La lucidez lúdica de José Malvís

La condición humana es miserable. A denunciar nuestras mezquindades, a ensalzar algunas de nuestras grandezas, dedica José Malvís ‘La selva en un cubo de Rubik’ (que ganó el Premio Internacional Antonio Machado de Collioure con ‘’Todos los días son lunes en Diwaniyah'). Este hexaedro representa aquí un juguete muy serio: alegoría del esfuerzo, metáfora de la existencia como tenacidad. La vida hecha de posibilidades e imposibles, de caminos abiertos e interrumpidos, cunetas, encrucijadas. Y al fondo un horizonte por alcanzar pese a que llegar a él sea una quimera.

Hay en el libro dos poemas aforísticos, vitalistas, que atraviesan. Uno, ‘Kristina dixit’, se refiere al origen causal de la poesía como arte. Es el titulado: ‘Os volvéis artistas los que no podéis con la vida’. El otro, ‘Revólver’, alude a la empresa de nuestro existir, y dispara: ‘La vida tiene una bala: / no puedes fallar’.

Poética cargada de hondura, humor grave, ironía. Que abarca la vida, la muerte, el amor, el sexo, los hombres y mujeres de la calle, la ciudad, el escenario de las guerras, la identidad y la fama, el sueño liberador de huir al espacio interplanetario, la disidencia militante como actitud ante la injusticia en el mundo.

Estilo despejado, espontáneo, enriquecido con audaces confusiones sensitivas (“leo café solo con hielo”, “la voz que tienen las miradas”); paradojas: “los cobardes más valientes”; imágenes: “diamantes de oxígeno”, “sangre de acero”. José Malvís rebosa talento, entusiasmo (que es inspiración), verdad, capacidad de trabajo y voluntad de ser poeta definitivo.

LA FICHA

‘La selva en un cubo de Rubik’. José Malvís. Zoográfico ediciones. 2018. 92 páginas.