NARRATIVA ARAGONESA. OCIO Y CULTURA

Álvaro Narro: "Mis personajes llegan a la cama y ven un agujero negro o un precipicio"

El escritor turolense de Andorra publica ‘Migas en el mantel’ (Imperium), una colección de cuentos sobre seres desclasados y en crisis

Álvaro Narro se siente especialmente atraído por los cuentos.
Álvaro Narro se siente especialmente atraído por los cuentos.
Archivo del autor.

¿Por qué se inclina hacia los relatos, como sucede con ‘Migas en el mantel’, que acaba de publicar en la editorial zaragozana Imperium?

En mi librería hay numerosos libros de relatos. Me fascina la capacidad que tienen los grandes autores para contar historias duras y complejas en unas pocas páginas. Raymond Carver, John Cheever, Truman Capote o el gran Chejov me sirven de inspiración para tratar de escribir mis cuentos en un ejercicio de síntesis que requiere trabajo y disciplina.

Pica alto.

Ja, ja, ja. Decía Borges que no tenía la necesidad de adornar un relato hasta convertirlo en una novela. Ese es el poder del relato; contar lo justo, sin florituras, sin añadidos, pero buscando la capacidad de transmitir desde un lenguaje directo y sin edulcorar. Definitivamente, soy un apasionado del cuento.

"A la hora de escribir me interesan las vidas de las personas desclasadas, caóticas y zarandeadas por la vida. Considero que somos muchos los que formamos parte de ese mundo difícil, extraño, incluso salvaje en el que la humanidad se mueve"

¿Cuál es la razón de que haya elegido a tantos parias, desclasados, personas sin un lugar concreto en el mundo y zarandeadas por las circunstancias?

A la hora de escribir me interesan las vidas de las personas desclasadas, caóticas y zarandeadas por la vida. Considero que somos muchos los que formamos parte de ese mundo difícil, extraño, incluso salvaje en el que la humanidad se mueve. La condición humana es algo intrigante. Uno de mis personajes comenta en un momento dado que está cansado de reírle las gracias a la vida. Y en eso se basan buena parte de mis cuentos; en toda esa gente que se mueve de aquí para allá con una sonrisa en la boca, pero que cuando llega a la cama y se para a pensar ve un agujero oscuro, o un precipicio, o quizá una vida donde las nubes le van ganando terreno al sol y teme que los nubarrones negros aparezcan.

¿Por qué eligió ese título: ‘Migas en el mantel’?

Este volumen de relatos se publicó bajo el título ‘Migas en el mantel’ porque para mí esas migas son muy significativas. Pueden ser las que quedan en la mesa tras una gran fiesta o celebración, momentos que desde luego la vida también nos brinda. Pero esas migas pueden ser mucho más, la desidia del anciano abandonado, las que quedan tras la última discusión de la pareja y que ya nadie se molesta en recoger. Y esas migas son un poco parte de nuestras vidas, son los momentos felices y los amargos.

¿Hasta qué punto le interesa la familia?

En muchos de estos cuentos la familia es parte importante. Tener un padre, una madre o una pareja a quien asirse es vital para no caer a veces en el pozo de la desesperación, pero, por el contrario, hay parejas rotas que se mantienen por inercia o hay envidias y disputas entre hermanos por un puñado de euros. Diversas circunstancias que también forman parte de nuestra vida familiar. Conflictos que son los que más me interesan a la hora de contar historias. En todos mis cuentos hay momentos de felicidad, pero también de hastío, cansancio, hartazgo y ruptura y todo eso forma parte de nuestra vida y también hay que contarlo.

"No me considero un pesimista, pero sí una persona realista y la realidad nos está mostrando la cara de la condición humana y siento cierto desencanto. El dolor forma parte de la vida y no debemos darle la espalda, quizá así sea mejor afrontarlo"

Parece que el clima que se impone es el de la tristeza...

No soy una persona de finales felices, porque muchas veces las cosas no acaban bien. No me considero un pesimista, pero sí una persona realista y la realidad nos está mostrando la cara de la condición humana y siento cierto desencanto. El dolor forma parte de la vida y no debemos darle la espalda, quizá así sea mejor afrontarlo. Solo hay que encender el televisor para darnos cuenta del mundo en el que vivimos; guerras por territorios, por condiciones religiosas o simplemente por poder. Unido a esto, espacios de entretenimiento con gran audiencia que solo husmean en las vidas privadas de las personas que tienen cierta relevancia; chascarrillos a lo grande que luego son el ejemplo a seguir de muchas de las personas que pasan horas frente al televisor.

Poco a poco va sumando títulos… Y ya lleva cinco años en la literatura. ¿Qué pesa más la responsabilidad, su propia exigencia o el deseo de explorar, de medirse, la búsqueda de una obra ambiciosa?

‘Migas en el mantel’ es mi cuarto libro publicado. Mi andadura literaria comenzó de la mano de la editorial Certeza con ‘Ayúdame’ (2017) y ‘Fundido a negro’ (2018). A finales de 2020 vio la luz ‘Las doce en punto’ con la editorial Imperium con la que repito con mis ‘Migas en el mantel’. Soy un autor que está comenzando, hace apenas cinco años que se publicó mi primer libro y lo cierto es que siempre siento vértigo al dar por terminado uno de mis manuscritos. Cada vez siento más responsabilidad y cada vez estoy más preparado para la crítica.

¿Cómo se enfrenta a ella?

La crítica hay que disfrutarla en su justa medida cuando es positiva y prestarle mucha atención cuando es negativa. Ese es el camino a seguir para poder crecer en un mundo complejo como es el literario.

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