Diez guiños de la película 'Las niñas' que disfrutarás especialmente si eres zaragozano

Green, las camas elásticas del Parque Pignatelli, Manolo Kabezabolo... La triunfadora de los Goya es un viaje en el tiempo no solo por los rincones sino también por el ambiente y las costumbres de la capital aragonesa en los 90.

Las protagonistas de 'Las niñas', en la calle Torreseca, muy cerca de la calle de Alfonso.
Las protagonistas de 'Las niñas', en la calle Torreseca, muy cerca de la calle de Alfonso.
Heraldo.es

'Jugar' a reconocer lugares propios y cercanos en la gran pantalla es uno de los placeres que puede dar el cine. Aragón y Zaragoza han sido a estas alturas escenario de numerosas películas, pero en 'Las niñas' Pilar Palomero propone, además de un paseo por la ciudad, un auténtico viaje en el tiempo que traslada de un plumazo a sus contemporáneos a la vida diaria de los 90, esa que se queda en la parte en sombra de la memoria: las aulas de tantas niñas que fueron a colegio de monjas, las esperas en las paradas del autobús, los caminos a casa con las amigas, las viviendas familiares, las 'invasiones' clandestinas de las camas de los padres o las modas pasajeras: lazos, bolsos o chapas que 'había' que lucir como símbolo de pertenencia al grupo. Estos son algunos de esos 'flashes' que han permanecido en la memoria de la directora, que llenan de detalles un filme que, pese a su origen local, ha trascendido las fronteras zaragozanas. Para su paisanos, funcionan como una flecha directa a la nostalgia.

Pilar Palomero, Andrea Fandos y Natalia de Molina, en un aula del Instituto Miguel Servet durante el rodaje.
Pilar Palomero, Andrea Fandos y Natalia de Molina, en un aula del Instituto Miguel Servet durante el rodaje.
Aranzazu Navarro/HERALDO

1) El colegio

Gran parte de la película 'Las niñas' se desarrolla en el colegio al que asiste la protagonista, Celia (interpretada por Andrea Fandos). Para el rodaje, la entrada, el patio y las aulas del instituto Miguel Servet (situado en el paseo de Ruiseñores) hizo las veces de ese colegio de monjas. En realidad, el colegio de Palomero fue Escolapias-Pompilianos, que está casi enfrente del Miguel Servet, en la misma calle. Precisamente, para su colegio y compañeras tuvo la directora un recuerdo al recoger el Goya al Mejor Guión.

2) La parada del autobús

Otra de las escenas de la película tiene lugar en una parada del autobús cercana a estos dos centros educativos. En ella, las niñas se cruzan con una de las monjas del colegio y se da un momento entre incómodo y divertido a costa de un cartel sobre el uso de preservativos, campañas habituales en la década de los 90.

Logo de la discoteca Green.
Logo de la discoteca Green.
Heraldo.es

3) Green

Uno de los momentos más celebrados de 'Las niñas' es la que retrata los primeros acercamientos entre chicos y chicas en la adolescencia. En el filme se produce en 'Green', una discoteca muy de moda en los 90 y que aún aguanta abierta en la calle Lacarra de Miguel. Reunía, en sesiones de tarde, a adolescentes (englobados principalmente en la categoría de 'pijos').

4) Pinares de Venecia

Las conversaciones y 'aventurillas' en los caminos de ida y vuelta al colegio es una de las vivencias comunes de cualquier preadolescente. En la película, Celia, la niña protagonista, forja su amistad con Brisa, la nueva del colegio, paseando entre los Pinares de Venecia hasta llegar a casa de la abuela de esta, que les ofrece un 'zumico': es la yaya de todas.

Las niñas, con carteles de Niños del Brasil al fondo.
Las niñas, con carteles de Niños del Brasil al fondo.
Heraldo.es

5) Más Birras, Héroes, Los Niños del Brasil: la música de una época

Entre los 80 y los 90, los jóvenes aragoneses pudieron disfrutar de una tan nutrida como potente nómina de músicos locales. En el filme es Brisa, la amiga llegada de Barcelona pero de abuelos zaragozanos, la que curiosamente introduce a la atribulada protagonista en los sonidos del momento. En los casettes de la película suenan Héroes del Silencio, Los Niños del Brasil, Manolo Kabezabolo o Más Birras, una playlist con D.O aragonesa a la que hay que añadir 'Luna de papel', la canción original por la que Carlos Naya fue nominado al Goya.

6) Los puentes, el Ebro, el Pilar...

Si bien Palomero elige una Zaragoza de 'cara B', en el sentido de que en gran parte solo resultará reconocible para los locales, no se resiste a mostrar también un momento de su imagen más de postal. La tarde en Green acaba con Celia montada en moto de 'un chico', con el que cruzará el Ebro con el Pilar al fondo.

7) La calle Torresecas

Otro de los pocos lugares del centro que aparecen en la película tiene, sin embargo, algo de clandestino. Se trata de la calle Torresecas (en la foto que encabeza este artículo). Quizá por ese nombre no la conozcan ni los propios zaragozanos. Para empezar porque no conduce a ningún lado. Aunque no exactamente. Se trata de un callejón que se encuentra en un lateral del Palacio de Fuenclara, en el calle del mismo nombre. Sin salida para el paseante, se trata de una vía de acceso a la parte trasera de la Droga Alfonso, una tienda a la que se entra por el Coso. En el filme, el rincón semiescondido refugia a las niñas para transgredir las normas fumando un cigarrillo compartido. La escena, además, sirvió de imagen para el cartel de la película.

La capilla de la parroquia de San Francisco de Asís, que en la película aparece como la del colegio de las niñas.
La capilla de la parroquia de San Francisco de Asís, que en la película aparece como la del colegio de las niñas.
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8) La capilla del colegio

La capilla del colegio de 'Las niñas', muy representativa de la estética religiosa setentera, está en realidad situada en la avenida de América, en el barrio de Torrero. Se trata de la Parroquia de San Francisco de Asís, obra de Enrique Delso Calavia.

Pilar Palomero, izquierda, con las actrices, algunas de ellas con las bolsas de G.E.
Pilar Palomero, izquierda, con las actrices, algunas de ellas con las bolsas de G.E.
Heraldo.es

9) Las bolsas de G.E.

Uno de los aspectos que sorprenden del filme de Pilar Palomero es su fidelidad a los detalles, cuidados al máximo en un ejercicio de memoria reseñable para el que el equipo de dirección de arte, vestuario y peluquería ha estado a la altura. Así, 'Las niñas' rescata modas puntuales, símbolo de pertenencia y a menudo también de estatus, como la que extendió en Zaragoza el uso de unas bolsas de tela (hoy en día conocidas como 'totes') que se diseñaban y vendían en una tienda de nombre G.E, que también popularizó un perfume. Ambos eran objeto de deseo (para algunas nunca logrado) de muchas adolescentes de la época, en uno de los pocos fenómenos de 'logomanía' noventera de carácter local. Las bolsas de la película se hicieron ex profeso.

Las atracciones del Parque Pignatelli, hoy en día.
Las atracciones del Parque Pignatelli, hoy en día.]
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10) El Parque Pignatelli

En un mundo en el que las consolas solo asomaban, la oferta televisiva infantil y juvenil no era 'non-stop', no había móviles ni 'chiquiparks' ni, por supuesto, se conocía la noción de 'parque temático', los parques de la ciudad eran una opción principal de ocio. Y, dentro de los que había en Zaragoza, el Pignatelli aportaba un plus de ilusión: unas atracciones con coches tipo 'kart' y unas camas elásticas que todavía funcionan. En ellas saltan 'Las niñas', en una de las escenas más entrañables de la película.

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