La presencia del genio de Fuendetodos en 'Artes y Letras'

Una pequeña información sobre la finalización de la restauración es la primera referencia en el suplemento cultural de HERALDO.

Detalle de la cúpula del Pilar ‘Regina Martyrum’, obra mayor de Goya en Aragón
Detalle de la cúpula del Pilar ‘Regina Martyrum’, obra mayor de Goya en Aragón
José Miguel Marco

La primera referencia goyesca en ‘Artes y Letras’ es la del domingo 17 de ese mes de octubre inaugural, una espléndida fotografía, de Luis Mompel, de la ‘Regina Martyrum’, con una pequeña información en la que se da cuenta de que ha finalizado la restauración, por Carlos Barboza y Teresa Grasa, de la obra del pintor en la basílica del Pilar, y de la inminente aparición de un libro en torno a esta cúpula, editado por el Banco Zaragozano, con texto de Eduardo Torra, Federico Torralba, Tomás Domingo y los propios Barboza-Grasa. El domingo 31, en dos lugares distintos del suplemento, se hablaba de una subasta en pro de un monumento a Goya que para Barcelona, y con el apoyo de los centros aragoneses en la ciudad condal, realizaba el escultor turolense José Gonzalvo.

El primer artículo que trata propiamente de Goya es el de uno de los goyistas más asiduos de HERALDO, José Pérez Gállego. El recordado Ulises cinematográfico titulaba castizamente su artículo ‘Goya, la Pepa y el PSOE’, y hablaba de la exposición en Madrid sobre la Constitución española (esa ‘Pepa’ era el nombre también castizo con que se bautizó la de Cádiz), a la que asistió por cierto un juvenil e intelectual Alfonso Guerra. Era un 19 de diciembre, y el 26, Pedro de Lorenzo, el artesano de la pluma y extremeño iluminado, escribía ‘Goya, valor circulante’, en torno a la exposición de grabados de Goya que la Fundación March empezaba a mostrar por España y el mundo. Hoy ese ‘circulante’ lo hemos transformado, como todos saben, en ‘itinerante’.

En febrero del 83, Guillermo Fatás, en sus ‘Libros aragoneses’ dedicaba tres entregas (días 13, 20 y 27) a comentar, precisamente, el libro sobre la ‘Regina Martyrum’. El título genérico de sus tres artículos era bien expresivo: ‘Goya como si fuera la primera vez’, que es como podíamos ver la bóveda goyesca tras su restauración y su interpretación documental y crítica. El 8 de marzo se refería a ‘Goya y la Santa Cueva, de Cádiz’, a propósito del libro de Federico Torralba ‘Goya en la Santa Cueva’ (1983).

En los Amigos del País

En mayo, Luis García Bandrés se refería a ‘Las vicisitudes que rodearon el hallazgo de obras de Goya en la Económica’, en torno a la aparición de dibujos en el patrimonio de la Sociedad Económica Aragonesa de Amigos del País, publicados en un catálogo de la entidad. Bandrés además apoyaba la necesidad de un museo dedicado a Goya, tema que sigue coleando. Guillermo Fatás, en su sección de ‘Libros aragoneses’, también ha reseñado títulos como ‘Goya visto por un librero zaragozano’, de Inocencio Ruiz Lasala (II-90); el fundamental ‘Antecedentes, coincidencias e influencias del arte de Goya’, de Lafuente Ferrari, en la edición facsímil del libro de 1947 (4-1991); o el catálogo selectivo de Morales y Marín (l-1995). Desde septiembre del 83 ‘Artes y Letras’ saldría ya siempre los jueves.

En julio del 84 nos admiraba un artículo de Gonzalo Torrente Ballester, ‘El Bosco, Goya y Picasso’, uno de los más bellos textos dedicados al pintor en estas páginas. En noviembre de ese año, César Pérez Gracia publicaba ‘El secreto de la Quinta del Sordo’. De Pérez Gracia, frecuentador de los temas goyescos, son también ‘Aníbal o el Goya adolescente’, sobre el cuadro ‘Aníbal cruzando los Alpes’ (11-1985); ‘Las majas de Goya según Julián Gállego’ (6-1987); ‘La Junta de Filipinas’ (11-1989), sobre el gran cuadro existente en Castres; ‘El museo español del Louvre’, en torno al estudio de José Cabanis de la colección de Louis Philippe (12-1989); ‘La dama del papo goyesco’ (5-1991), acerca del ‘Retrato de dama con mantilla’ del Museo de Zaragoza; ‘Novela pseudogoyesca’, sobre la obra de Comelius Fischer (5-1991); ‘La Zaragoza goyesca en Madrid y el Museo Lázaro Galdiano’ (4-1991); ‘Goya a la luz de la peste’, con motivo de la exposición de los cuadros de gabinete, del Prado (3-1994), y ‘Velázquez según Goya’, un comentario al ‘Goya, grabador’ de Julián Gállego (4-1994). ‘Goya y el museo de Luis Felipe’ también mereció la atención de nuestra habitual colaboradora de temas literarios franceses Michèle Jean (5-1985).

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