La restauración de las torres del Pilar se paró al día siguiente de empezar a montar los andamios 

El Cabildo dice que faltan trámites legales por cumplir y la empresa GJG que tiene un contrato firmado, y en orden, para ejecutar las obras

Estado en el que se encontraba ayer el andamio para restaurar una de las torres del Pilar, igual que el pasado 12 de junio.
Estado en el que se encontraba ayer el andamio para restaurar una de las torres del Pilar, igual que el pasado 12 de junio.
José Miguel Marco

La restauración de las torres del Pilar no ha empezado aún cinco semanas después de que se anunciara su inicio. Ni siquiera ha llegado a completarse el montaje de los andamios que la harían posible, y todo indica que las obras no empezarán, como mínimo, hasta octubre.

"Tenemos que seguir todos los trámites legales, este es uno de los principales monumentos de la ciudad y no queremos dar ningún paso en falso", subrayaba ayer el canónigo José Antonio Calvo, portavoz del Cabildo. Calvo aseguraba que la envergadura del proyecto (tres millones de presupuesto, dos años de ejecución) obliga, y no se ha hecho, a que pase por el colegio de consultores y el consejo de asuntos económicos de la diócesis, y que reciba además luego el visto bueno de la Santa Sede, !antes de pasar por las correspondientes comisiones de patrimonio, la del arzobispado y la provincial".

Los tres primeros plácets son en principio un mero trámite, aunque los organismos que tienen que darlos se reúnen una vez al mes, lo que dilata el proceso. Pero hay un dato importante: el último requisito que necesita la restauración de un Bien de Interés Cultural, como lo es el Pilar, es la aprobación del proyecto arquitectónico por parte de la correspondiente comisión provincial de Patrimonio. La de Zaragoza se reúne el jueves de la semana próxima (hay una reunión a final de cada mes, salvo en agosto) y, según ha podido saber este periódico, en el orden del día no se incluye la basílica. La próxima cita será a finales de septiembre.

Mientras, espera instrucciones la empresa contratista, GJG Ingeniería S. L., sociedad creada en julio del año pasado, con sede social en la localidad de Chiprana, y con el ingeniero Guillermo Jariod como administrador único. "El 12 de junio nos dijeron desde el Cabildo que empezáramos a montar los andamios y al día siguiente nos ordenaron parar. Y hasta hoy", relataba ayer Guillermo Jariod.

El responsable de la empresa aseguraba que "tenemos un contrato de obras oficial, firmado por el Cabildo, en el que se nos encomienda ejecutar la restauración". En cuanto a que el proyecto no haya llegado aún a la Comisión de Patrimonio, explicó que "el Ayuntamiento nos dijo que se lo mandáramos, que se encargaría de remitirlo a la Comisión de Patrimonio. Nosotros lo enviamos el 26 de junio y hasta ahora no hemos recibido ninguna notificación".

Desde la concejalía de Urbanismo se aseguraba ayer que "el Cabildo Metropolitano ha adoptado medidas de seguridad, como es el vallado de la zona, a requerimiento municipal y ante la posibilidad de que hubiera nuevos desprendimientos. Asimismo, tienen un proceso para licitar las obras que determinará qué empresa ejecuta los trabajos. Mientras tanto, existe una comisión de seguimiento conformada por el momento entre el Cabildo y distintos servicios del área de Urbanismo. Se está a la espera de conocer la intervención exacta, los plazos, la empresa que ejecutará las obras… Y con toda esa información se podrá remitir a la Comisión Provincial de Patrimonio de la DGA el expediente para su pronunciamiento".

La cosa va para largo, pues, a pesar de que se anunció el inicio de los trabajos. ¿Qué ha ocurrido desde el 12 de junio pasado? Aunque ninguna de las partes implicadas lo dice abiertamente, todo parece apuntar a que el Cabildo ha perdido la confianza en la empresa encargada de las obras. Algunas fuentes señalan que maneja incluso algún informe negativo y que en los últimos días el Cabildo ha mantenido varias reuniones para encontrar una solución rápida que permita reiniciar los trabajos. Pero, a tenor de lo que está ocurriendo, parece que no la ha encontrado.

En cualquier caso, Guillermo Jariod defendía ayer la calidad del proyecto. "En él está detallado todo lo que se va a hacer, prácticamente piedra a piedra. El equipo técnico no es de reciente creación, tiene experiencia. El proyecto arquitectónico lo han redactado dos arquitectos con varias décadas de experiencia (aunque no reveló sus nombres a este periódico). El Colegio de Arquitectos visó el proyecto al día siguiente de que lo presentarámos. Si hubiera habido el más mínimo problema nos lo hubieran rechazado. En el proyecto hemos optimizado al máximo los recursos: allí donde no era necesario sustituir una cornisa entera, por ejemplo, solo hemos propuesto cambiar una parte".

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