"Ha sido bonito, casi improvisado, emocionante. Lo decidimos un poco por azar hace un par de días. Nos enteramos de que los sanitarios del sector II del Hospital Miguel Servet iban a ser objeto de un homenaje y en una de las muchas reuniones que tenemos empezamos a barajar cosas. Y de repente, alguien dijo: 'Y si les regalásemos libros'. Dicho y hecho. Se sumaron diez editoriales y llevamos los libros que teníamos en casa… Creo que nadie fue a los almacenes. Montamos un puesto, con toda la protección posible, y ha sido realmente increíble. Los sanitarios, que están cansados y agobiados, disfrutaron de verdad», dice Marina Heredia, presidenta de la Comisión Permanente del Libro de Zaragoza (Copeli).

«Seguro que hay editoriales que ni se han enterado, no leyeron el email, o no tenían ejemplares en casa. Lo siento de veras. Al final, colaboraron diez sellos: Aladrada, Rolde, Prames, Gara d’Edizions, Acribia, Gp Ediciones, La Fragua del Trovador y Los Libros del Gato Negro. Y los libros, más de 600, apenas duraron dos horas. Montamos el puesto como si todo fuera normal», insiste Marina.

"Todos querían pagar"

La reacción fue de "unánime gratitud. Todos querían   pagar. En realidad, los agradecidos somos nosotros. Sabemos qué esfuerzo están haciendo, cómo se juegan el tipo a diario, y nuestra presencia era otra forma de cariño y reconocimiento". Con los libros en la mano, de muchas materias, se oían los planes de futuro y ya se hablaba de intercambio de volúmenes y el deseo de dejarlos luego en la biblioteca del hospital.

Marina Heredia hace balance de la jornada. "Ha sido extraña, sí, pero intensa y bonita. ¡Cuánto hemos trabajado todos, y especialmente nuestro equipo técnico  formado por Maite Puntes y Cristina Martínez de Vega, en la organización y en la puesta a punto de los vídeos! Desde Copeli y la Asociación de Editores queremos sacar pecho, huir del victimismo. Queremos seguir mostrando lo que somos. Somos solidarios con los libreros y con los distribuidores, adoramos a los lectores. Los libros empiezan en las editoriales, y en los autores. Y tampoco nosotros podemos venirnos abajo. Hay que empujar».

Maite Puntes, desde la parte técnica, dice que "se veía que la gente tenía ganas. Muchas ganas. Era un día de celebración y se notaba. Y no estar en Independencia supone una decepción. Al final, además de las seis firmas digitales programadas, acaba de terminar la de Sandra Santana, y se conectaron 40 o 50 personas, nos remitieron alrededor de 150 vídeos de recomendaciones y lecturas que hemos ido colgando en Youtube y nuestras redes sociales; los remitieron escritores, editores, libreros,    políticos, etc. Y, además, todo muy variado".

Paco Goyanes, desde Cálamo, estaba muy contento. "Para nosotros han sido muy emocionantes tanto la conversación entre los cinco editores como luego el vermú de recomendaciones. Se conectaron en directo entre 30 o 35 personas en cada emisión y fue divertido. Hay una cosa que me gusta mucho: creo que estamos llegando al corazón de la gente y tenemos que mantener esa apuesta de esperanza y creer en el futuro". La Asociación Aragonesa de Escritores ha tenido una presencia constante: sus integrantes se han volcado en este Día del Libro tan extraño como virtual, como recordaba Pilar Aguarón Ezpeleta en uno de sus vídeos.

Fernando Sanmartín, jefe de servicio de Cultura de las Cortes, también estaba satisfecho de la apuesta institucional: se colgaron vídeos de ocho escritores (Ramón Acín, Margarita Barbáchano, Juan Bolea, Antón Castro, Sergio del Molino, Miguel Mena, Trinidad Ruiz    Marcellán y José Verón Gormaz) que han tenido bastantes visualizaciones a lo largo del día. Esa oferta se mantendrá en la web hasta el domingo. Hoy se cuelga una conversación con Luis Alberto de Cuenca y el sábado con Luis Eduardo Aute.

50 poetas en vídeo

Trinidad Ruiz Marcellán se retiró a los bosques del Moncayo. Ella logró que unos 50 poetas de los más de 500 que ha publicado en el sello Olifante le grabasen un poema que se ha oído en la web y las redes sociales, pero también otro lugares: el canal de Youtube de Copeli y de la Biblioteca Pública de Aragón, que apostó por cuentos para niños y por una oferta de una veintena de películas que nacen de la adaptación de obra literarias y son accesibles en la red, entre ellas ‘El Lazarillo’ y ‘La historia interminable’.

Maite Puntes decía: "No ha habido Día del Libro en Independencia, pero no hemos parado. Y lo que queda. La gente seguirá visualizando vídeos, seguro". Y Paco Goyanes abundaba en ello: "Sonará raro: llevamos tantas horas ante el ordenador todos que es como si padeciésemos estrés".