LETRAS ARAGONESAS. OCIO Y CULTURA

Trinidad Ruiz Marcellán: “Olifante es un sueño cumplido y una forma de vida”

La editora y escritora recibe el Premio Imán el jueves 25 de noviembre, en la Fundación Caja Rural de Aragón

ARAGON PUEBLO A PUEBLO. LITAGO / 17-07-2017 / FOTO: LAURA URANGA [[[FOTOGRAFOS]]]
ARAGON PUEBLO A PUEBLO. LITAGO / 17-07-2017 / FOTO: LAURA URANGA [[[FOTOGRAFOS]]]
Laura Uranga.

Trinidad Ruiz Marcellán (Zaragoza, 1950) recibe el Premio Imán, ‘exaequo’ con el poeta Fernando Sarría, que otorga por votación la Asociación Aragonesa de Escritores. Trinidad fundó en 1979 la editorial Olifante. Han pasado 42 años y cientos de poetas.

¿Qué piensa si vuelve la cabeza hacia atrás, hacia 1979, el año en que nació Olifante?

En mi vida, en cómo he ido construyéndola con y para Olifante. Estoy feliz, con aciertos y errores. pero con mucha pasíón.

¿Por qué se hizo editora?

Mi relación con Ángel Guinda fue determinante. Con 14 años ya al leer un libro solía oler la tinta impresa, los espacios de una página o los cuerpos de las letras. Y sobretodo, esa alegría que debía de dar entregar al autor su publicación. Era todo como un juego de la imaginación que, con el tiempo, fue creciendo. Trabajé y aprendí mucho con las colecciones Puyal y Porvivir Independiente.  Al desaparecer, nació Olifante.

Son 42 años y bastante más de media vida. ¿En qué se parecen, en la travesía de Olifante, la realidad a los sueños?

Olifante es un sueño cumplido. Es el resumen de una trayectoria poética imaginada desde la adolescencia. Y constituye una forma de vida, un estilo literario para seguir.

¿Por qué una editorial de poesía? ¿Quiénes le ayudaron o le empujaron?

Mis primeros contactos con escritores fueron poetas. Mis primeras lecturas de placer también rondaban la poesía. Finalmente, mi adicción lectora fue y es  acerca del género poético. No podría haber editado sino Poesía. Doy las gracias a tantas y tantas personas que me han ayudado, colaborado, apoyado y dado aliento en momentos bajos. Ángel Guinda,  Marcelo Reyes, mis padres y hermanos, mis hijos, mis poetas, mis amigos, el paisaje y la Naturaleza del Moncayo. Todos hemos aprendido con la poesía de Rosendo Tello y estoy muy feliz de publicar estos días ‘La cadencia del mundo. Homenaje a Rosendo Tello’ en Olifante Ibérico. Sin ellos y mucho más todo hubiera sido más difícil.

"Mis primeros contactos con escritores fueron poetas. Mis primeras lecturas de placer también rondaban la poesía. Finalmente, mi adicción lectora fue y es acerca del género poético. No podría haber editado sino Poesía"

Usted venía de una generación vinculada al Niké: Luciano Gracia, los Labordeta, Pinillos, Rosendo Tello, Rey del Corral, Emilio Gastón, por supuesto Ángel Guinda… ¿La marcaron ellos?

Sí, de alguna manera como lectora de poesía aragonesa. Pero también como editora. Admiraba la Colección Poemas de Luciano Gracia y con él también disfruté la gestión de una edición (en su imprenta, en su casa), así como la colección Fuendetodos de Julio Antonio Gómez. Conocí a todos ellos y nos frecuentábamos o hacíamos viajes literarios a París, Oporto, etc. Descubrí la vehemencia editora desde todos ellos y aquí les agradezco y felicito su excelente trabajo, como poetas y, algunos, como editores.

El primer libro dio mucho que hablar: las cartas de Luis Cernuda a Eugénio de Andrade… ¿Cómo le llegó ese material?

Me lo entregó el poeta portugués Eugénio de Andrade en la ciudad de Oporto, a donde acudí para conocerlo con Ángel Crespo, Pilar Gómez Bedate y Ángel Guinda, en un tiempo que coincidió con la Revolución de los Claveles en Portugal y fue un viaje memorable. Cartas y fotos eran inéditas y sí fue un bombazo editorial, pues nunca antes se habían editado cartas de Luis Cernuda a otro poeta, reflejando comentarios y críticas en toda la prensa nacional.

Ha sido durante años la editora de unos cuantos poetas muy fieles. ¿Con quién o con quiénes se queda?

Me quedo con todos. Todos han sido y son necesarios para la editorial. Todos constituyen la familia Olifante. Hemos descubierto la Magia poética. Todos.

Olifante ha crecido siempre en varias direcciones: el Festival Internacional de Veruela, su colaboración con El Silbo Vulnerado, la Casa del Poeta, los premios de traducción… ¿Una editorial es algo más que un productora de libros?

La palabra Olifante representa llamada, que con dicho instrumento (el olifante) se hace a los amantes de la poesía. Así, significa "un estilo de vida". Esa nueva forma de vida abre las puerta a la Ruta de los Bécquer, a las acciones BookCrossing , a las lectura desde la voz del autor, a a las acciones en residencias, colegios, calle… siempre para reunir a los amantes de la Poesía. La edición, como columna vertebral, acompañada de acciones poéticas plurales. Eso es lo que hacemos y hemos hecho.

"Me quedo con todos. Todos han sido y son necesarios para la editorial. Todos constituyen la familia Olifante. Hemos descubierto la Magia poética. Todos"

¿Qué supone para usted el galardón?

Es un gran honor recibir el Premio Imán, de la Asociación Aragonesa de Escritores, dado además por la votación de los escritores. Asimismo, compartirlo con otro poeta (que ha publicado en Olifante) como es Fernando Sarría es una gran alegría. Gracias a todos ellos por este reconocimiento tan importante.

¿Cuál es el nivel de la poesía aragonesa que ha publicado Olifante en 40 años?

Son muy pocos los poetas aragoneses que no han publicado en Olifante. Creo que sus publicaciones dan fiel idea de la buena salud poética y literaria de nuestra tierra.

¿Hay un resurgimiento de los recitales?

Sí. Estas lecturas poéticas públicas son muy necesarias y creativas. Cada vez se lee más poesía y me atrevería a pensar que se debe a estas lecturas de autor en locales, calles y diferentes espacios. Encuentros con poetas que aproximan a la obra y al libro de cada uno de los escritores.

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