poesía. 'artes & letras'

Otros mundos, otro ámbitos, la lírica del 'poeta astronauta' José Malvís

El escritor de Valladolid, afincado desde hace años en Zaragoza, publica en Olifante su libro más insólito y trabajado: '[20 Vatios Azul Pálido]'

Nuevo poemario de José Malvís.
José Malvís con 'El alma del Ebro' de Jaume Plensa.
Alberto Martín.

Acaba de salir de la imprenta el último libro de José Malvís, poeta vallisoletano afincado en Zaragoza. Después de publicar 'Cápsulas', su primer libro de relatos, la trayectoria de este joven poeta ha seguido una línea ascendente hasta culminar con esta obra que nos invita a viajar hacia otros mundos, a redescubrir otros ámbitos y a explorar todo aquello que conforma nuestra frágil realidad. 

A pesar de su juventud, su trayectoria literaria es amplia y destella experiencia y madurez. Ya en sus anteriores poemarios –'Replican-Test', 'La selva en un cubo de Rubik' y 'Todos los días son lunes en Diwaniyah'– esbozaba una inusual originalidad y una búsqueda de nuevos caminos. Su galardón más reciente, el Premio Internacional de Poesía Antonio Machado de Colliorure 2018, lo consagra como un poeta importante en el panorama literario actual.

'[20 Vatios, Azul Pálido]' intenta, según afirma el autor, “recuperar el valor de la palabra”. Su título procede de esas dos sondas espaciales enviadas al espacio en 1977, cuya potencia de transmisión es, sorprendentemente, inferior a 20 vatios y del punto azul pálido que fotografió la 'Voyager I' en 1990. A partir de esta metáfora estelar, José Malvís estructura su poemario en dos grandes partes, complementadas después por 'Red del espacio profundo' y 'Elegía del viajante descalzo'.

 En 'Voyager I' el poeta decide recurrir a la magia para paliar la fragilidad de la memoria y emprende un vuelo sin retorno para luchar 'Contra la tristeza' y desafiar a la muerte: “Ser consciente de tu propia locura / es saber qué piensa la muerte”. En sus poemas 'Memoria estelar' y 'Nadia Comâneci' se lamenta de esas noches sin estrellas y aspira a esa perfección alcanzada por la gimnasta rumana: “Me gustaría ser capaz de tocar las estrellas con los labios”. En armoniosa alternancia con estos poemas, nos regala Malvís pequeñas cápsulas en prosa poética que tienen sus raíces en la realidad cotidiana e invitan a una sosegada reflexión como el Monstruo de hojalata, dedicado a Víctor Jara y con excelentes imágenes surrealistas como “en el interior de su vientre de hierro se halla la digestión de trabajadores somnolientos”.

“Envejecer / es distanciarse / poco a poco / de tu cuerpo, / ver a un ser extraño / que intenta abrazarte todo el rato”

En la segunda parte, 'Voyager II', vuelve a recurrir a la magia del poema y reivindica esa locura como un canto a la disidencia y a la originalidad: “Los locos tendríamos derecho a pasear desnudos entre olas de trigo por el campo”, afirma en el microrrelato 'Para cuerdos'. De vez en cuando nos sorprende José Malvís con un poema escueto, contundente, casi sentencioso, que llega incluso a estremecernos. Así se expresa en el poema 'Enjuto': “Envejecer / es distanciarse / poco a poco / de tu cuerpo, / ver a un ser extraño / que intenta abrazarte todo el rato.” Después de una breve alusión a Peter Pan –“Me gustaría ser pequeño otra vez”, vuelve a elogiar el valor de la poesía como el mejor camino para alcanzar la Luz: “La Poesía / es el mejor lenguaje que he encontrado / para explicar lo que me hace sentir / el Sol”.

“La Poesía / es el mejor lenguaje que he encontrado / para explicar lo que me hace sentir / el Sol”

Esos versos cercanos a la piel del poeta vuelven de nuevo en esa 'Red del Espacio Profundo', que empieza en el poema 'Mañana será siempre todavía' y culmina con ese 'Futuro incondicional' en el que augura un mañana sin muros ni distancias. Destacan por su fuerza expresiva y originalidad el poema 'Imaginar es de valientes', evocando unos versos de Gabriela Mistral; la original 'Conjugación de un beso', rica en paralelismos y con una estructura perfecta, y 1001, en el que el poeta se desdobla en varios “yos” como en las múltiples versiones de 'Las mil y una noches'.

Como homenaje a Guillaume Apollinaire, Malvís pone un broche de oro a su poemario con un poema dedicado a uno de sus maestros, el gran poeta aragonés Ángel Guinda, y algunas reflexiones en prosa poética, como 'Hayedos', homenaje a la poetisa gallega Rosalía de Castro, o 'Manifiesto para valientes', un reclamo a la coherencia y a la honestidad. No podía faltar como colofón un poema que nos remite al título de la antología en el que reivindica ese azul rubendariano, reclama una “libertad salvaje” y vuelve al aliento vanguardista de sus primeros versos: “dejaré un plato de leche fresca sobre la repisa del poema”.

El prólogo de la poeta Mar Sancho y el epílogo de Ángel Guinda flanquean los versos de este “poeta astronauta” que reconoce que no cree en los milagros, que aprende de los fracasos y decepciones y que para él son sinónimos magia e imaginación.

LA FICHA

‘[20 Vatios Azul Pálido]’. José Malvís. Editorial Olifante. Zaragoza 2020. 91 páginas.

* José María Ariño Colás es profesor de literatura, crítico literario y especialista en viajes literarios.

Comentarios
Debes estar registrado para poder visualizar los comentarios Regístrate gratis Iniciar sesión