literatura

Librerías de barrio, vacunas contra la tristeza en tiempos de pandemia

La Asociación de Librerías de Zaragoza, con 32 miembros, valora el papel de estos núcleos culturales que cumplen un servicio invaluable en sus entornos directos

Óscar Martín, en la librería Siglo XXI
Óscar Martín, en la librería Siglo XXI
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La pandemia ha traído pocas cosas buenas. Muy pocas. Una de ellas, sobre todo en los momentos de confinamiento o precaución extrema, ha sido la recuperación del hábito de lectura en muchas personas que lo habían perdido; mejor aún, esas personas se han unido a las lectoras y proveedoras de lectura habituales en el fomento de esta actividad que brinda herramientas poderosas para romper las leyes físicas, viajar lejos (o hacia adentro) y saltar cualquier muro imaginable. Aunque las grandes superficies y los proveedores ‘online’ tienen su innegable cuota de mercado, esta situación también ha dado aire a las librerías zaragozanas, y no solamente a las grandes o consolidadas; aquellas que echan la pelea en los barrios y tienen tradicionalmente menos eco en los medios también han experimentado un crecimiento sostenido de actividad.

Óscar Martín, presidente de la Asociación de Librerías de Zaragoza y dueño de la librería Siglo XXI en las Delicias, tiene claro el objetivo de la entidad, que agrupa a 32 establecimientos de Zaragoza capital y provincia. “Lógicamente, el objetivo final es que las empresas asociadas sean viables; defendemos los derechos empresariales de las librerías, tratamos de que se cumpla la Ley del Libro y en el caso de los de texto, fortalecemos la conexión institucional a nivel municipal y autonómico, con el fin de que las ventas se hagan en las empresas locales que abren a diario, y son en definitiva el último contacto con el público en general. Por otro lado, somos empresas culturales, y nuestra visión del negocio está unida a la idea de fomentar la lectura y la cultura relacionada a esta actividad”.

Martín apunta que las librerías se mueven en la medida de sus posibilidades. “Hacemos actividades, presentaciones y tratamos de involucrarnos en el entorno que manejamos. La mayoría de los miembros somos de la capital, pero también hay de Ejea o Ateca, por ejemplo, y además de las librerías de mayor calado y trayectoria también englobamos muchos enclave de barrio. Está muy bien que exista Cálamo, Antígona, la Central o la París, que todos conocemos y tienen un gran valor por su trayectoria y fondo bibliográfico, pero lejos del centro e incluso en el extrarradio hay gente haciendo un gran trabajo, aunque sea a escala en cuanto a dimensiones y fondo. Aportan lo que pueden al sector en el que se encuentran, y además de tener los más leídos, las novedades y los libros de texto para los colegios cercanos, todos pueden conseguir lo que se les encargue rápidamente; hoy en día, las distribuidoras y editoriales les ofrecen servicios de 24 ó 48 horas; además, hay herramientas como Todos Tus Libros que facilitan la tarea”.

Siglo XXI (situada en el número 12 de la calle dedicada al poeta gallego Celso Emilio Ferreiro) es una referencia en literatura infantil y libro de texto. “No solamente surtimos a los colegios e institutos de la ciudad, sino que trabajamos para todo Aragón y también recibimos muchos pedidos ‘online’ de toda España; hay libros específicos de cada comundad, pero también muchos genéricos utilizados en centros de todo el país. En estos dos últimos años, por ejemplo, los de matemáticas han volado. En cuanto a los autores para el público más joven, tenemos especial preferencia por los autores de Aragón, que hay mucho talento; Begoña Oro, María Frisa, Daniel Nesquens, Fernando Lalana, David Lozano… hay un montón”, apunta Martín.

El trabajo da sus frutos. Así, el Espacio Nobel en Santa Isabel (Av. Sta. Isabel, 82) ha aumentado considerablemente su fondo bibliográfico, y se acerca a su primera década de historia. Javier Lafuente (no se trata del editor de Doice Robles, recalca con una sonrisa ante la coincidencia de nombre y apellido) se lanzó a la aventura en noviembre de 2012. "Quise generar autoempleo. Tras un tiempo pensando en el qué y el cómo, y después de un estudio de mercado opté por esto. Venía del mundo de la construcción, en gestión de proyectos, y la lectura siempre me acompañó, así que la apuesta se ajustaba a mi personalidad. Fue en Santa Isabel porque vivimos muy cerca, a cinco minutos andando".

Librería y Espacio Lector Nobel, en Santa Isabel.
Librería y Espacio Lector Nobel, en Santa Isabel.
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Espacio Nobel es una referencia para Santa Isabel y su entorno, que incluye Movera, Pastriz e incluso La Puebla de Alfindén. "Era una buena idea, se daba un valor añadido al barrio con un negocio que no tenía y los vecinos lo recibieron bien. No es fácil en los tiempos que corren; los libros están en cualquier sitio, desde supermercados a pastelerías, y obviamente está Amazon, la superpotencia. Me quedo con que no hemos tenido que cerrar, mantenemos la ilusión y las ganas. Es un espacio de venta, pero también es lugar para lectores, tenemos actividades para pequeños, colaboramos con bibliotecas, colegios y centros cívicos y aquí han presentado libros autores como María Frisa, Antón Castro o Mario de los Santos. Somos una librería generalista, tenemos todas las novedades y traemos en 24 ó 48 horas cualquier petición que se nos haga". 

Más espíritus aventureros

“Babel, en Valdefierro, también se está asentando -explica Martín- y viene realizando muchas actividades en los últimos años, con una gran implicación en el barrio. Está Maymó, Wodan, el sector del cómic con Milcomics en San José y Futuro en el centro… en los dos últimos dos años hemos notado el apoyo del público; a finales de mayo el año pasado, tras el cierre de dos meses, el comercio ‘online’ estaba disparado en nuestro sector y nosotros no sabíamos que iba a pasar. Sin embargo hallamos tres cosas que ha hecho especial este periodo. En primer lugar, la respuesta del público; al parecer, necesitaban lo que ofrece una librería, ver las portadas y contraportadas, el olor del papel, el tacto. El comercio por internet sigue arriba, pero los libreros hemos respondido con más oferta y más implicación; se hacen más actividades dentro de lo que se puede ahora y, sobre todo, estamos ahí para informar, orientar, dar alternativas”.

Una de las referencias mentadas, Wodan (calle Ceuta, 4), realiza una labor muy notable en el barrio de San José, y simultanea la actividad librera con la de papelería, como muchas otras. "Abrí en 1986 y aquí seguimos -apunta Dulce Guallar, la propietaria- con la misma ilusión.Antes trabajaba como contable en otra tienda similar, y decidí montar mi propio negocio; fue en San josé porque este espacio es el que más me gustó de los que encontré disponibles, pero creo que ya soy parte de la vida del barrio, y muy a gusto".

Wodan destaca en fondo de literatura infantil y juvenil, aunque tiene de todo, y suele hacer actividades lectivas durante el año. "Vamos a colegios de la zona, se hacen jornadas de venta y disposición de libros, o más bien se hacían antes de la pandemia, esperamos regresar a ellas. También solemos hacer actividades de cuentacuentos con autores del barrio y firmas con aragoneses en nuestro porche, que es amplio. Han venido José Luis y Alejandro Corral, Luis Zueco, Rosario Raro… tampoco faltamos en Independencia con el Día del Libro, ni en la Feria del Libro. El contacto con la gente es lo mejor de este trabajo; eso de que venga alguien y te diga que tu recomendación ha tenido éxito es lo que llena. Vender un libro es fácil, pero esa alegría que se intercambia es lo que gratifica cien por cien". 

Otro miedo del gremio tenía que ver con la preponderancia de las pantallas. “La gran oferta actual de películas, series y juegos en casa copa la atención, aún más entre los jóvenes, y desvía la atención de un potencial público lector. Sin embargo, hemos visto que todas esas series y juegos también cansan, y los chavales se refugian en la lectura, un ocio más sosegado, lento, que te ofrece otras sensaciones y detalles, que te deja pensar sin prisa en lo que estas leyendo", apunta Martín.

"Por último -espeta el presidente de los libreros zaragozano- ha habido un gran crecimiento de la novela gráfica y cómic, y también un asentamiento de la lectura infantil y juvenil; los padres son conscientes de que la lectura puede ayudar a diversificar un poco el ocio de los críos, y el trabajo que realizan profesores y centros escolares en ese sentido resulta clave”. En Futuro (Dr. Val-Carreres Ortiz, 7), Guillermo Martínez nota esa recuperación del hábito lector en muchos de sus clientes. “Como lo nuestro es cómic de colección, mucha gente se ha animado a intentar completar las suyas; además, nuestra entrada en el programa Volveremos ha hecho que la campaña prenavideña haya sido incluso mejor que la de otros años”.

Martín, empero, tiene una motivación entre ceja y ceja. “Hay un reto con el segmento de jóvenes, donde se ve una clara división entre los muy lectores y los que no han cogido un libro por gusto jamás, como si fuese algo contagioso. Echo de menos una campaña coordinada con las instituciones para incidir en ese tramo de edad”.

todostuslibros.com

Esta herramienta de ámbito nacional ha traído buenas noticias a las librerías españolas, sobre todo a las independientes. La plataforma busca por título o autor, y ubica la disponibilidad de los volúmenes buscados en las bibliotecas de referencia para cada usuario o bien lo geolocaliza para informar de las posibilidades más cercanas; indica si el libro está disponible o la librería puede encargarlo, y ofrece la posibilidad de comprarlo desde casa y recibirlo en el domicilio desde la librería por un precio asequible de portes, o bien recogerlo gratis en el establecimiento. 

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