El mural de Antonio Saura mengua en Grancasa

La reforma estética en el exterior del edificio oculta en sus dos laterales parte de la obra, realizada en 1997

El mural, antes y después de la intervención en la fachada del centro comercial.
El mural, antes y después de la intervención en la fachada del centro comercial.
Guillermo Mestre

La renovación de la fachada de Grancasa ha reducido sensiblemente la visibilidad del mural que diseñó Antonio Saura para el centro comercial zaragozano. Las obras de remodelación, que se iniciaron en enero de 2021 y se han ido desarrollando por fases para no interrumpir la actividad del centro, han transformado por completo su exterior.

La entrada principal, sobre la cual se instaló el mural cuando se construyó el edificio, se ha revestido de paneles de cristal translúcido, lo que ha reducido la superficie del mural más de medio metro de obra artística por cada lado.

Fuentes del centro comercial subrayaban ayer, ante el posible temor de que el mural hubiera sido recortado no solo visualmente, sino también físicamente, que "no ha sufrido ninguna modificación, permanece intacto y así seguirá. Es nuestro interés, como lo ha sido hasta ahora, proteger y mantener esta pieza de arte. Una obra que tiene una especial importancia para Grancasa y para la ciudad". Pero reconocían, sin embargo, que "los paneles de cristal instalados por la reforma han restado visibilidad a una pequeña parte del mural", para subrayar a continuación que "en ningún caso han supuesto un menoscabo para la obra de Antonio Saura". A simple vista, por las rendijas que dejan los paneles de cristal superpuestos, se aprecian intactas zonas del mural original ahora ocultas.

El arquitecto que está dirigiendo los trabajos de la reforma del centro comercial es Eduardo Aragüés y forma parte de la empresa Idom Ingeniería y Consultoría, S.A. El proyecto, según Grancasa, se presentó al Ayuntamiento de Zaragoza y fue aprobado, recibiendo todos los permisos y licencias necesarias para llevar a cabo la actuación.

La nueva presentación del mural contraviene los derechos de autor. Según Vegap, entidad que gestiona los derechos de autor de miles de artistas plásticos en España, la conservación de las obras de arte en lugares públicos no solo es un deber, sino que constituye "un derecho que los autores tienen a reivindicar la integridad de las obras que han creado, por tratarse de un derecho moral que reconoce el artículo 14 de la Ley de Propiedad Intelectual, la cual, como todas nuestras leyes, ha de ser respetada y hacerse respetar por la Administración Pública". Vegap lleva un censo de obras dañadas o no respetadas en España.

Desde Suiza, Olivier Weber-Caflisch, director de la Fundación Antonio Saura, con sede en Ginebra, se ha mostrado muy preocupado por la noticia e incluso no descarta emprender acciones legales.

"Quiero ver con detalle las fotografías de cómo ha quedado el mural tras las obras pero,  por lo que he visto hasta ahora hay una alteración clara de la integridad de la obra –aseguraba–. Hay que saber también si el mural ha sufrido daños o no. Habrá que intervenir, aunque no sé muy bien cuál es la vía más adecuada porque los asuntos judiciales en España son muy complicados y, en general, es un país en el que no se respetan mucho los derechos de autor. Por eso, en parte, no me sorprende lo sucedido".

Desde Grancasa, ayer se aseguraba que "la renovación de la fachada responde a la necesidad de modernizar el edificio, dada la edad del centro, y mejorar así su eficiencia operativa. Hemos implementado una nueva fachada, más eficiente desde el punto de vista térmico, con materiales nobles, como el cristal, y un sistema de iluminación LED, con el fin de mejorar significativamente su aislamiento y contribuir a incrementar la eficiencia energética, con lo que prevemos obtener una calificación de edificio A".

Y se añadía que "queremos contribuir a alcanzar los objetivos de sostenibilidad a los que, como sociedad, nos hemos comprometido, y creemos que la buena gestión de los recursos permitirá reducir el impacto medioambiental, una necesidad que cada vez se hace más evidente".

En cuanto al mural, se destacaba que, al no haberse realizado ninguna actuación sobre él, "no hay problema de reversibilidad" de los cambios realizados hasta ahora en la fachada.

La obra cerámica ha sido protegida en el transcurso de las obras y está previsto que, a su conclusión, sea objeto de una limpieza en profundidad. Además, se le va a dotar de un nuevo sistema de iluminación "para mejorar su visibilidad".

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