Ernesto Navarro: “Quería hacer una heroína original y reivindicativa”

Ernesto Navarro es ejeano, profesor, escritor y guionista e ilustrador. Ha publicado diversos libros, entre ellos ‘Cuentos de Navidad para niños y padres’, y desde hace años retrata a músicos de diversos estilos para hacer un gran volumen ilustrado de música. Ahora da un salto al cómic, con influjos del libro ilustrado, con ‘Blue Monday’, para los más pequeños y para todos aquellos que disfruten de las divertidas historias. Llegó a tiempo para presentarlo y firmarlo en el Salón del Cómic de Zaragoza.

¿Cómo se ha planteado esta historia, ‘Blue Monday’, pintada y escrita por usted? Supone una novedad en la trayectoria de Pintacoda este paso al cómic.

La historia es un manifiesto por la creatividad. La protagonista es una niña que está castigada sin pantallas en el ‘Blue Monday’, el tercer lunes de Enero, el día más triste del año. El aburrimiento le lleva a buscar una alternativa para divertirse. Es un cómic atípico porque está pensado para niños muy pequeños, a partir de 6 años. Por eso el formato es manejable, la distribución de viñetas sencillas y la trama con una historia canónica de aventuras.

¿Se puede ser una heroína o un héroe en sueños?

Por supuesto que sí. Este libro está rescatado de mis fantasías infantiles. Recuerdo como de manera recurrente me transportaba a una caverna secreta, a las carreras de motos o jugaba al fútbol y al baloncesto en grandes estadios. Todas estas cosas juntas sólo son posibles en la mente de un niño.

¿Cómo logra uno transformar el tedio en aventura o desafío?

Dejando que la magia suceda. Es muy fácil, no hay que hacer nada. Eso sí, nada de nada: sin distracciones. Escuché una vez a un especialista que hablaba de lo necesarios que son esos momentos de desconexión e incluso de aburrimiento para que aparezca la creatividad y el ingenio. Es curioso que los que merodeamos el mundo artístico trabajamos con técnicas para buscar ideas creativas: ‘brainstorming’, mapas conceptuales, matrices de imágenes… cuando lo más efectivo es “no hacer nada”.

Ernesto Navarro.

El cuento, o tebeo, es también un tratado de la acción y el movimiento… Parece que usted, que toca muchos palos y se atreve con las aventuras, la música, etc., está realizando un ensayo...

Es el contrapunto a estar encerrado en una habitación: viajar a una isla tropical con su volcán y enfrentarse al villano más malvado del mundo y su ejército de esbirros. El cómic como medio tiene la posibilidad de reflejar el movimiento y la acción gracias a recursos gráficos maravillosos como el propio dibujo, las líneas cinéticas o las onomatopeyas. Tenía ganas de hacer un cómic porque soy un apasionado del medio, el cómic es disfrutable desde el punto de vista gráfico y literario, no se puede pedir más.

Hay un malo malísimo y un mono inteligente y audaz... Aváncenos un poco qué quería hacer con ellos.

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Lo primero que quería hacer es una heroína original y reivindicativa. Es una científica que viste con zapato plano y un vestido holgado. Tiene una mochila de la que va sacando utensilios con los que va anulando a sus adversarios, en esta historia no hay armas de fuego: hay yo-yos, bocinas, desatascadores… Además en sus comentarios es muy irónica y divertida. El villano está inspirado en Fu Manchú, Hitler y Kim Jong-un. Es un malo malísimo de manual: acomplejado y cascarrabias. El mono es el compañero de aventuras de la protagonista. Para los adultos minuciosos dentro del cómic hay guiños al diseño industrial de Raymond Loewy y Philippe Starck.

Desde el punto de vista gráfico, háblenos del estilo... Y de cuántos estilos tiene Ernesto Navarro.

Tengo varios registros que utilizo según la ocasión. En otras ocasiones utilizo estilos más plásticos,  pero en este proyecto quería hacer un estilo sencillo, más funcional, sin línea y con un buen tratamiento del color. Se notan mis dejes de ilustrador en los fondos y texturas. La cubierta también está muy cuidada, siempre en Pintacoda cuidamos la edición, en esta ocasión hemos apostado por un color fluorescente.

A. C. /Heraldo.

¿Cómo se ve la vida y el mundo de la edición desde Pintacoda? ¿Cómo definiría su editorial?

Nuestra editorial es un Frankenstein. Tenemos libros de cartón para bebés, libros ilustrados, libros de humor gráfico como los de César Ordóñez, relatos, cómic, libros juveniles como el de Marta Soto, hasta tenemos libros divulgativos como ‘TEA’ de Alejandra González. El punto de convergencia es la ilustración. Es un reflejo de cómo vemos la vida, no se puede ser más.