EL VERANO Y SUS PASIONES / 7. CARLOS CASTáN

Carlos Castán: "Los mejores besos han sucedido siempre en el verano"

El autor de 'Frío de vivir' o 'Museo de la soledad' explica sus pasiones, recuerda algunas aventuras y revela su odio a las piscinas

Retrato de Carlos Castán.
Retrato de Carlos Castán.
Archivo Castán.

El escritor Carlos Castán (Barcelona, 1960; vivió muchos años en Huesca, donde dio clases) -un maestro del cuento, ahí están libros como ‘Frío de vivir’ o ‘Museo de la soledad’, entre otros, recogidos en sus relatos completos de Páginas de Espuma-, recuerda algunos de sus veranos.

1. ¿Cómo será su verano tras la pandemia? ¿Tiene muchos viajes aplazados?

En realidad, muy parecido al del año pasado. Sin grandes viajes pero con una estancia larga y remolona en el Cabo de Gata y un par de escapadas más breves a Cádiz y Cantabria.

2. ¿Qué significa el verano para usted?

Calma, siesta, mar, libros. Me siento cómodo en esa legitimación colectiva de la pereza, tan mal vista el resto del año. Y, cómo no, libertad: posibilidad de ver a gente con la que durante el invierno me relaciono sólo a distancia.

3. ¿Dónde veranea? ¿Es de playa, de montaña, de ciudad o de pueblo?

No me gusta la playa, pero sí el mar. Paso la mayor parte del verano en un pueblecito marítimo relativamente tranquilo.

4. ¿Qué le dicen las piscinas?

Directamente, las odio. Hace siglos que no piso una y espero tardar mucho en volver a hacerlo.

5. ¿Cuál ha sido el viaje de verano de su vida?

Hay varios que recuerdo con mucho cariño: uno a Asturias, en auto stop con 17 años; un circuito por Centroeuropa, una escapada improvisada de Ordesa a La Coruña por carreteras secundarias.

6. El verano está asociado a la infancia y a la adolescencia, a los ritos de paso. ¿Hay algo especial para recordar?

Claro, el verano era como un tiempo, casi un país, fuera de la vida de uno, generalmente marcada por rutinas bastante fatigosas. En el verano el azar lo recombinaba todo añadiendo además sus aromas y un cielo estrellado. Los mejores besos han sucedido siempre en esa estación.

"Lo mejor del verano era llegar, de niño, con mi hermano al pueblo de mi padre con una eternidad por delante. Esa primera noche llena de planes en la que desde la cama oía ladridos lejanos y las ovejas balando en el corral de abajo"

7. ¿Cuál es su mejor recuerdo de vacaciones?

Llegar, de niño, con mi hermano al pueblo de mi padre con una eternidad por delante. Esa primera noche llena de planes en la que desde la cama oía ladridos lejanos y las ovejas balando en el corral de abajo.

8 ¿Qué tipo de lecturas, u otras actividades, realiza estos días?

Jamás me han gustado los libros llamados ligeros o de entretenimiento. Suelo seguir con lo que tenía entre manos.

Carlos Castán en la playa, en una foto reciente.
Carlos Castán mira a través de la ventana: la observación del autor lírico.
Asís G. Ayerbe.

9. ¿Qué película está asociada a un verano inolvidable?

Recuerdo muy especialmente cuando vi ‘¿Arde París?’ en un cine de verano que había en Lavapiés, ya sabes, una silla de tijera sobre el suelo de grava y afuera la ciudad, esperándonos.

10. ¿El disco o la canción o las canciones de verano?

De niño, Marisol; de más mayor, Pepa Flores. Esa es la voz por excelencia de todos mis veranos.

11. ¿Cuál ha sido el gran personaje de esta época del año?

"Recuerdo con mucho cariño los conciertos de Ramoncín a mediados de los ochenta. Y Rod Stewart en el campo del Rayo. Con todo, desde el punto de vista de la emoción, sigo pensando que no hay nada como escuchar a Sabina en Las Ventas"
Carlos Castán, en la playa.
Carlos Castán, en la playa.
Archivo Castán.

Diría que mi abuela Patro en los veranos de mi infancia, en Biscarrués. Y uno de mis hermanos, con el que éramos uña y carne. Pero es que luego ha habido muchos con el devenir de la vida: compañeros de viaje, grandes amores y los personajes de todos los libros que leía.

12. ¿Internet y los móviles han hecho mejor mejores las vacaciones? ¿Las han cambiado de alguna manera?

Han cambiado un poco todo, desde luego, pero en mi caso no de una manera significativa, aunque con ellos se aminora un poco esa sensación, tan sana, de estar desaparecido para el mundo.

13. ¿Cuáles serían los conciertos de su vida?

La primera vez que pude ver a Leonard Cohen, ni más ni menos que en Binéfar. Y Bob Dylan en la plaza de toros de Huesca, magistral, inolvidable. Recuerdo con mucho cariño los de Ramoncín a mediados de los ochenta. Y Rod Stewart en el campo del Rayo. Con todo, desde el punto de vista de la emoción, sigo pensando que no hay nada como escuchar a Sabina en Las Ventas. 

14. ¿Cuál es la más extraña o sorprendente anécdota veraniega vinculada a su profesión?

Quizá cuando en Munster me reconocieron en una librería (jamás me había pasado en España) y me hicieron firmar todos los ejemplares que tenían de ‘Gern ein Rebell’, que era la versión alemana de ‘Frío de vivir’.

"En Munster me reconocieron en una librería (jamás me había pasado en España) y me hicieron firmar todos los ejemplares que tenían de ‘Gern ein Rebell’, que era la versión alemana de ‘Frío de vivir’"

15. ¿Cuál es la más bella o inverosímil aventura de sus veranos?

Recuerdo una carrera bajo un tormenta tremenda durante un campamento en el Pirineo, en bañador, por los senderos de un bosque, con la misión de cerrar las tiendas de campaña de los pequeños para que no se inundasen. El agua a cántaros sobre la piel desnuda, la velocidad, los truenos. Sigo relacionando la libertad con aquel conjunto de sensaciones.

*MAÑANA: ELISA ARGUILÉ. ILUSTRADORA.

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