Bunbury estrena (con videoclip incluido) 'Alaska', segundo avance de 'Greta Garbo'
La canción, un medio tiempo de toque mestizo, se ambienta en un paisaje helado que evoca el estado de la unión americana que le sirve de título
Enrique Bunbury ha elegido Alaska para el segundo corte de su próximo disco, ‘Greta Garbo’. La canción nombrada con el estado más septentrional de la nación estadounidense, en la que reside el zaragozano desde hace 13 años, está muy lejos en cuanto a climatología de la que disfruta Bunbury en su residencia de Los Ángeles, pero cuadra a la perfección con este medio tiempo melancólico que brinda a sus seguidores. En el vídeo hay tres puntos de apoyo para el lucimiento del protagonista: la guitarra, la nieve y el lobo.
JoseGirl, pareja de Bunbury y encargada desde hace muchos años de sus fotografías oficiales, se encarga nuevamente junto a Sergio Abuja (como hicieran en el primer single de este disco, ‘Invulnerables’, aireado hace mes y medio) de llevar a imágenes la canción. El título de arranque y la propia ambientación guiñan el ojo al ‘Resplandor’ de Kubrick, pero la cadencia guitarrera y el paradójico aire sureño en una pieza tan del norte marcan una línea que, definitivamente, difiere mucho de la inquietante banda sonora de Wendy Carlos para aquella joya del terror psicológico estrenada en 1980.
Los planos cenitales se alternan con paseos del lobo rubicundo por la nieve y escenas de exterior e interior con Bunbury, que tan pronto está cantando en la cabaña que le refugia de la amenaza exterior como hollando la nieve vestido de luto riguroso… y de camisa cachirulera de leñador.
¿Autodescripción?
En casi todas las letras hay trazos más o menos gruesos de la experiencia vital acumulada por quien las escribe. Propia, ajena, pensada, experimentada… de todo hay. Tratar de interpretarlas es abocarse al error: nadie sabe lo que pasa por la cabeza de quien crea. No obstante, como juego es entretenido, y en ‘Alaska’ hay material para ello. El paseante oscuro y el lobo blanco, el ying y el yang, el caminar de la vida y el reposo del guerrero… mucha simbología, que puede (o no) llamar a conclusiones certeras.
El estribillo se las trae. Bueno, toda la letra. Ahí hay retranca, y quien quiera buscar significados ¿ocultos? puede encontrarlos. “Estamos invitados a la ceremonia/la lógica no tiene lugar/bailar sobre una tumba antes del entierro/bajo la tempestad/eres un animal que ruge brutal/y desprecia su misión en la tierra/una puerta que se cierra, otras siguen abiertas/ y puedes salir y volar/eres un animal que ruge brutal/que ha salido por fin de su cueva/ con las fuerzas renovadas, el fuego en la mirada y quiere salir y volar”.
