El IAACC Pablo Serrano se reinventa y diseña su exposición permanente

Inaugura la primera de tres muestras que resumirán el arte aragonés de entre 1939 y 2000 y cuyos contenidos ocuparán dos plantas del museo

El Instituto Aragonés de Arte y Cultura Contemporáneos Pablo Serrano se reinventa de nuevo y actualiza sus contenidos. Si hasta ahora las plantas 3 y 4 estaban abiertas a exposiciones temporales, en el futuro contendrán una exposición permanente que desentrañará las aportaciones de los creadores aragoneses al arte del siglo XX. El primer paso de esta reorientación se dio este miércoles, con la inauguración de la muestra ‘Aragón y las artes, 1939-1957’. Podrá visitarse durante dos años, y le sucederán otras dos exposiciones, hasta completar el periodo 1939-2000.

Víctor Lucea, director general de Cultura de la DGA, definía la tarde de este miércoles como "histórica" por cuanto supone el estreno de una nueva etapa para el centro. Y explicaba el cambio de orientación remitiéndose a los estatutos de 1985 por los cuales se creaba la Fundación-Museo Pablo Serrano. "El diseño de una exposición permanente responde a una necesidad –subrayaba– y es que no tenemos en Aragón un centro que presente, a través de un discurso razonado, lo que ha sido el arte contemporáneo aragonés en la segunda mitad del siglo XX. Además, recuperamos así el espíritu del decreto fundacional del museo, que estipulaba que mostraría los mejores exponentes del arte contemporáneo aragonés. La idea es que nuestro discurso expositivo empiece donde acaba el del Museo de Zaragoza".

Ese recorrido que ofrecerá el IAACC Pablo Serrano estará completamente perfilado dentro de cuatro años. Durante los tres últimos el equipo del museo ha estado trabajando en la muestra inaugurada ayer, comisariada por sus conservadoras, Eva Alquézar y María Luisa Grau. Según Alquézar, el marco temporal de esta primera muestra está delimitado por "el año de 1939, que fue cuando Tomás Seral y Casas pidió permiso para rehabilitar un local en la calle de Fuenclara, donde creó la sala Libros, y el de 1957, cuando dos artistas aragoneses (Antonio Saura y Pablo Serrano) se convirtieron en fundadores del grupo El Paso". La muestra incluye 480 piezas de 71 instituciones y coleccionistas. Solo 36 de ellas pertenecen a los fondos del propio museo.

La exposición merece una visita detallada porque tiene mucho que ver y leer, y esconde además numerosas sorpresas. El recorrido se inicia con una amplia cronología, que da paso a un amplio apartado dedicado a la arquitectura, a la reconstrucción de pueblos y edificios tras la guerra civil. Regiones Devastadas y los pueblos del Instituto Nacional de Colonización son los protagonistas, junto a piezas como una máscara para el teatro-cine Iris, una escultura de Manuel Martínez Ubago que representa a Adán y que presidía el cine Coliseo Equitativa, o los primeros carteles de la Feria de Muestras.

La exposición se adentra posteriormente en el terreno del dibujo, con especial atención en figuras como Marcial Buj, ‘Chas’, humorista gráfico y redactor de HERALDO, para desembocar en la creación artística que surge tras la guerra civil. Y en una pequeña sala de proyección se pueden ver dos películas, ‘La Dolores’ y ‘Orosia’, de Florián Rey.

Presentación de la nueva colección permanente del IAACC Pablo Serrano de Zaragoza
Presentación de la nueva colección permanente del IAACC Pablo Serrano de Zaragoza
Francisco Jiménez

La cuarta planta tiene dos protagonistas: la sala Libros y el Grupo Pórtico. Se presentan obras y fotografías de artistas como Alberto Duce, Hermenegildo Estevan, Manuel Coyne, Alejandro Cañada, Cecilio Almenara... Hay sorpresas como el busto que Armando Ruiz le hizo a su mujer, la poeta y pintora Marian Arcal, o un cuadro de inspiración goyesca de Julio García Condoy.

El apartado dedicado al Grupo Pórtico y al I Salón Aragonés de Pintura Moderna de 1949, el más atractivo, se abre con el ‘Hombre clástico’, de José Baqué Ximénez y tiene abundantes pinturas de Eloy Giménez Laguardia, Fermín Aguayo y, sobre todo, de Santiago Lagunas. No falta un apartado dedicado al surrealismo, desde  Saura a los pictogramas de Pomarón o los collages de Alfonso Buñuel; ni la especial atención a la mujer, con obras de María Pilar Burges, Joaquina Zamora y Dolores Franco, entre otras. Y se cierra el recorrido con otra pequeña sala audiovisual, donde se proyectan ‘Los olvidados’, de Luis Buñuel; ‘La tarde del domingo’, de Carlos Saura; y ‘Amanecer en Puerta Oscura’, de José María Forqué. 

La exposición ha supuesto una intensa labor de investigación por parte de las conservadoras del museo. Setenta y un instituciones y coleccionistas han realizado préstamos a la muestra, desde el Ayuntamiento de Zaragoza (con 65 piezas) hasta la Diputación Provincial de Zaragoza (21) o el Archivo Histórico Provincial de la capital aragonesa (25). La aportación de los coleccionistas privados ha sido clave en esta primera fase del proyecto.

El museo zaragozano ha restaurado 27 de las obras que forman parte de la exposición actual. De ellas, 14 pertenecen a sus propios fondos, cuatro provienen de depósitos externos y nueve han sido cedidas temporalmente para esta muestra, que podrá visitarse durante un par de años. 

En 2023 se resumirá y condensará y ocupará parte del espacio de la sala 3, donde enlazará con la siguiente exposición, que se ocupará del periodo comprendido entre 1957 y el fin del franquismo, en 1975. Podrá visitarse otros dos años.

En 2025 esta segunda muestra, a su vez, se condensará y será el enlace entre el periodo anterior, y el siguiente, que se centrará en el periodo comprendido entre 1975 y el fin del siglo XX. Será la tercera y última exposición.

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