PATRIMONIO

Recuperan de entre las ruinas la única ermita románica del valle ribagorzano de Lierp

La colaboración vecinal y las ayudas del Cedesor y del ayuntamiento han permitido la reconstrucción de esta iglesia que formará parte de una ruta turística de ermitas del municipio.

Más de 80 habitantes del valle de Lierp y autoridades de Ribagorza asistieron a la inauguración de la recuperada ermita románica de Sala.
Más de 80 habitantes del valle de Lierp y autoridades de Ribagorza asistieron a la inauguración de la recuperada ermita románica de Sala.
J. M. A.

El valle de Lierp, encajonado entre los ríos Ésera e Isábena, está de enhorabuena ya que el esfuerzo colectivo de sus escasos vecinos y la contribución económica del Centro para el Desarrollo de Sobrarbe y la Ribagorza (Cedesor) y del Ayuntamiento han permitido volver a levantar de entre las ruinas la única ermita románica que conservaba este municipio ribagorzano y la más antigua ya que data del siglo XII.

Más de 80 habitantes de los ocho pueblos del valle festejaron por todo lo alto el día 18 la inauguración de las obras de esta ermita dedicada a San Vicente que está ubicada en Sala. Se trata de un pequeño núcleo que llegó a estar despoblado y que ahora tiene a una familia que reside fija solo seis o siete meses al año y una docena de vecinos más que acuden de forma más esporádica.

El promotor de este proyecto ha sido José María Ariño, alcalde durante 16 años. "Casi no me lo creo pero estoy muy satisfecho de haberlo conseguido gracias también a que se han volcado los vecinos", valora. Y es que tras una jornada que organizó en 2018 la Asociación Cultural Turbón Valle de Lierp para limpiar y consolidar los restos que quedaban, tuvo que esperar varios años más a recibir una subvención del Cedesor de 71.000 euros para acometer la rehabilitación, a los que hay que sumar otros 12.000 salidos de las arcas municipales. "Ya sabía que del Obispado de Barbastro no íbamos a sacar nada, pero mantenía la fe en el Cedesor", subraya.

La iglesia de San Vicente de Sala, en el valle de Lierp, presentaba un estado ruinoso antes de las obras.
La iglesia de San Vicente de Sala, en el valle de Lierp, presentaba un estado ruinoso antes de las obras.
J. M. A.

Para ello, tuvo que conseguir primero un documento del Obispado confirmando que era un edificio de propiedad municipal y propuso crear una ruta turística junto a las otras seis ermitas del valle (San Antonio de Egea, La Virgen del Pueyo, Santa Quiteria de casa el Roy, Santa María Magdalena de Serrate, Santa Bárbara de Joanalins y San Pedro de Padarnin). Además, el ayuntamiento se comprometió a contratar a un guía durante tres años que también hace labores de alguacil.

Ya en 1777, el entonces alcalde del valle de Lierp, Francisco Castel, alertaba en una carta al obispado de Lérida del mal estado de la ermita y que solo se conservaba "un cáliz con pie de bronce y el vaso y la patena de plata, cuatro manteles viejos, dos casullas, tres misales, una cruz de bronce y otra pequeña y una calderilla".

Con el paso del tiempo se hundió la bóveda y gran parte de la fachada por lo que solo quedaba en pie el ábside y con una gran grieta que también lo ponía en peligro. Por eso, han tenido que reconstruirla "casi toda", levantando una nueva bóveda y los muros que faltaban. También han trasladado desde Egea la pila bautismal que se guardaba en el pórtico de esa iglesia y la imagen de San Vicente. Los propios vecinos llevaron el cáliz y una pila pequeña para agua bendita que guardaron en su día al ver que avanzaba su ruina, y la asociación de cazadores del municipio costeó una nueva campana. Y aunque ya está inaugurada, para tenerla completamente finalizada aún quedaría por rehacer el brazo izquierdo incluyendo una pequeña bóveda.

Más de 80 habitantes del valle de Lierp y autoridades de Ribagorza asistieron a la inauguración de la recuperada ermita románica de Sala.
Vecinos del valle de Lierp frente a la recuperada ermita románica de Sala.
J. M. A.

"Gracias a que todo un pueblo que ha estado muy pendiente, hemos podido ir finiquitando lo más complicado, esos pequeños detalles que no entran en el proyecto", resalta Ariño. En este sentido, agradece en especial la colaboración de Lorenzo el Roy «por su perseverancia y entrega»; de Javier y Elvira de la familia Trencarrocas; de Rosario y Pablo; de Alicia y Héctor por los trabajos de electricidad; de Ana, Javier, Viky, José Ángel, Inma, Miro y Joseph María; así como de la Sociedad de Cazadores y de la Asociación Cultural Turbón Valle de Lierp.

En estos años también han recuperado otros elementos históricos de Sala como la cruz de cruce de caminos que se encontraban los peregrinos y que un vecino guardó en su pajar para que no se destruyera en la Guerra Civil.

Imagen que ofrece el interior de la ermita de San Vicente de Sala, en el valle de Lierp, tras su reconstrucción.
Imagen que ofrece el interior de la ermita de San Vicente de Sala, en el valle de Lierp, tras su reconstrucción.
J. M. A.

Más allá del sentimiento de orgullo por haber recuperado un patrimonio tan valioso, Ariño confía en que sirva de revulsivo turístico «porque en la ruta de las ermitas, la que todo el mundo querrá ver será la de Sala, que ha quedado perfecta", dice rotundo.

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