú y yo ¡albricias! no nos normalizaremos ni aprendiendo a dibujar nuestras huellas digitales”.

Una de sus películas alude a ello. Uno de los grandes personajes de su libro es Borges, al que conoció en 1963 y le llamó a usted ‘africano’. ¿Qué cree que le debe al escritor, cómo ha influido en su obra, en su mundo, en su forma de pensar?

Con él Baal [el dios fenicio-cananeo de las tormentas] estuvo siempre tan furioso y tan cercano ¿que yo pude disponer de utopías?

André Breton también aparece muchas veces. El maestro del surrealismo. ¿Lo ama usted o, en realidad, lo odia?

En el Paseo de Venus con él ¿nos bañábamos con la juventud de la Libertad?; ¿solo en la oscuridad total la luciérnaga brillaba?

El erotismo está siempre presente. De muchas maneras, en muchos personajes: la coleccionista de arte Peggy Guggenheim (‘Mi idolatrada felatriz’), Picasso y Jacqueline, muchos otros. ¿Por qué ha sido tan capital para usted? Dicen que vivimos tiempos donde el sexo es más virtual o de pantallas que otra cosa. ¿Qué piensa?

Cuando los fanáticos del sexo dudan, ¿la razón les brinda argumentos?

Fernando Arrabal, en el Matadero, en el Festival Periferias en 2008.
Fernando Arrabal, en el Matadero, en el Festival Periferias de Huesca en 2008.
Javier Blanco/Heraldo.es

Aparece Luis Buñuel. Lo conoció y describe para Odile el argumento y la atmósfera de ‘Un perro andaluz’. ¿Se siente hermanado con él, se identifica con su surrealismo y su transgresión?

En Méjico almorzando, solos, lo que había preparado magnífica-y-españolamente su enigmática y francesa esposa me dijo: “Tú y yo ¡albricias! no nos normalizaremos ni aprendiendo a dibujar nuestras huellas digitales”.

¿Siente melancolía de España?

Como intentó demostrar Kant en Königsberg: ¿el camaleón solo muestra su color cuando está junto a otro?

Cuenta usted, Fernando, que Cioran le dijo: “En España se puede alcanzar el fracaso”. ¿Qué le parece? ¿Ha triunfado usted en España o ha fracasado?

¿Quería decir que yo solo hubiera podido triunfar en Rumania? ¿Es posible que las épocas de decadencia (aquí o allá) parezcan fértiles en obras maestras?

También habla de ello. ¿Qué nos dejó la pandemia?

Lo infinitamente pequeño nos asustó y conmovió ¿por su autonomía?

Ha muerto su gran amigo Milan Kundera. ¿Cómo lo recuerda, qué ha sentido con su adiós?

Inmenso dolor. ¿Las golondrinas volverán aunque estén de vuelta de todo?

"Lo que estoy haciendo, lo que hice y lo que haga ¿será siempre y consustancialmente poesía?"

¿Le gustaría despedirse del mundo en esa España de su infancia que recorre y que no puede olvidar? ¿Se le ha pasado por la cabeza o prefiere quedarse con la España soñada en su cabeza, en su alma y en su literatura?

Es tan peligroso representar una escena con un cocodrilo vivo... ¿Qué es mejor, reemplazarlo por un bedel verde?

Perdone, aunque le deseamos larga vida, pero ¿podríamos leer este libro, ‘Un gozo para siempre’, como su testamento? Al fin y al cabo es un inventario de obsesiones y amigos y recuerdos, el retorno a sus orígenes, una cita con Cervantes…

Como dije en mi mejor obra ‘La Confusa’, ¿el fracaso muestra lo que el triunfo oculta?» (Lo digo con Cervantes).

Uno de los muchos dibujos u óleos que le han dedicado a Fernando Arrabal, que también es pintor y dibujante. En este caso, es una alusión al nacimiento.
Uno de los muchos dibujos u óleos que le han dedicado a Fernando Arrabal, que también es pintor y dibujante. En este caso, es una alusión al nacimiento.
Archivo Arrabal.
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