LETRAS. OCIO Y CULTURA

El sello zaragozano Xordica publica la novela del Premio Nacional Xesús Fraga

El escritor gallego, periodista de 'La Voz de Galicia', se alzó con el galardón con 'Virtudes (y misterios)' (2020), que editó Galaxia en 2019

Xesús Fraga nació incidentalmente en Londres, donde vivieron su abuela y su madre.
Xesús Fraga nació incidentalmente en Londres, donde vivieron su abuela y su madre.
Ana Couceiro.

Xesús Fraga (Londres, 1971) se hacía ayer con el Premio Nacional de Narrativa de 2021 con su novela familiar ‘Virtudes (y misterios)’, publicada en 2019 en lengua gallega por Galaxia, recibió el premio Blanco Amor, y en noviembre de 2020 por el sello zaragozano Xordica editorial, en traducción suya, una versión que tiene, contaba Fraga a HERALDO, algo o mucho de “de reescritura y de búsqueda de un tono”. Fraga es periodista de la sección de cultura de ‘La Voz de Galicia’, gran lector y traductor al gallego y al castellano de autores como Julian Barnes, Vladimir Nabokov, Roald Dahl y Sylvia Plath. La edición en castellano ya va por la segunda edición.

Xesús Fraga, asiduo de los Congresos de Periodismo Cultural de Santander que organiza Basilio Baltasar, es especialista en gastronomía, es autor de ‘50 recetas con moras y otros frutos silvestres’ con su mujer Ana Couceiro, y autor de libros como ‘Galegos en Londres’, que tiene algo que ver con la novela ‘Virtudes (y misterios)’ o novelas juveniles como ‘Reo’, donde redacta la historia de un grafitero. ‘Virtudes (y misterios)’ es una novela que nace de los relatos familiares de su niñez que se fue gestando en comidas y fiestas, “historias que, sumadas a los muchos libros que leía, dejaron un poso en mi imaginación y han ido fermentando hasta desembocar en mi propio relato”. Ahí, en su abuela Virtudes y en su madre Isabel, entre otras mujeres, y en su padre Antonio, percibió cómo “en las vidas de los más próximos encontramos aventura, emoción y, en buena medida, pistas sobre quiénes somos nosotros”, decía a HERALDO.

‘Virtudes (y misterios)’ es una novela sobre sus abuelos y sus padres, pero también es una novela sobre la identidad, sobre el escritor mismo, que nació en Londres “porque mis padres estaban allí”. ¿Cómo habían llegado a Inglaterra? Esa es una de las claves de esta “epopeya de mujeres”, como la definió Ignacio Martínez de Pisón, cuajada de narraciones paralelas y de paisajes, de tránsitos y de fugas, de entierros y de la cosas menudas de la existencia cotidiana en el mundo rural. La más importante, la del abuelo, está vinculada con la emigración: se fue a Venezuela y pareció olvidarse de la familia. “Empecé a escribir en busca de respuestas y acabo sin ellas (…) Los misterios permanecen igual que las virtudes de los que ya no nos acompañan”, anota Xesús Fraga en su novela.

Detalle de la portada de Xordica.
Detalle de la portada de Xordica.
Heraldo.es.

Su abuela constató que su marido no iba a regresar. “Mi abuelo se marchó a Venezuela en 1955. Ya no era un joven idealista: pasaba de los treinta, estaba casado y había tenido tres hijas. Durante los primeros años no mandó nada del dinero que, supuestamente, era el objetivo último de su viaje. Mi abuela intentó la reunificación familiar por todos los medios: le pidió que volviese, se ofreció a ir ella… sin que él accediese a ninguna opción. Al final, la hipótesis más plausible era que él hubiese formado otra familia allá y no quisiese saber nada de quienes había dejado atrás”. 

Virtudes decidió marcharse con ayuda del azar a Londres, e hizo allí su vida. Y dejó a sus tres hijas en Galicia. Y luego, una de ellas, la madre del autor, que tenía el sueño de ser maestra, repitió la aventura. Estudió en un colegio de monjas, aprendió a escribir a máquina, abrió un diario y en él anotaba de todo un poco: la vida tal como venía, la ciudad, la maternidad y las extravagancias de su hijo. En 1976, la familia retornó Betanzos, La Coruña, y allí, de diversas maneras, se prolongaron los enigmas. E incluso sucedió algo que podría parecer inverosímil.

Xesús Fraga decía a HERALDO: “La emigración es esencial en el libro: a mi abuelo lo extravió, mientras que a su mujer le permitió sacar adelante a la familia. A mi madre le facilitó cumplir con su vocación para la docencia y a mí me situó en una zona de nadie entre varias culturas”. Fraga añadía otro matiz: la deuda del modo de contar esa historia familiar con el periodismo. “El periodismo me facilitó herramientas para hallar e interpretar aquello que era relevante y diferenciar la anécdota de los hechos con trascendencia. A la vez, aspiraba a crear un relato sobrio, porque en una historia así, mi propia historia, era fácil dejarse arrastrar por las emociones y lo que necesitaba era contención: eso me lo proporcionó también el periodismo. Y narrar como si hablase era una aspiración a la que uno es consciente de que nunca llega pero que no por ello debe dejar de intentarlo”.

Xesús Fraga es el cuarto escritor gallego que gana el Premio Nacional de Narrativa: antes lo lograron Alfredo Conde con su novela ‘Xa vai o griffón vai no vento’, en 1986; Manuel Rivas con ‘¿Que me queres, amor?’, en 1996; y Suso de Toro con ‘Trece campanadas’ en 2003.

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