La PAC, los seguros agrarios o la carestía de la materia prima, entre los retos del 'nuevo curso' del sector agrario
Asaja aboga por un otoño de movilizaciones y Coag estará pendiente de cómo se define exactamente el concepto de "agricultor genuino".
Los bajos precios, el encarecimiento de materias primas o la nueva Política Agrícola Común (PAC), la aprobación de la Ley de la Cadena o pedir más presupuesto para los seguros agrarios son algunos de los retos a los que se enfrenta el sector agrícola en el último cuatrimestre del año, a juicio de dos de sus organizaciones más representativas: COAG y Asaja. Esta última, por ejemplo, a través de su presidente, Pedro Barato, defiende la unidad para promover movilizaciones este otoño.
La organización agraria COAG encara, por su parte, el último cuatrimestre de 2021, tras el parón veraniego, pendiente también de los últimos “detalles” de la PAC, que son “muy importantes”. Miguel Blanco, ha señalado que una “línea roja” para la próxima PAC es la definición de “agricultor genuino” porque “de ahí se deriva el reparto de las ayudas”. “Hay que establecer criterios de prioridad para que sólo los profesionales” reciban las ayudas necesarias.
El presidente de Asaja se muestra partidario de las movilizaciones, por dificultades en sectores como por ejemplo el lácteo o el hortícola, pero aboga porque sean conjuntas por parte de todo el sector y para ello consultará a las demás organizaciones agrarias porque “existe una unidad de acción que no se ha roto”.
A principios de 2020, los agricultores protagonizaron multitudinarias manifestaciones que pararon por la pandemia, durante la que han dado “muestras suficientes de que los productores son esenciales con un comportamiento ejemplar y no ha faltado alimento en los frigoríficos”, recuerda.
Sin embargo, la covid-19 ha sido muy negativa para sectores como el vino, el vacuno o el ovino y, según Asaja, el campo “no ha tenido el auxilio de otros sectores” dentro del Plan de Recuperación de la UE, que destina “solo el 0,7 % de los fondos” a la agricultura
Insiste en la incertidumbre por la nueva PAC y por el incremento de las exigencias ambientales de la Unión Europea (UE), porque, a su juicio, mermarán la competitividad de las explotaciones.
Precios en los contratos
Otro de los asuntos es la nueva modificación de la Ley de la Cadena Alimentaria para adaptarla a la directiva comunitaria. Blanco (COAG) cree que la obligatoriedad de registrar los contratos saldrá adelante, así como la potenciación del observatorio de la cadena.
Ese observatorio es importante porque sus datos servirían para guiar el establecimiento de precios en los contratos.
Con todo, seguirán velando para que se cumpla la modificación anterior, en febrero de 2020 vía decreto-ley, que ya prohibía la venta a pérdidas.
Barato, por su parte, insiste en que las políticas de la UE no deben penalizar al agricultor profesional.
En ese sentido, critica la estrategia 'De la Granja a la Mesa' de la Comisión Europea (CE) examinada esta semana por los eurodiputados y que rechazan las organizaciones agrarias mayoritarias, ya que eleva los requisitos ambientales con objetivos como reducción de fertilizantes o antibióticos.
La CE “piensa mucho en la mesa y se olvida de la granja”, según Barato, quien afirma que el incremento de restricciones sin medidas de apoyo puede acarrear, a largo plazo, el cierre de explotaciones y la “falta de determinados productos” en el mercado comunitario.
Incremento de costes
A esta preocupación añade el incremento de costes, porque las materias primas “se están disparando”.
Preguntado por el problema del mar Menor por el vertido de nitratos, atribuidos a la agricultura, Batato afirma que la solución pasa por más planificación y por un plan de inversiones hidráulicas nacional para España.
En Murcia, añade, “existe una situación que hay que arreglar y las cosas de agua no se arreglan de un día para otro, se arreglan con el tiempo”.
En cuanto a COAG, la sostenibilidad es otra área de su interés y tienen el objetivo de centrarse en conseguir energías renovables “a la altura del sector”.
Blanco es defensor de “definir la figura de explotación agraria productora de energías renovables” y dotarla de ayudas para que pueda desarrollarse.
Las movilizaciones, por otra parte, serán una herramienta a la que echaran mano si es necesario para defender al campo.
En ese sentido, habla de “unidad de acción” con el resto de las organizaciones agrarias, como “ya hemos hecho” recientemente con el sector lácteo, y considera que es muy posible que salgan a la calle si finalmente el Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico incluye al lobo en el listado de especies protegidas.
