Binéfar

El II Festival País de Moñacos reconoce el trabajo con títeres de Luis Pardos y Teatro de Medianoche

El grupo zaragozano de teatro de sombras abrió el certamen inaugurando una exposición sobre sus 35 años en Casa Maza.

El II Festival País de Moñacos que se desarrolla desde el jueves hasta el domingo en La Casa de los Títeres de Abizanda (Comarca de Sobrarbe) ha rendido en la jornada de este viernes un doble homenaje al director y productor Luis Pardos, creador de la compañía de teatro de vodevil que lleva su nombre, y al grupo de teatro de sombras Medianoche por sus 35 años de trayectoria.

La segunda jornada del festival, único en la Comunidad cuya programación la forman compañías aragonesas, se ha iniciado con el café tertulia que ha protagonizado Luis Pardos que ha repasado sus cuarenta y ocho años sobre los escenarios, pero sobre todo su vinculación con los títeres, con los que dio sus primeros pasos como artista.

La pasión de Luis por las marionetas se despertó de niño “cuando contemplaba absorto los títeres de Maese Villarejo y su Gorgorito y una compañía argentina que vi en el Teatro Principal de Zaragoza con sus personajes Osobuco y Osobuquito”. A los ocho años ya elaboró su primer títere, un fantasma, que anoche sacó del baúl para donarlo al fondo del Museo de la Casa de los Títeres de Abizanda. Y es que la vinculación de Luis Pardos con Los Titiriteros de Binéfar es muy antigua, de hecho, la primera costurera de los binefarenses, Loli Corbacho, fue una recomendación de Pardos, con quien habían compartido escenario en fiestas de los pueblos.

“Me alegro mucho de la evolución que han tenido los títeres. Cuando yo empezaba, a los 14 años, era algo asociado a las fiestas de los pueblos, al espectáculo de variedades. Desde hace unos años se concibe como algo más cultural, y las instituciones lo programan, se crean festivales, algo de lo que me alegro mucho”, ha señalado Pardos.

El empresario zaragozano comenzó en la compañía Hermanos Car con un compañero que dejó al poco tiempo de hacer funciones, dejando en solitario a Luis. Fue entonces cuando nació su “hijo” Pedrito Garrote, un títere de cachiporra. Tras más de diez años dedicado a los títeres dentro de un espectáculo de variedades ‘Humor y Fantasía’, dejó el género para probar como bailarín, hasta protagonizó un destape integral en 1978. Después llegaría su etapa como productor y director de una revista que ha contado con grandes artistas de fama nacional y con los que ha recorrido España y el extranjero.

Tras su intervención, Los Titiriteros de Binéfar, Pilar Amorós y Paco Paricio directores de la muestra le han entregado el galardón ‘Raposeta’, instaurado por primera vez en este festival. Se trata de una escultura de madera, tallada a mano que reproduce al popular personaje que tantos éxitos ha dado a la compañía binefarense.

El reconocimiento recibido en Abizanda le lleva a “revivir unos tiempos que fueron muy felices para mí, además me hace mucha ilusión la invitación de Pilar y Paco, ellos han marcado toda una época y han sido un referente. Y es que lo hacen muy bien como demuestra la cantidad de premios que han recibido”.

35 años de Medianoche

Posteriormente, tenía lugar la inauguración en Casa Maza de la exposición ’35 años en compañía’ que repasa la trayectoria de Teatro de Medianoche, un referente del teatro negro y de sombras en España. La muestra, que se podrá ver este fin de semana, presenta a través de fotografías, carteles, títeres de sombras, de hilo y de sombras algunos de sus personajes que han dado vida a sus títulos más significativos como ‘La profecía’, ‘Asómbrate’, ‘El fotógrafo’ o ‘El pirata que quiso capturar la Luna’, su primer montaje como compañía estrenado hace 35 años y que esta tarde han vuelto a representar con una versión más moderna en el programa doble infantil que ha comenzado esta tarde.

Araceli Gil y Domingo Castillo crearon en Zaragoza en 1984 Teatro de Medianoche, compañía que fue una de las pioneras en España en el teatro negro o de sombras. En 2007 se incorporó su hija Ángela y el año pasado trasladaron su residencia a Belchite, dando vida al teatro municipal reabierto en abril y que llevaba décadas cerrado.

“Hemos sido pioneros en Aragón y en España realizando espectáculos utilizando únicamente la técnica de sombras con ‘El pirata que quiso capturar la Luna’. Todos los títeres los hacemos nosotros y algunos de ellos los hemos traído a Abizanda junto con fotografías, carteles y recuerdos para mostrar todo nuestro trabajo con todas las técnicas que hemos utilizado”, cuenta Domingo.

Por la tarde también la compañía italoargentina invitada al festival, A2Manos, ha instalado bajo la Torre de Abizanda la Carpa del Tangram donde se representará todo el fin de semana la obra poético visual ‘El Cruce’ con piezas de este popular juego.

El resto de la jornada ha contado con la verbena de Los Titiriteros de Binéfar que ha puesto sobre la escena de La Era el montaje ‘Jolgorio del bueno’, basado en canciones populares. Mientras que por la noche, Paco Paricio tenía previsto recrear la vida y obra de Joaquín Costa, los capitanes republicanos Fermín Galán y García Hernández, Gómez de la Serna o María de la O Lejárraga. La actuación del titiritero de Binéfar abría la programación de adultos, uno de los alicientes de este festival que pretende hacer llegar el teatro de títeres a todo tipo de espectadores, desmotando el prejuicio de que las marionetas son para niños. En este sentido, el sábado a las 22.00 tendrá lugar la función de Elena Millán ‘Formas de perder la cabeza’ y el domingo la cerrará a la misma hora Karkos Herrero con ‘Adagio’.

Sobre la Casa de los Títeres

La Casa de los Títeres abrió sus puertas por primera vez en 2004 y en estos quince años se ha convertido en un referente internacional de las marionetas, así como en un espacio para dar a conocer la evolución de este popular teatro. Cuenta con un teatro donde representar funciones teatrales, un museo de títeres de todo el mundo, una instalación de juegos en la era y Casa Maza, un espacio polivalente donde tienen lugar exposiciones, charlas, espectáculos y donde también se encuentra una torre del siglo XI junto a los rincones de los cuentos, los duendes y las hadas.

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