coronavirus

Mascarillas en el coche: cuándo llevarlas y cuándo no es necesario

La ‘nueva normalidad’ no implica olvidarse de ellas: al contrario. Dentro del vehículo, sin embargo, hay unas cuantas excepciones a la norma.

Enrique Clemente a su llegada en coche a la Ciudad Deportiva.
El jugador Enrique Clemente con mascarilla a su llegada en coche a la Ciudad Deportiva.
Oliver Duch

Con la llegada de la nueva normalidad ha llegado también una excesiva relajación en ciertos hábitos que, aunque parecían asumidos por la población, ya no se perciben como indispensables en la actual situación. Los rebrotes en toda España han vuelto a despertar la alarma entre buena parte de la población, y ante la amenaza de un nuevo confinamiento, son muchas las voces que claman por un rigor más estricto en las medidas de protección y distancia social que siguen vigentes.

El comportamiento en el vehículo también es clave, sobre todo cuando se han vuelto a llenar las carreteras de toda España. Y las mascarillas, aunque sean más molestas que nunca por el calor, son necesarias para interactuar en la actual sociedad; los establecimientos comerciales las exigen, y también las oficinas.

¿Cuándo no hay que llevar mascarilla?

En el coche no hay que llevarla cuando se viaja solo en vehículo particular o compartido con otros usuarios únicos si ha sido previamente desinfectado. No obstante, hay que llevar mascarillas en el coche (las más económicas son las higiénicas o quirúrgicas en paquetes de 25 o 50) para entrar a pagar un repostaje, tomar un café en la ruta o cualquier otra actividad que implique entrar en contacto con otros ciudadanos en un lugar que no pueda garantizar todo el tiempo la distancia social recomendada de metro y medio.

Tampoco es necesario llevar mascarilla en el coche si se viaja con convivientes, ni tampoco es necesario limitar la ocupación a dos personas por fila, sin superar lógicamente la capacidad legal de cada tipo de vehículo.

Por último, tampoco están obligados a llevar mascarilla en el coche las personas que están igualmente exentas de llevarlas en cualquier lugar, como ciudadanos que presenten algún tipo de dificultad respiratoria que pueda agravarse con la mascarilla, o aquellas personas que por su discapacidad o dependencia no puedan mantener una conducta compatible con su uso tópico.

En el caso de tener que usar gafas hay dos alternativas: calzarlas sobre el reborde de la mascarilla quirúrgica o higiénica para evitar que la exhalación de aire las empañe, o usar una mascarilla con válvula de exhalación. Eso sí, esta última no filtra el aire exhalado, así que deberemos tener otra sin válvula para evitar la posibilidad de contagiar a otros. También es práctico contar con spray anti vaho. 

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