La satisfacción es este martes el sentimiento general entre los responsables de los museos aragoneses, tras conocerse que desde el próximo sábado podrán abrir sus puertas sin restricciones de aforos ni horarios.  "El tema de los aforos apenas había modificado nuestro funcionamiento –señala Isidro Aguilera, director del Museo de Zaragoza–, pero es que somos un edificio grande, con patio central. Más que una restricción de acceso al edificio entero, la teníamos hasta ahora en las salas, con tres tipos de limitación según sus dimensiones: no aptas para más de 10, 12 o 20 personas, incluido el guía, si lo llevan". En otros museos aragoneses más pequeños, las limitaciones sí se han hecho más evidentes. Pero en lo que coincidían este martes todos es que con el nivel 1 se pueden recuperar las actividades complementarias, que son las que, a la hora de la verdad, dan riqueza a los museos. "Nosotros teníamos previsto retomar ahora las visitas guiadas, con el 75% de aforo, así que con el 100% será más fácil. Las actividades con colegios teníamos previsto retomarlas en enero, no sé si podrá ser antes".

"Para nosotros la nueva situación es maravillosa –subrayaba la vicealcaldesa Sara Fernández, como responsable de los museos municipales–. Hemos padecido aforos de hasta solo el 25% pero nos hemos empeñado en mantener abiertos los equipamientos porque considerábamos que era nuestra obligación. Pero el cambio del 75% al 100% del aforo permitido no creemos que se vaya a notar mucho en los museos, donde la asistencia es escalonada. Tendrá sus efectos sobre todo en el Teatro Principal y en el Auditorio de Zaragoza. En cualquier caso, sí que nuestros museos podrán incrementar el número de visitas, y en la Lonja, donde la exposición de Francisco Pradilla está despertando un gran interés, todo irá con mayor fluidez".

En el ámbito privado, la nueva situación también va a tener consecuencias. Desde el Museo Goya Fundación Ibercaja, su directora, Rosario Añaños, se felicitaba de poder volver a una cierta normalidad. "La situación nos ha obligado a tener paciencia, porque hemos estado cerrados, y luego al 50% y al 75% de aforo. El año empezó muy flojo de público, pero en julio y agosto hemos detectado un notable incremento de visitantes. La nueva situación nos va a permitir mejorar algunas actividades que teníamos previsto reiniciar, como el taller de grabado, que empezará en noviembre. Las actividades presenciales, que teníamos muy limitadas, volverán a su nivel habitual". Y servicios como el de alquiler de audioguías, que se sustituyó por un sistema de códigos QR, podrían retomarse. Pero lo de los códigos QR parece haber llegado para quedarse. Fernando Sarriá, director del Museo de Huesca, asegura que la pandemia "nos ha obligado a replantearnos muchas cuestiones. Hay que tener en cuenta que la caída de visitantes ha llegado a ser del 85%. Todos los museos tomamos entonces medidas como establecer circuitos de entrada y salida, hidrogeles, control de temperatura o alfombras desinfectantes. En cuanto la situación ha mejorado hemos notado un gran interés por los museos. Pero algunas cosas sí han cambiado. Los códigos QR o las retransmisiones en ‘streaming’ de algunas actividades, que iniciamos en el Museo de Huesca tras suspender las visitas escolares, creo que coexistirán a partir de ahora con todo lo presencial".