Ocio y Cultura

Rozalén y Travis Birds se meten en el bolsillo al público de Pirineos Sur

Este sábado le toca el turno a Goran Bregovic en el Auditorio de Lanuza. El domingo aterrizará en el festival el violinista Ara Malikian

Rozalén triunfó este viernes en el escenario de Pirineos Sur.
Jaime Oriz/Haiku

La de este viernes 29 de julio era una de las noches más esperadas de Pirineos Sur en 2022. Hace semanas que se agotaron las entradas para ver a Rozalén, una de las artistas españolas más reconocidas de los últimos años. El cuarto ‘sold out’ de esta edición vino adornado por la conexión total entre la albaceteña, Travis Birds y las casi 5.000 personas que abarrotaron Lanuza.

Rozalén llegaba a Lanuza tras recibir el VIII Premio Música e Integración del Festival Pirineos Sur y salió al escenario notablemente emocionada. La primera parte del show se centró en buena parte de su último trabajo, “El árbol y el bosque” y mostró su cara más introspectiva (“A tu vida”, “La línea”, “La maza”) pero tras homenajear a Silvio Rodríguez, comenzó la fiesta. Y Rozalén sabe montarla. La cumbia de “Que no, que no” fue el primer aviso. 

Luego vinieron sones cubanos (“Yo no renuncio”), rancheras (“Amiga”) e incluso ritmos más modernos (“Agárrate a la vida”). Con “Comiéndote a besos” o “Y busqué” llegaron algunos de los momentos más reposados de su repertorio, que sirvieron para coger aire y afrontar la última parte del concierto con “La puerta violeta” (que reveló que se encontraba en Bujaruelo) y “El paso del tiempo”.

Travis Birds, muy bien

Travis Birds, por su parte, no se quedó atrás en cuanto a hilo mágico con el público. Desde que se dio a conocer a audiencias masivas por su colaboración en la serie de “El embarcadero” con la canción “Coyotes” (que situó estratégicamente a mitad del concierto en Lanuza), su nombre no ha dejado de crecer. “La costa de los mosquitos”, su segundo disco, ha sido el espaldarazo clave a su trayectoria, aún corta y muy prometedora; ahí conviven el folk latino de aires fronterizos, el jazz y el rock.

Travis Birds derrochó magnetismo en Lanuza.
Jaime Oriz/Haiku

Su actuación se movió entre esas coordenadas, comenzando de manera sutil con “Madre conciencia” y “Lagarto rojo” (ambas de su último trabajo) para ir subiendo poco a poco la intensidad hasta llegar a “Maggie 1983”, unas estupendas versiones de Jeanette (“Soy rebelde”) y Extremoduro (“Standby”), que supo llevar con solvencia a su propio terreno, y “Creature of the night”. Pero aún hubo tiempo para recurrir a otro clásico: ella sola con su guitarra se atrevió con “19 días y 500 noches” de Sabina.

Cerraron su estupendo concierto “Eduardo” y “Thelma y Louise”, ya de nuevo con su banda al completo. Entre los dos temas hubo tiempo para una hermosa petición de mano, con la que la noche fue aún más única y especial. La respuesta fue sí, por cierto.

El fin de semana, Bregovic y Malikian

Este sábado 30 de julio, la tradición balcánica se apodera del festival con Goran Bregovic y Balkan Paradise Orchestra; el domingo 31 llegará el turno de Ara Malikian, que regresa a Pirineos Sur para presentar su nuevo disco. Los dos días habrá sesión de El Gancho Sonidero Djs después de los conciertos y hasta las 4.00; la entrada para bailar con ellos puede adquirirse aparte en taquilla, si el aforo lo permite. Las entradas para los conciertos siguen disponibles para ambos conciertos en pirineos-sur.es y en SeeTickets. Los precios por día van de los 30 a los 35 euros, más gastos de distribución). Los menores de ocho años entran gratis, pero cada adulto solo puede ir acompañado de un menor.