"El 23 de abril siempre fue mi día favorito y ahora, que tengo una novela, lo es más"

Casi una veintena de autores valoran la significación del Día de Aragón, explican sus libros y recomiendan títulos que se podrán adquirir a lo largo de la jornada.

El Paseo de la Independencia en Zaragoza acoge la auténtica fiesta del libro.
El Paseo de la Independencia en Zaragoza acoge la auténtica fiesta del libro.
Aránzazu Navarro/Heraldo.

"Este Día del Libro en concreto supone reencontrarme con mi ciudad", dice Sergio del Molino, que este año se citará con "los lectores sin necesidad de coger un AVE" y firmará ‘Contra la España vacía’ (Alfaguara) y otros títulos. Julio José Ordovás confiesa: "Me gusta que el Día del Libro y el Día de Aragón sean el mismo día", y ya de paso el autor de ‘El peatón sentimental’ (Xordica) tira de ironía: "Aunque la verdad es que yo siento más simpatía por el dragón que por el santo".

El dibujante Chema Agustín, coautor del espectacular libro ‘Ordesa, álbum ilustrado’ (Prames) con Luismi Bajén, declara: "Es un día de exaltación de la cultura, algo fundamental en la sociedad". De forma parecida opina Magdalena Lasala: "Hoy es el día de la expresión de la victoria de los libros sobre los muchos pretextos que se tejen para hacer que sean despreciados por la sociedad actual".

El ilustrador David Guirao, coautor de ‘El maravilloso mundo de los libros’ con Ana Alcolea y de ‘San Juan de la Peña’ con Pepe Serrano, revela: "Vivo este día con mucha intensidad. Creo que esta fecha es para los lectores, los libreros, los bibliotecarios y los autores el día más especial del año". La pianista y musicóloga Marta Vela, que publica un estudio sobre la jota en Pregunta, sostiene que "en estos tiempos inciertos debemos aprovechar para reivindicar el hábito de la lectura y el pensamiento crítico. Ante el progresivo desguace del sistema educativo que sufrimos, la lectura, el libro, siempre".

Todos ellos estamparán sus firmas en sus libros en el paseo de la Independencia de Zaragoza. El escritor e historiador José Antonio Adell lo hará en Huesca y Binéfar. "Es el día del año que más se firma y es, además, una jornada de gozo, alegría y reencuentro con los lectores, que te comentan sus preferencias y dan su opinión sobre nuestros libros", indica el autor de ‘Las aventuras de Juan Captioso’ (Pirineo), su personal versión de Pedro Saputo.

Juan Villalba, que ve como la jornada se retrasa 24 horas en Teruel por la lluvia, reflexiona: "Para mí supone una vivencia doble: como lector es un día de pasear por la plaza del Torico y hojear los libros, tocarlos, olerlos, conversar con sus autores, con los libreros, con otros lectores; como escritor, en este caso de la biografía de Elvira de Hidalgo, supone tener la posibilidad de contactar con el lector y agradecerle personalmente su interés".

Excepciones y sugerencias

Hay también percepciones casi excepcionales. Patricia de Blas, que ha debutado con la novela ‘Sostika’ (Rasmia), no esconde su felicidad: "El 23 de abril siempre ha sido mi día favorito del año. Me emociona estar al otro lado, firmando mi primera novela junto a escritores y libreros que admiro". Y María José Sáenz, doctora y copropietaria de La Casa del Poeta en Trasmoz y debutante, rebasados los 60, en la poesía con ‘Afuera hay sol’ (Olifante), expresa su doble o triple emoción porque ella nació un 23 de abril: "La afición a la lectura y la alegría de la fiesta se abrazan por completo. Siempre me he sentido orgullosa de llegar a este mundo en día tan señalado", apunta. Manuel Júlvez debuta con ‘Tierra mojada’: "Es la primera vez que firmo el día de San Jorge, con todo lo que ello significa tanto en lo emocional como en lo puramente literario. También será un evento iniciático en cuanto la relación con el lector que se va a acercar a interesarse por mi obra", explica.

Para Pedro Ciria, autor de ‘La inocencia del cruasán’, es "el día de la seducción"; para Clara Fuertes, biógrafa de María Casares ("una vida marcada por el triunfo, el exilio y la pérdida", apunta de la amada de Albert Camus), "es muy especial, callejero y alegre. Emocionante. Lo vivo con la intensidad de los encuentros únicos". Para Roberto Malo supone vivir "en Independencia, literalmente, por un día". Cano y Begoña Oro optan por la meteorología y el humor: "El 23 de abril es un día entrañable de encuentro con los colegas y los lectores. Una tradición de las buenas. Un día lluvioso", dice el autor de ‘El niño barroco’ y ‘Constanza y yo’; Oro señala: "El Día del Libro es un día de calor, haga el tiempo que haga, el calor de mis pequeños grandes lectores. Es un día absolutamente feliz". Para el escritor y editor Raúl Herrero la fecha "tiene algo de festivo y también de tortura china".

Todos ellos, además de hablar de sus libros, recomiendan títulos. El propio Julio José Ordovás es objeto de elección, y a la vez recomienda ‘Mi familia’ (Nórdica) de Daniel Nesquens y Elisa Arguilé, sugerido también por David Guirao, que escoge, además, ‘Manual para espías’, de Nesquens, de nuevo, y Oyemathias. Y Begoña Oro opta por ‘El maravilloso mundo de los libros’ de Ana Alcolea y el propio Guirao y por ‘Todos mis anhelos’, la novela familiar de Eva Puyó, que apareció en Xordica, sello que cuenta con otra atracción: la joven Patricia de Blas propone ‘Virtudes (y misterios)’, de Xesús Fraga, que ganó el Premio Nacional de Narrativa. Y curiosamente, Pedro Ciria se inclina por la novela ‘Zaragoza’, una historia por capítulos, que publicó Santiago Morata en Doce Robles.

Este sábado, más que nunca tal vez, para cada lector habrá varios libros.

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