Francisco Pradilla, entre la pintura de historia y el paisaje visto con nuevos ojos

"Pradilla fue un frustrado pintor de paisaje". Lo decía este viernes el historiador del arte Wifredo Rincón, profesor de investigación del CSIC y máximo especialista en la obra del pintor aragonés, nacido en Villanueva de Gállego en 1848 y fallecido en Madrid en 1921. Y lo decía en el seno de la exposición que ha comisariado en la Lonja y que se erige en la principal actividad cultural de la conmemoración del centenario del fallecimiento del artista. Ciento ochenta y siete obras se disponen a lo largo de un recorrido intenso y antológico por la trayectoria del pintor, que se inicia con un autorretrato de cuando apenas tenía 21 años y se cierra con una alegoría pintada un año antes de su muerte.

Y a lo largo de ese recorrido late una reivindicación constante: Pradilla ganó fama internacional como pintor de temas históricos, fue un gran retratista, pese a que el género no le gustaba, destacó como costumbrista, pero quizá fuera, y ha tenido que llegar esta exposición para demostrarlo, un genial pintor de paisaje. El propio Rincón, que ha dedicado buena parte de su trayectoria investigadora a la obra del artista aragonés, confiesa haber 'jugado' en el ordenador a coger sus grandes cuadros de historia y despojarlos de las figuras humanas para admirar mejor esos paisajes en los que Pradilla encajaba a Jaime I el Conquistador o a los Reyes Católicos. "Sus paisajes son verdaderamente espectaculares, y en el número y calidad de sus bocetos puede apreciarse la importancia que les concedía. Para muchos es el pintor de 'Doña Juana la Loca', y sus cuadros iluminan muchos libros de historia. Quizá su brillantez en este género le pudo perjudicar en su momento, pero al estudiar su obra, se comprueba que está a la cabeza de la mejor pintura española de su época. Después de Goya, quizá sea el mejor pintor del siglo XIX español".

En la muestra 'Francisco Pradilla Ortiz, 1848-1921' se incluyen obviamente algunas de sus pinturas de historia más conocidas, no en sus dimensiones monumentales ('La rendición de Granada' mide 5,5 por 3,3 metros y es casi imposible moverla del Senado) pero si en algunas de las dos reducciones que solía hacer el propio Pradilla de estas pinturas, y además acompañadas de sus bocetos y dibujos preparatorios. Se exhiben también retratos, como el de la marquesa de Encinares, Muñoz Degrain o Amador de los Ríos. Pero sobre todo hay paisajes, de la ribera del Ebro, de Venecia, el golfo de Nápoles, el monasterio de Piedra o las Lagunas Pontinas.

La exposición puede visitarse desde hoy y hasta el próximo 9 de enero, momento en el que le sucederá otra dedicada a Eva Armisén. Y en el horizonte ya hay otras, por lo que la Lonja, de momento, sigue consagrada a las exposiciones. La vicealcaldesa Sara Fernández aseguraba este viernes que la programación del espacio a lo largo de 2022 dependerá de cuándo se inicien las obras que harán posible que la Lonja se convierta en un espacio virtual que reivindique la figura y la obra de Goya. Mientras llega ese momento, el edificio seguirá consagrado a las exposiciones. Esta de Pradilla remite a las que se celebraban en otra época, cuando la crisis no había zarandeado los cimientos de la programación y en las muestras se trabajaba más de un año (en esta, desde agosto de 2019), se investigaba, se sacaban a la luz piezas no conocidas y se descubrían nuevos perfiles del artista elegido.

Hasta 84 de las 187 obras que la conforman, casi un 45% del total, no se han mostrado al público nunca: pertenecen a coleccionistas privados que las tienen en sus domicilios, algunos de ellos anónimos, otros tan conocidos como Carmen Thyssen o Alicia Klopowitz. Así que esta es una oportunidad única para contemplarlas. Pero ver el resto supondría también recorrer España de punta a punta. "Nos han prestado piezas todos los museos españoles que tienen obra de Pradilla", subraya Rincón. El Museo del Prado, los museos de Bellas Artes de Bilbao, Castellón ,Córdoba, Zaragoza o Pontevedra, el Museo Nacional del Romanticismo, el Nacional de Arte de Cataluña, el Museo Goya de Ibercaja o el Museo Morera de Lleida, Y han prestado obras también la Fundación Mapfre, el Instituto Ceán Bermúdez y los ayuntamientos de Zaragoza y de Villanueva de Gállego.

Las piezas se articulan en un recorrido cronológico que tiene dos apartados especiales, obligados por la técnica artística empleada y sus condiciones de exhibición. Se han dedicado a las acuarelas, campo en el que Pradilla destacó, y los dibujos, que en su mayor parte son apuntes del natural y trabajos preparatorios.

En la exposición han colaborado la Universidad San Jorge y HERALDO DE ARAGON, que han costeado la restauración de dos importantes obras del artisa, 'Náufragos', del Museo del Prado, y 'El rapto de las sabinas', de la Universidad Complutense de Madrid, respectivamente.

Con motivo de la exposición se ha publicado un catálogo de 240 páginas que incluye una amplia biografía de Pradilla y las fichas de todas las obras que forman parte de la muestra.

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