ARTE. OCIO Y CULTURA

Prado Vielsa: “Siento una necesidad biológica de crear en libertad y con placer en el arte”

La artista expone en Caja Rural de Aragón en Calatayud y ha ganado una beca de residencia artística de la Fundación Arranz-Raso en Castejón de Sos

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Prado Vielsa ya trabaja en la residencia artística de la Fundacion Arranz-Raso de Castejón de Sos (Huesca).
Santiago Arranz/Trinidad Raso.

La creadora Prado Vielsa presenta desde hace unos días la muestra ‘Límite de fuego’ en la Caja Rural de Aragón, en Calatayud. Forma parte de la faceta ‘artivista’ de esta artista de la luz, que pertenece al proyecto englobado dentro del estudio ‘Desaprender el paisaje’. A modo de presentación, o de síntesis rápida pero explícita, ‘Límite de fuego’ es una reflexión visual sobre el trágico incendio que azotó a la comarca de Calatayud el pasado verano de 2022, que afectó a 14.000 hectáreas, a lo largo de 72 kilómetros de perímetro, y a once municipios. “Es uno de los peores incendios de Aragón. Llevamos meses conviviendo con el paisaje carbonizado, con esas zonas de monte en escala de grises, que nos hace recordar la tragedia vivida y que será sostenida y recordada durante mucho tiempo”, dice Prado Vielsa.

Empecemos. Tras este preámbulo, explíquenos que hay en la muestra.

Las siete obras que componen la muestra forman un recorrido circular que comienza y termina en el pequeño bosque ‘Límite de fuego’, una instalación de cinco árboles (ramas de resto de poda) de tres metros de altura, intervenidos con pigmentos negro y naranja neón, que recrea esa línea sinuosa que existe entre la vegetación viva del bosque y la calcinada. La segunda obra, con más protagonismo por su presencia y su tamaño, es ‘Paisaje finito’; es un mural que transmite la idea del paisaje que comienza a desaparecer tras ser fulminado por el fuego. Fragmentos de un paisaje de monte devastado de Bubierca, cuadrantes que han desaparecido y otros que vemos todavía, no por mucho tiempo, iluminados por esa luz fría.

Arranca con fuerza. Sigamos…

La tercera y cuarta obras, ‘Paisaje calcinado – carta de color’, son dos impresiones digitales en papel de una fotografía tomada este invierno, del monte quemado en Bubierca y de su carta de colores. Forman un díptico en el que la segunda imagen sintetiza y traduce la transformación de nuestro entorno a través del color. La quinta obra se titula ‘Huella de carbón’, en ella utilizo materias naturales, el alabastro y el pigmento de ramas carbonizadas en el incendio. Interpreta el vacío, la nada después del fuego, restos de lo que fue, huellas de carbón de ramas… También encontraremos unas esculturas negras en pequeño formato que reproducen las cortezas ondulantes que los árboles quemados desprenden en un afán de supervivencia, ‘Homenaje a lo sublime’, que perdura en estos majestuosos entes.

"Llevamos meses conviviendo con el paisaje carbonizado, con esas zonas de monte en escala de grises, que nos hace recordar la tragedia vivida y que será sostenida y recordada durante mucho tiempo”
Una visión de la muestra 'Límite de fuego'.
Una visión de la muestra 'Límite de fuego'.
Archivo Prado Vielsa.

Nos faltaría una pieza, ¿no?

Sí. Sí. Por último, encontramos ‘Horizonte límite’, que es un mural realizado con el pigmento de ramas calcinadas recogidas en el bosque un año más tarde del incendio. Un dibujo de una rama invertida que atraviesa una línea de metacrilato naranja de neón y que al hacerlo se transforma en raíces que sugieren la posibilidad de renacer. Este mural fue realizado durante la presentación al público de esta muestra.

Se define ‘artivista’ y activista. ¿Siente la necesidad de llamar la atención sobre el cambio climático y la destrucción de la tierra? ¿Cuál es su punto de vista?

Esta muestra forma parte del proyecto ‘Desaprender el paisaje’. En él trabajo diferentes aspectos e inquietudes sobre la ecología en macro, concretamente del capitaloceno, ese potencial destructor humano que lejos de ser un concepto abstracto es organizado por el capital. Una obra de la primera serie ‘Límit’, límite 9.22, pudo verse en la muestra del premio Isabel de Portugal el pasado verano. En ella hablaba de dónde poner el límite en las construcciones costeras y fue realizada durante el invierno del 21 en Almería. En ‘Límite de fuego’ narro una historia de sentimientos y sensaciones comunes a todos los habitantes de una zona arrasada por un incendio, pero también doy cifras.

¿Cifras? ¿A qué se refiere?

En la sala, escritos sobre una mampara de cristal que comunica visualmente con la entidad bancaria anexa, el público que esté interesado podrá leer la monetización del bosque quemado, unos cálculos que he realizado basados en la cantidad de absorción de CO2 y en el valor de mercado de los bonos de derecho de emisiones que las empresas más contaminantes adquieren para poder seguir contaminando. La paradoja de este incendio es que supuestamente se produjo al reforestar la zona por una empresa que comercializa dichos bonos.

Siempre nos sorprende con sus propuestas. ¿Es una artista conceptual, de denuncia? ¿Está preocupada por los incendios? ¿De dónde sale esa preocupación, y se lo digo por si tuviera que vincularla con algún aspecto de su propia vida, infancia, circunstancia, vivencias, etc.?

Tengo dos líneas de trabajo, una, la más conocida, es ‘Cartografías de luz’, en ella tanto las instalaciones como las esculturas utilizan la transparencia, las tramas gráficas y el color de la luz. Han sido expuestas en la extinta galería A del Arte, en el Centro de Historias, en Caixaforum, en la Azucarera y anteriormente en alguna feria de arte como ArtMadrid. Parten de mi búsqueda de la denostada belleza, de mi interés desde la infancia por encontrar el origen de la luz y el color y tienen una evidente influencia de mi formación como grabadora a través de esas tramas que materializan el color y la transparencia, la levedad de la luz. Y mi otra línea de trabajo la podría etiquetar como ‘artivista’.

Otra perspectiva de la muestra de Prado Vielsa.
Otra perspectiva de la muestra de Prado Vielsa.
Prado Vielsa.

Nos sale mucho este término. ¿Qué quiere decir con él?

Me ha interesado siempre utilizar el arte como medio para tratar temas que me preocupan personal y socialmente. Al principio, estas obras ‘artivistas’ las materializaba en forma de libros y objetos de artista, en unos años en los que estuve muy vinculada a la feria Masquelibros de Madrid, dentro de su organización allí y también en Zaragoza, donde realizaba el proyecto ‘Espora’, una muestra satélite de la feria. Bajo el paraguas del artivismo he trabajado en ‘Obligada desmemoria’ durante más de una década, en la investigación y denuncia de las fosas y cunetas del fascismo en la guerra de España. Con obras expuestas en el museo Pablo Serrano, en la sala del Casino Mercantil de Caja Rural durante la muestra ‘S.A. de prójimos’, en el córner de las Armas, en la feria ex libris de Sevilla… Y desde 2020 trabajo en ‘Desaprender el paisaje’, con la ecología como fondo de diferentes temáticas.

"En ‘Límite de fuego’ narro una historia de sentimientos y sensaciones comunes a todos los habitantes de una zona arrasada por un incendio"

Por cierto, ¿por qué usa tanto las fotos retroiluminadas?

Es un medio inherente en mi obra junto a la transparencia. Comencé a utilizarlo para dar luz a esos suelos a escala real de cunetas, y sigo encontrando que revelan el misterio de lo oculto, es casi un recurso poético más que plástico.

¿Qué artistas, hombres y mujeres, iluminan su camino, de quién aprende?

No tengo a ningún artista como gurú creativo, pero claramente influye en mi obra ese poso cultural y artístico adquirido. El origen de esas voces en ‘off’ en mi mente mientras genero mi obra tienen diversa procedencia, artística pero también literaria, ya que para cada trabajo me documento previamente para obtener diferentes perspectivas y datos necesarios para realizarlo. También para generar esa atmósfera mental propicia. Pero sí que tengo personas sabias a mi lado, a las que consulto mis dudas e inseguridades y pido opinión.

Díganos algunos nombres, por favor…

Mari Carmen Gascón, poeta y teórica, en la parte conceptual, y Pilar Urbano, en la visual, serían dos claros ejemplos. También la comisaria de arte y productora de exposiciones Ana Revilla, quien conoce bien mi obra y me acompaña en mi trabajo desde hace años. Y el diseño expositivo siempre lo he consultado con Mariano Santander, cuando era mi galerista en A del Arte y también lo hago ahora.

Dos piezas de la muestra de Prado Vielsa.
Dos piezas de la muestra de Prado Vielsa.
Prado Vielsa.

A veces puede dar la sensación de que Prado Vielsa es un poco desconcertante, que va y viene, no sí con cierta dispersión o errancia. ¿Qué artista quiere ser, cómo sueña su carrera en la creación?

Ja ja ja. A mis 51 años y con casi dos décadas y media de trayectoria artística, con sus valles incluidos, trabajo constantemente con y sin proyectos expositivos a la vista. Siento una necesidad biológica de crear en libertad ya que es mi medio de expresión y mi pensamiento vital es visual. Ya no sueño con mi carrera en la creación, eso es algo que sufrí en mi juventud, tras recibir la beca de creación del Gobierno de Aragón en 2006. Me generaba ansiedad y llegó a paralizarme. Ahora trabajo con libertad, no hago nada con lo que no disfrute y no me compense de alguna manera.

Y eso, ¿dónde la lleva, qué significa para usted?

Respeto y exijo las buenas prácticas en el arte, como no podría ser de otra manera, soy socia del IAC y de MAV pero en mi faceta ‘artivista’ puedo llegar a sacrificar esto a cambio de realizar un proyecto, como en ‘Límite de fuego’, donde mi única preocupación fue mostrarla en el territorio afectado a cualquier precio. Lo comparo a un voluntariado en una ONG.

¿Qué proyectos lleva para preparar y trabajar en la Fundación Santiago Arranz-Trinidad Raso en Castejón de Sos (Huesca), donde le han concedido una beca de residencia?

Voy con alguna idea, como es la de cartografiar visualmente los manantiales más próximos, pero me dejo llevar por la marea de todo lo que percibo. El resultado de esta residencia podrá verse del 17 al 31 de agosto, coincidiendo con el Congreso de Periodismo de Castejón de Sos.

"Ya no sueño con mi carrera en la creación, eso es algo que sufrí en mi juventud, tras recibir la beca de creación del Gobierno de Aragón en 2006. Me generaba ansiedad y llegó a paralizarme"

Estrenaremos Consejería de Cultura nueva pronto en el Gobierno de Aragón. ¿Tiene expectativas, cree que podemos mejorar, tiene miedo de que suceda lo contrario?

Como coordinadora territorial de MAV (Mujeres en las Artes Visuales) he visto a través de mis compañeras en otras comunidades, gobernadas por los mismos colores políticos que van a estrenarse aquí, la forma de gestionar en cultura. Habrá novedades, seguro. Represento a MAV en la Mesa Sectorial del Arte Contemporáneo de Aragón, junto a compañeros de IAC (Instituto de Arte Contemporáneo) y AACA (Asociación Aragonesa de Críticos de Arte), estaremos atentos y nos ofrecemos a asesorar a esta nueva Consejería de cultura en todo lo que podamos, para seguir trabajando por mejorar día a día y dignificar las profesiones de este sector.

La artista Prado Vielsa en la sede de la Fundación Arranz-Raso de Castejón de Sos.
La artista Prado Vielsa en la sede de la Fundación Arranz-Raso de Castejón de Sos con sus piezas transparentes que son susceptibles de ser iluminadas.
Santiago Arranz/Trinidad Raso.
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