sitios de leyenda y misterio

Fuendetodos: la fuente que no era de un señor feudal sino de todo el pueblo

Entre los atractivos que ofrece la localidad donde nació Goya, hay elementos populares como una antigua fuente medieval que acabó dándole nombre.

Portada gótica de la fuente vieja de Fuendetodos.
Portada gótica de la fuente vieja de Fuendetodos.
José Luis Ona

Detrás de muchas leyendas acaba apareciendo la pluma de un escritor, que ha dado forma a imágenes y sueños soterrados en el imaginario colectivo. ¿Hay algo más atractivo, deseable o justo que un pueblo unido pueda vencer a un poder omnímodo?

Cuando en 1614 Lope de Vega se puso a escribir ‘Fuenteovejuna’ seguramente lo hizo sin ningún ánimo especial, pensando que sería una más de sus cientos de obras teatrales (a las que hay que añadir 3.000 sonetos, cinco novelas, cuatro novelas cortas, nueve epopeyas y tres poemas didácticos). Poco le importó fabular en torno a los sucesos reales y distorsionar lo acontecido unos años antes (una revuelta social con el trasfondo de la injusticia social y la rivalidad entre Córdoba y la orden militar de Calatrava) para convertir la muerte de un comendador déspota en un asunto de honor familiar. Tampoco le importó que su Fuenteovejuna fuera en realidad Fuente Obejuna, un pueblo de la provincia de Córdoba que seguramente no visitó en su vida.

El genio madrileño tomó un suceso histórico que hoy prácticamente nadie conoce y lo elevó a la categoría de leyenda gracias a esas hábiles manipulaciones y un eslógan de éxito: ‘Fuenteovejuna, todos a una’.

Muy pocos saben que Aragón tiene su propio Fuenteovejuna. En una época determinada, seguramente en la baja Edad Media, los señores de Fuendetodos quisieron reservarse para sí el uso de la fuente. Y el pueblo se movilizó alegando que la fuente «es de todos», logrando seguir usándola. 

Esa leyenda se trasmitió de generación en generación, difuminándose, perdiendo los nombres propios pero sirviendo para explicar el nombre de la localidad, aunque la propia fuente se ocultara, por mor de la construcción de la carretera. Casi cae en el olvido si no fuera porque el arqueólogo José Luis Ona, a instancias del Ayuntamiento de la localidad, la localizó y decidió ponerla en valor, sacando a la luz su puerta gótica y permitiendo así que se visitara su interior. 

«Esa fuente, y esto no lo saben muchos vecinos de Fuendetodos, es el origen de uno de los afluentes más desconocidos del Ebro, el río Lopín –asegura Ona–. Nace en la fuente y muere en la balsa. Luego lleva curso subterráneo por los términos de Fuendetodos, la Puebla de Albortón y Belchite, y reaparece en Codo. Aguas abajo forma límite entre las provincias de Zaragoza y Teruel y desemboca en el Ebro en termino de La Zaida».

A esa fuente, también, seguramente acudió a coger agua para toda la familia un joven Francisco de Goya en las épocas en las que vivió allí. Pero esa es otra historia.

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