arte. ocio y cultura

El escultor y grabador Florencio de Pedro muestra una síntesis de su obra en Utebo

Con 'Encrucijada' reúne varias series de esculturas, obra gráfica y maquetas, que encajan a la perfección en el Centro Mariano Mesonada-Museo Orús.

El artista Florencio de Pedro ante uno de sus grabados donde "el color vibra de emoción".
El artista Florencio de Pedro ante uno de sus grabados donde "el color vibra de emoción".
A. C. /Heraldo.

Florencio de Pedro (Hinojosa de Jarque, Teruel, 1955) inauguraba la pasada semana en la planta segunda del Centro Mariano Mesonada-Museo José Orús de Utebo su exposición ‘Encrucijada’ de esculturas, grabados y maquetas arquitectónicas, todo ello muy interconectado. Asistieron a la presentación una cifra insólita en ese espacio: alrededor de un centenar de personas (amigos, artistas, profesores...) que pudieron disfrutar, desde la terraza, de una de las vistas más hermosas de Aragón: la torre mudéjar de Utebo. Hicieron de anfitriones la alcaldesa Gema Gutiérrez y el director del museo Walter Espada.

Florencio de Pedro estaba muy feliz con el resultado final de la muestra: las piezas se han adecuado a la perfección al espacio. Ya sean las esculturas, como las peculiares ‘Atalayas’ o ‘Almogávares’, los grabados, donde dominan los del color lírico y casi avasallador de la serie ‘San Juan de la Peña’, de gran formato, pero también reclaman la atención las piezas que tienen un aire geométrico, que forman parte de la serie ‘Cierzo 1’ y ‘Cierzo 2’.

“He ido cogiendo cosas del estudio, lo que ahora me estaba motivando, y ha salido esto. Después de los ‘Laberintos’, que he instalado en el suelo entre espejos rotos y son como el corte cerebral que hago todos los años, la puerta de las fantasías, en esta ‘Encrucijada’ está todo en movimiento como un vórtice. Y también danzan esos sueños de esculturas intervención pública que rara vez cuajan”, decía el artista.

Una de las pasiones de De Pedro es el grabado. Cada año, por Navidad, hace unas piezas apaisadas que regala a sus amigos. Hizo también, durante la pandemia, una extensa serie sobre el virus. “El grabado es parte de la obra y de la escultura porque lo proyecto y lo desarrollo y sigue generando más cosas, imágenes, detalles. El grabado clásico, que es una parte de mi obra, tiene una evolución que se va intercalando con la arquitectura de la escultura. Utilizo todas las herramientas posibles: digital, gofrados, relieves. El grabado es parte de la piel de la escultura también. Y me daba mucho juego”, insiste el escultor. “¿Qué es primero: el grabado, la escultura o la arquitectura? Depende de qué días. Hay días que entran con colores, con las planchas, y de ahí nace la escultura. Y al revés. Por otra parte, apuesto por el color porque los colores son la emoción. Vibran las paredes con la obra, por decirlo así”. Hay rojos y azules intensos, pero también geometrías negras que hacen pensar en Serrano, Oteyza o Chillida.

Panorámica general de la muestra, con los 'Laberintos', entre espejos rotos, en el suelo.
Panorámica general de la muestra, con los 'Laberintos', entre espejos rotos, en el suelo.
Archivo De Pedro.

Por otra parte, el escultor turolense, autor del ‘Monumento a la Constitución’, quería mostar su gratitud. “Estoy muy contento. Este espacio es magnífico y amplio, queda la obra perfectamente integrada. Una sala como esta no la encontramos en muchos sitios. Aquí puedes colocar escultura, obra grande, y obra más pequeñita. Da gusto recorrer todos los espacios como si hicieras un paseo con por un itinerario con principio y final”. Reconoce el influjo de Pablo Serrano, de Gargallo y, quizá en algunas piezas donde dominan los negros, la huella de Eduardo Chillida.

Se publica un catálogo digital y Florencio de Pedro cuenta con distintos autores que escriben de sus series: José Luis Melero, Desirée Orús, Alejandro Ratia, Jesús Pedro Lorente, etc. Melero se acerca a la serie ‘Almogávares con un poema, tantos años después, donde puede leerse: “Seductores y atrevidos, porque saben que la luz y el misterio son su privilegio, el acíbar con el que cubren sus rostros. Almogávares de acero, estrías cálidas a golpes de silueta”. Ratia se aproxima a ‘Cierzo’ y anota: “El tiempo rejuvenece aquí las formas. El artista, no obstante, nos previene sobre las trampas del viento y de la fugacidad. El cierzo es eterno y el hombre, pasajero. Si queremos imitar al viento, nos amenaza la frivolidad. A la memoria del hombre y de la sociedad nos remiten las letras que intervienen el papel, mediante la técnica del gofrado”.

Desirée Orús: "La escultura de Florencio de Pedro sorprende por una referencia metafórica sugerida. Su discurso es un diálogo constante entre formas que ocupan y desocupan el espacio”

De ‘Cierzo 2’ escribe Lorente: “Florencio siempre sabe conjugar armónicamente ingeniería y lírica, o viceversa, lirismo con mecánica ingenieril. El resultado es, como siempre, impresionante”. Y Desirée Orús reflexiona sobre sus esculturas y apunta: “La escultura de Florencio de Pedro sorprende por una referencia metafórica sugerida. En esta colección trabaja sobre un supuesto cercano a la abstracción de la geometría, abordando una realidad que se encuentra en el mundo mental de las ideas. Su discurso es un diálogo constante entre formas que ocupan y desocupan el espacio”.

Algunas piezas de la serie 'Cierzo', de la que escribe Alejandro Ratia.
Algunas piezas de la serie 'Cierzo', de la que escribe Alejandro Ratia.
Archivo De Pedro.

La muestra permanecerá abierta hasta el 30 de abril. 

Comentarios
Debes estar registrado para poder visualizar los comentarios Regístrate gratis Iniciar sesión