Antonio Saura 'recupera' su firma en Grancasa

El centro comercial retira los paneles que limitaban la vista y cercenaban el mural de cerámica que el artista aragonés instaló allí en 1996

Aspecto actual que presenta el mural de Antonio Saura en Grancasa.
Aspecto actual que presenta el mural de Antonio Saura en Grancasa.
José Miguel Marco

El centro comercial Grancasa de Zaragoza ha realizado obras en una de sus fachadas con el objetivo de que pueda contemplarse en su totalidad el mural de cerámica que Antonio Saura realizó en 1996. Los trabajos se han realizado en los últimos días, después de la polémica suscitada a finales de julio pasado, cuando el centro culminaba la renovación de sus fachadas exteriores y en una de ellas el mural quedó 'cercenado', al limitarse su contemplación con paneles de vidrio traslúcido. La renovación redujo la superficie de la obra al menos un metro por cada lado, e incluso quedó fuera de la vista del público la firma del artista aragonés, visible en la esquina inferior derecha de la obra.

Fuentes del centro comercial aseguraron en su día que el mural no había sufrido "ninguna modificación, permanece intacto y así seguirá. Es nuestro interés, como lo ha sido hasta ahora, proteger y mantener esta pieza de arte. Una obra que tiene una especial importancia para Grancasa y para la ciudad", aunque reconocían que la reforma había restado visibilidad "a una pequeña parte del mural".

La obra mide 14,5 por 4,5 metros y consta de 1.044 piezas cuadradas de cerámica de 25 centímetros de lado y ocupa 65,5 metros cuadrados. Fue la primera incursión de Saura en el arte de la cerámica. Se titula 'Cocktail party' y el diseño es del artista oscense, que supervisó personalmente todo el proceso de realización, que fue desarrollado por el ceramista alcañizano Fidel Ferrando y ejecutado por la empresa bajoaragonesa Gres Aragón. Lleva firma de 1996, aunque se inauguró al año siguiente. Se trata de uno de los escasos murales del artista oscense, tras ‘Elegía’, un techo de la Diputación de Huesca, y ‘Sin centro’, en colaboración con Asger Jorn, para el Museo de la Revolución de La Habana.

La reforma de la fachada era contraria a la legislación en materia de derechos de autor. Según Vegap, entidad que gestiona los derechos de miles de artistas plásticos en España, los creadores pueden reclamar la integridad de las obras que han creado para un espacio público, "por tratarse de un derecho moral que reconoce el artículo 14 de la Ley de Propiedad Intelectual, la cual, como todas nuestras leyes, ha de ser respetada y hacerse respetar por la Administración Pública". Vegap lleva un censo de obras dañadas o no respetadas en España.

La firma de Saura, ahora visible, en la esquina inferior derecha de la obra y de la fotografía.
La firma de Saura, ahora visible en el centro de la fotografía, abajo, está  en la esquina inferior derecha de la obra.
José Miguel Marco

Desde Suiza, Olivier Weber-Caflisch, director de la Fundación Antonio Saura, con sede en Ginebra, se mostraba a finales de julio muy preocupado por la noticia e incluso no descartaba emprender acciones legales, algo que finalmente desechó por considerar que "los asuntos judiciales en España son muy complicados y, en general, es un país en el que no se respetan los derechos de autor". 

Este miércoles, en cambio, se mostraba enormemente satisfecho con la noticia de que el mural ya es plenamente visible. "Como ya anuncié en su día, no acudimos a los tribunales porque pensamos que no llevaría a nada. Finalmente en el centro comercial parecen haber comprendido que se trata de una obra única, y de las más interesantes de la trayectoria de Saura. En la decisión de hacer visible otra vez toda la superficie del mural han influido sin duda los artículos de HERALDO. Y además es posible que Vegap, con quien no tenemos relación directa, haya solicitado también que se volviera a la situación anterior".

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