Sánchez: "Es evidente que Cuba no es una democracia, pero su sociedad debe encontrar el camino a la libertad"

El presidente del Gobierno ha concedido este lunes la primera entrevista tras la remodelación del Gobierno este martes.

Pedro Sánchez, durante su entrevista en Telecinco
Pedro Sánchez, durante su entrevista en Telecinco
Telecinco

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, considera "evidente" que Cuba "no es una democracia" pero, al mismo tiempo, opina que debe ser la sociedad cubana "sin injerencias" la que tendrá que encontrar "su camino" hacia la libertad y la prosperidad.

A diferencia de sus socios de Unidas Podemos, que consideran que Cuba no es una dictadura, Sánchez ha considerado "improcedente de todo punto" la represión de las manifestaciones de opositores en Cuba y por ello, ha pedido que se respete el derecho de manifestación así como la pronta liberación de la periodista del diario ABC detenida.

Para Sánchez hay "múltiples factores" que explican lo que está sucediendo en Cuba, en especial la caída del turismo por la pandemia que es el "petróleo" de la isla y que está teniendo "efectos devastadores" en la economía y la sociedad del país.

Ante esta situación, Sánchez ha apostado -en una entrevista en Telecinco- por acelerar la donación de vacunas a lo países latinoamericanos con los que España mantiene unos lazos de amistad y que, además, acumulan un 30% de los fallecidos por covid en el mundo. 

El presidente del Gobierno también ha defendido la destitución de su vicepresidenta primera, Carmen Calvo, y otros seis ministros, incluido el de Transportes, José Luis Ábalos, por la necesidad que había de "recargar pilas" y "rejuvenecer", y ha defendido que "no son ceses" sino "cambios necesarios". Al referirse a Ábalos, ha dicho que "ha sido muy buen ministro y un gran secretario de Organización del PSOE que ha dejado al partido en una posición mucho más fuerte".

Y ha restado importancia al hecho de que se haya desprendido de importantes pesos pesados de su Gobierno, y ha asegurado que "hay que tomarlo con la mayor de las naturalidades", porque hay que afrontar una tarea "distinta" de la que iniciaron hace 18 mes, y hacían falta "relevos" en los equipos.

Además, ha vuelto a evitar citar a su exjefe de gabinete Iván Redondo, al ser preguntado por los motivos de su salida, y se ha limitado a afirmar que "tanto los ministros como los colabores más estrechos" que han trabajado con él este tiene su "enorme gratitud" porque la tarea que han hecho.

Es más, ha asegurado que le "sabe mal" que se ponga la atención en algunas personas, al ser preguntado por el caso de Redondo, "porque hay otros ministros que no se hace referencia y también han abandonado sus responsabilidades y que no hay que obviar".

Ante la pregunta de si habría cesado a Alberto Garzón como ministro si hubiera sido del PSOE tras la polémica por la campaña para reducir el consumo de carne, ha aprovechado para reiterar su pleno apoyo al sector agroalimentario.

Pero también para defender la autonomía de Unidas Podemos para elegir a sus ministros.

Sánchez ha elogiado de forma especial a la nueva vicepresidenta primera, Nadia Calviño, ya que ha considerado "un lujo" tener "una mente privilegiada" como ella en el Gobierno.

El jefe del Ejecutivo ha ratificado su confianza en María Teresa Fernández de la Vega como presidenta del Consejo de Estado frente a los rumores de que podría situar en ese cargo a Carmen Calvo, de quien ha dicho que, según ella misma ha avanzado, trabajará en el grupo socialista del Congreso "como una diputada más".

Sánchez ha calificado de previsibles las críticas de la oposición a la remodelación ministerial y ha expresado su deseo de que fuera posible llegar a acuerdos con el PP, pero ha advertido de que "dos no bailan si uno no quiere".

Respecto a la crisis con Marruecos, ha reiterado su apuesta por mantener la mejor relación posible con "un país amigo y prioritario"

También se ha referido el presidente del Gobierno a la situación en Cataluña, y ha admitido que auguraba que los independentistas no se lo pondrían "fácil" después de que el Ejecutivo decidiera indultar a los condenados por el proceso independentista catalán. "No esperaba otra cosa", ha dicho.

De esta forma ha respondido en la entrevista cuando se le ha preguntado si no teme que la agenda del encuentro con Cataluña impulsada por su Gobierno acabe en fracaso teniendo en cuenta que los independentistas no se lo están poniendo nada fácil con sus declaraciones.

El presidente ha puesto de relieve que en la democracia española "cualquiera" puede defender sus opiniones e ideas, "pero siempre respetando la legalidad". "Por tanto, yo no les voy a convencer a ellos que abandonen sus tesis independentistas, como ellos tampoco nos van a convencer a nosotros de que lo mejor es estar unidos", ha manifestado.

Con todo, ha defendido la decisión de su Gobierno de indultar a los presos del 'procés' pese a las dudas que esta pueda generar "en buena parte" de la población porque sostiene que es necesario "restablecer lo que se rompió en 2017", una situación de la que ha responsabilizado a los líderes independentistas.

Sánchez ha recordado que el Gobierno les ha otorgado esta medida de gracia después de que éstos hayan estado "44 meses en la cárcel" y que los indultos concedidos "son parciales, mantienen la inhabilitación en la representación política y están condicionados a que no vuelvan a cometer este tipo de delitos".

A su juicio, con estos indultos la democracia española traslada un mensaje "inequívoco": "Que queremos contar con todos, con aquellos que voten independentistas y aquellos que no votan independentistas". "Y ahora lo que tiene que hacer el Gobierno catalán es abrir un proceso de diálogo con la parte de Cataluña, no menor, que no comulga con esa hoja de ruta independentista", ha apostillado.

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